El Real Valladolid Promesas afronta este domingo su primera cita sin su máximo goleador. Iván Martín, sancionado, tampoco estará contra la Cultural Leonesa
Foto: Víctor Álvarez
El Real Valladolid Promesas se encuentra en una posición muy cómoda, se podría decir, incluso privilegiada. Con 31 puntos en su haber, y por tanto dos tercios de la permanencia en el bolsillo en apenas diecisiete jornadas, es quinto, algo inimaginable al principio de temporada. Sin embargo, aunque todo es vino y rosas, este domingo tendrá una prueba de madurez contra la Cultural y Deportiva Leonesa.
Aunque anda desahogado y podrá mostrar su desenfado y jugar sin presión en el Reino de León, tendrá una ocasión de demostrar la necesaria resiliencia a la que apela el técnico, Rubén Albés, cuando se refiere al crecimiento que han de experimentar sus jugadores a nivel individual y colectivo. Inmersos en una dinámica sumamente positiva, afrontarán el partido con el contratiempo que supone no poder contar con sus dos delanteros titulares.
Después de ser expulsado contra la SD Ponferradina, Iván Martín deberá cumplir un partido de sanción, por lo que no podrá ayudar al equipo a reponerse de otra baja más importante si cabe como es la de su compañero en la punta del ataque. Debido a la fractura de peroné sufrida ante los bercianos, Higinio estará de baja durante los dos próximos meses. Y el de León será el primer partido sin él.
Sin más jugadores naturales de esa posición, o por lo menos de condiciones idénticas, el filial tendrá que reinventarse, bien modificando el dibujo o bien dando continuidad al habitual 4-4-2 con otro tipo de futbolistas en vanguardia. De una manera u otra, será el primer test y la primera cita en la que el Promesas buscará –principalmente– sobrevivir sin Higinio, su máximo goleador.
Mismo dibujo
Si el técnico gallego apostara por no modificar el esquema que viene siendo habitual, lo normal es que la continuidad venga dada por el cambio de posición de David Mayoral y Dani Vega, conocedores de las posiciones de vanguardia. Ambos son segundos delanteros, profundos y móviles, pero no tan referenciales ni referenciables como los ausentes.
Foto: Víctor Álvarez
Hábiles en conducción los dos, y los dos capaces de intercambiar perfiles y posiciones y de mezclar con los futbolistas que les rodearían, quizá no sean capaces de sostener el balón con la fortaleza física de los otros, pero son igual de dañinos con espacios, sobre todo Mayoral, como viene demostrando con los cinco goles que ha marcado ya en lo que va de campaña.
Como Higinio e Iván Martín, pueden ‘vivir’ y partir a diferentes alturas y hacerlo desde lejos del área rival. Es, así, con metros por delante, como más disfruta el filial, por lo que en este sentido cambiaría poco el plan habitual. Lo diferente sería –o será, porque no hay dos jugadores como ellos– pasar de los ‘grandes’ a los ‘pequeños’.
Con tres por dentro
Otra posibilidad podría pasar porque Rubén Albés dispusiera un once con tres centrocampistas, los habituales Anuar y Rai y un tercero, Miguel Marí, cuya entrada en el equipo no está reñida con que Mayoral y Dani Vega sean de la partida. De hecho, viendo los trece jugadores ‘naturales’ con los que cuenta el técnico gallego, lo normal es que entre. La pregunta es: ¿Dónde?
En el 4-4-2, actuaría como interior/extremo derecho, con Samanes en la izquierda y con la misma capacidad de intercambiar posiciones que los dos presuntos atacantes, ya que maneja el mismo lenguaje –no hay que olvidar que llegó hace casi un año como segundo delantero–. Reorientada su carrera a la posición de mediocentro o interior, podría ejercer de ‘8’ o de ’10’, reforzando la zona interior, en la que la Cultural se hace fuerte a través del toque, tanto para ensuciar la posesión rival como para ayudar en la propia.
Los juveniles
A falta de confirmar quién más irá convocado del Juvenil de División de Honor, es sabido que Juan viajará a León. En caso de ser él el elegido para entrar en el once inicial –no viajó a Alcorcón para enfrentarse al Trival Valderas–, actuaría como extremo derecho, seguramente en detrimento del citado Marí. Como Samanes en el otro costado, ofrecería amplitud y profundidad, gracias a su velocidad y a su técnica, y sacrificio y ayudas continuas atrás.
Menos opciones tienen otros como José Luis Sinisterra, en dinámica de filial hasta su lesión, pero inédito durante el último mes debido a unos problemas en el tobillo, así como Mito o Miguel, titulares con Paco de la Fuente en el choque de este sábado en el que el ‘Divi’ dio comienzo (con victoria por cero a tres y dos goles del segundo) a la segunda vuelta.
Simulacro de lo que está por venir
Con todo, el Real Valladolid Promesas vivirá en León una situación que se prolongará durante los dos próximos meses, la de jugar sin Higinio, su máximo goleador. Vendrá a ser, por lo tanto, algo así como un test, una prueba de madurez para aquellos cuyo fútbol ha tenido un peso menor hasta la fecha, y a la vez, para ‘conocerse a sí mismo’ y ver por dónde podrían ir los tiros si durante ese periodo de baja del punta de Calasparra David Mayoral ve la quinta amarilla (tiene cuatro).
Siempre que el delantero murciano ha marcado, el filial gana, aunque, sin embargo, después de que cayera lesionado ante la Ponfe, fue capaz de vencer igualmente, merced a los tantos de ‘Mayo’ y de Samanes. Ese paso adelante que dieron no debe ser circunstancial; se debe confirmar, a poder ser en el mismo Reino de León, donde, no obstante, no habrá presión: no hay que olvidar que el Promesas llega con 31 puntos y en una excelsa situación.