El central del Real Valladolid B ha rescindido su contrato tras mantenerse casi inédito hasta la fecha

Aunque todavía no ha llegado enero, y por lo tanto aún no se ha abierto la ventana de transferencias, el Real Valladolid B ha hecho su primer movimiento. El central andaluz Mario Gómez abandona la disciplina del filial después de haber disputado solamente 49 minutos, repartidos en dos encuentros.
El defensor sevillano arribó a la capital del Pisuerga este pasado verano, procedente del Jaén, y con la vitola de ser un fichaje importante, toda vez que allí había acumulado más de 3.000 minutos. Incluso llegó a hacer parte de la pretemporada con el primer equipo; sin embargo, a la postre su realidad fue bien distinta, ya que, una vez pasó a trabajar a las órdenes de Rubén Albés, nunca encontró su hueco.
Comenzó el curso cumpliendo una sanción que arrastraba de la pasada campaña, lo que le impidió estar disponible en el debut liguero ante el Coruxo. Si bien el hecho de estarlo no le habría convertido necesariamente en titular, aquello le pudo pesar, ya que desde el primer envite tanto Calero como Mario Robles, los dos habituales titulares, han rayado a un nivel muy alto en el centro de la zaga, impidiendo de algún modo su participación.
La buena dinámica en la que se encuentra inmerso el filial no invita a hacer cambios y ha ido en su detrimento, pues si bien su adaptación al equipo era total, venía siendo uno de los jugadores menos utilizados hasta la fecha —el tercero de campo con menos minutos, solo por delante del lesionado Deve y de Rubén, que también ha pasado varias semanas en el dique seco–, lo que le hizo plantear su salida hace un par de semanas a la dirección deportiva.
Debido a esa posibilidad de que se marchara, ya una realidad, no jugó contra la SD Ponferradina a pesar de la baja de Mario Robles, que cumplía ciclo de amonestaciones. No obstante, se sentó en el banquillo y recibió el homenaje de Mayoral, quien le dedicó el gol que marcó, que supuso el uno a cero y que abría el camino hacia una nueva victoria.
Con todo, este lunes se ha llegado a un arreglo y ha rescindido su contrato de manera amistosa, con la esperanza de encontrar cobijo y la oportunidad que no tuvo en Los Anexos en otro club durante el mercado invernal que está cerca de abrirse –muy cotizado, podría volver al sur–. Con todo, la ficha que deja libre deja abierta la posibilidad de que el Promesas se refuerce en esta misma ventana (aunque hacerlo no es una prioridad) y reduce el plantel a diecinueve jugadores, juveniles al margen.