El descenso del cuadro berciano ha provocado que deje de enfrentarse con el Real Valladolid y lo haga ante su filial

Tras dos temporadas consecutivas midiéndose al Real Valladolid, la Sociedad Deportiva Ponferradina tendrá que conformarse con visitar esta campaña al segundo cuadro blanquivioleta. El mal año realizado por el conjunto berciano le llevó de vuelta a la categoría de bronce, en la que no se está mostrando nada regular. Los Anexos del Estadio José Zorrilla pondrán a prueba el estado de forma del equipo que dirige Pedro Munitis y que aspira a asentarse entre los cuatro primeros clasificados.
No será un reto sencillo para la Deportiva, que a lo largo de esta primera vuelta se ha mostrado muy irregular e incapaz de mantener el nivel esperado. Cambios y más cambios que han evitado que uno de los principales favoritos al ascenso se encuentren cerca de la primera plaza. Objetivo prioritario para un club y una afición que se ha acostumbrado a ser de plata y que quiere recuperar el estatus perdido.
Remodelación al completo
El descenso a Segunda División supuso, entre otras cosas, la marcha de buena parte de jugadores que componían la plantilla de la Deportiva. El cambio de categoría propició que varios efectivos quedaran libres por contrato, pudiendo buscar acomodo en otro equipo de la división de plata. Salida tras salida, el conjunto que preside José Fernández Nieto solamente pudo mantener en Segunda División B a cinco jugadores: Dinu Moldovan, Adán Gurdiel, Jonathan Ruiz, Andy y David Caiado. El resto de componentes abandonaron la disciplina de la entidad para desgracia de la siempre fiel afición berciana.
Enorme esfuerzo a partir de ahí de la entidad para reforzar el plantel. En primer lugar, la Deportiva anunció la llegada de Manolo Herrero para hacerse cargo de la dirección técnica del equipo. Junto a él iba a estar Rubén Vega, que acabó la anterior campaña dirigiendo a los suyos, aunque no fue capaz de conseguir el objetivo de la permanencia. Fueron ambos, junto a Tomás Nistal los encargados de confeccionar una plantilla de garantías y con nombres de peso y experiencia en categorías superiores.
De este modo, Javi Olmedo, Nacho López, David Goldar, Xisco Campos, Gonzalo de la Fuente, Miguel Núñez, Raúl Fuster, Abel Moreno, Chavero, Cidoncha, Menudo, Víctor Pastrana, Juanto Ortuño, Rayco y Héctor Figueroa arribaron en el cuadro berciano. Jugadores destacados en la categoría de bronce y otros llegados desde Segunda División para un propósito claro: luchar por la primera plaza. Aunque el objetivo se complicó desde la pretemporada.
Inicio dubitativo
La pretemporada no dejó demasiado contenta a la parroquia berciana con el nivel mostrado por los suyos. Lo que no esperaban era el horrible arranque de campaña que iban a realizar los pupilos de Manolo Herrero. Dos derrotas consecutivas ante el CD Izarra y la Cultural y Deportiva Leonesa encendían las alarmas aún al paso por el mes de agosto. Escocía, sobre todo, la debilidad en el derbi provincial ante el ahora líder del Grupo I de Segunda División B y que dejó claro estar a una distancia importante del cuadro blanquiazul.
a Nacho López tras la eliminación copera
de la Ponferradina || Foto: Diario de León
Las sensaciones mejoraron en septiembre. El noveno mes del año comenzó con la sorprendente eliminación de la Copa del Rey a manos de un Tercera División, el Atlético Cirbonero. En tierras navarras comenzó a visualizarse un problema patente para la Deportiva: la falta de gol. Aunque las victorias ante el Coruxo, CD Boiro y Arandina situaron a la SD Ponferradina muy cerca de la zona noble de la clasificación. Todo ello sin dejar buenas sensaciones y con sonoras pitadas por parte de los seguidores blanquiazules.
El empate ante el Caudal Deportivo y la engañosa victoria frente al CD Guijuelo mostraron el camino de lo que estaba a punto de llegar. El detonante fue la derrota en el Villa de Aranguren ante el humilde UD Mutilvera. El club no aguantó más y tomó la decisión de destituir a Manolo Herrero. El paso del técnico jienense por la Deportiva terminaba en la jornada con catorce unidades en su casillero sobre las veintisiete puestas en juego.
Pedro Munitis y Gonzalo Colsa al rescate
El mensaje de la entidad fue claro: la SD Ponferradina debe luchar por la primera posición. Para ello, José Fernández Nieto confió en el tándem formado por Pedro Munitis y Gonzalo Colsa. Los técnicos cántabros consiguieron llevar al Racing de Santander a la primera plaza del Grupo I de Segunda División B y curiosamente se estrenaron ante su exequipo. En El Toralín, la Deportiva cuajó un fantástico encuentro y se llevó el triunfo. Al igual que en los dos siguientes encuentros ante el CD Palencia y el filial del Celta de Vigo.
Cuando todo parecía ir ‘sobre ruedas’, el cuadro berciano volvió a las andadas. La falta de gol ha sido determinante a la hora de que la Deportiva no haya sido capaz de asentarse en las cuatro primeras posiciones de la tabla y sume cuatro tropiezos consecutivos. Un único tanto en este periodo deja patente el principal problema que se está encontrando el conjunto blanquiazul en la primera parte de la competición. La alerta ha vuelto a encenderse y la afición no está dispuesta a permitir más errores a su equipo.
Antes de viajar a Valladolid, la SD Ponferradina disputó la ida de los dieciseisavos de final de la Copa Federación ante el Arosa SC. Uno de los equipos destacados de la Tercera División gallega pereció (1-5) a manos de un renovado conjunto blanquiazul, que contó con los menos habituales y con un par de jugadores de la cantera. El choque sirvió, además de dar un paso camino de los cuartos de final, para recuperar el olfato goleador al ver puerta Juanto Ortuño, en tres ocasiones, David Caiado y Héctor Figueroa. Los Anexos del José Zorrilla dictarán sentencia de las posibilidades de un equipo incapaz de demostrar el enorme potencial que atesora.