Eusebio Sacristán dispondrá de un once que, a buen seguro, estará sobrado de calidad, aunque puede que no de rendimiento
No hace mucho, en este portal web señalábamos que la Real Sociedad podría llegar a ser un rival menos temible de lo que el nombre de sus jugadores marcaba debido a que estos no ofrecían un rendimiento regular en sus últimas temporadas, que eran algo (por no decir bastante) ‘mentirosos’ y que eran capaces de lo mejor y lo peor.
Actualmente, el conjunto txuri-urdin se encuentra quinto en el campeonato de Primera División, a tan solo cuatro puntos del segundo, el FC Barcelona, al que este fin de semana pasó por encima, sobre todo en los apartados actitudinal y táctico. ¿Qué es lo que ha cambiado para que, por fin, la Real Sociedad esté demostrando de lo que es capaz de una manera más regular?
El motivo puede jugar muy en contra o a favor del Real Valladolid, y es que este no es otro que la consolidación de un once tipo por parte de Eusebio Sacristán, solo variado por la entrada o salida de algún jugador debido a su estado físico o de forma. Así pues, este estaría conformado por Rulli; Carlos Martínez, Íñigo Martínez, Raúl Navas, Yuri Berchiche; Xabi Prieto, Illarramendi, Zurutuza; Oyarzabal, Willian José y Vela.
La formación predilecta de Eusebio Sacristán se configura en un 1-4-3-3 que puede amoldarse hasta un 1-4-5-1 dependiendo de la situación de partido. Solamente tres jugadores de la plantilla blanquiazul, y que no se encuentran en el anterior once tipo, han disfrutado de titularidades relevantes: Mikel González, Zaldúa y Juanmi, con cinco cada uno.
Así pues, el establecimiento de un esquema y una alineación prototípicos ha conseguido que el equipo ofrezca una regularidad como hacía tiempo que no se veía en San Sebastián. El equipo lucha actualmente por los puestos más destacados de la Primera División española gracias al establecimiento de unos titulares muy titulares y unos suplentes que apenas disfrutan de oportunidades, al contrario que en anteriores campañas.
Esto para el Real Valladolid puede suponer un doble peligro o un alivio. La amenaza de que Eusebio Sacristán no se confíe y opte por modificar mínimamente su once de gala está ahí, y supondría para el conjunto de Paco Herrera enfrentarse frente a la escuadra que desquicio al Barça de Leo Messi sin haber transcurrido, ni siquiera, una semana del partido en Anoeta.
Si el de La Seca opta por apostar por la segunda unidad, algo que parece más probable, existen dos opciones: una, que los suplentes quieren reivindicarse y demostrar mediante su participación copera que están a la altura de los teóricos titulares; dos, que estén fuera de ritmo y dinámica y salten al césped del José Zorrilla, este jueves, desenchufados.
Cualquiera de las dos últimas opciones sería ejecutada por hombres como los ya citados, Mikel González, Zaldúa o Juanmi, pero también por otros como Canales, Concha, Markel, Rubén Pardo, Granero, Aguirretxe, Elustondo o el vallisoletano Héctor Hernández ‘Litri’.
Sea como fuere la actitud y el resultado final que esta segunda unidad donostiarra pudiera ofrecer, previamente queda claro la excelsa calidad que atesora. Hombres contrastados en Primera División como Aguirretxe o Mikel González;‘’mentirosos’ de una calidad técnica indudable como Granero, Rubén Pardo o Canales; o jóvenes con muchas cosas que demostrar como Elustondo, Concha o Juanmi.
La alineación que Eusebio Sacristán pueda disponer sobre el césped de Zorrilla puede ser temible casi de cualquier manera, pero, eso sí, puede haber una gran diferencia entre el rendimiento que ofrezcan los más enchufados y los que, hasta el día de hoy, están contando con menos opciones.