El joven talento eibarrés busca olvidar por fin su calvario con las lesiones y disfruta de su cuarta temporada consecutiva jugando en LaLiga 1|2|3

Íñigo Ruiz de Galarreta (Eibar, 1994), centrocampista que busca esta temporada su consagración en el CD Numancia, procede de la cantera del Athletic Club. Como cachorro, en el equipo juvenil llegó a ganar en 2010 la Copa del Rey contra el Real Madrid de Lucas Vázquez, Dani Carvajal y Pablo Sarabia.
A medida que pasaban los años y escalaba en las diferentes categorías de Lezama más crecía la expectación respecto al joven Íñigo que, como cima en su carrera, llegó a debutar con el primer equipo bilbaíno en el Parque de los Príncipes un catorce de diciembre de 2011 contra el París Saint-Germain. Esta temporada, la 2011/12, será recordada por todos los amantes del fútbol como la temporada en la que el Athletic Club de Marcelo Bielsa enamoró a toda Europa, llegando a disputar dos finales, las de la Europa League y la Copa del Rey.
El mismo entrenador rosarino, que es conocido como un loco del fútbol y que conoce a una gran número de futbolistas, reconoció que cuando llegó a Bilbao, uno de los jugadores que más le había llamado la atención había sido Ruiz de Galarreta, o ‘Galaxy’ (como le conocen en el Botxo). Cuando el técnico le vio, se enamoró de todo el fútbol que era capaz de ver ese chaval de diecisiete años.
‘El Loco’ Bielsa tuvo el detalle de, antes de aquel estreno oficial en París, hacerle debutar con el primer equipo en un partido amistoso que enfrentó a Tottenham y Athletic en White Hart Lane el mismo día que Íñigo cumplía los dieciocho años, un seis de agosto.
Toda esta fama, sumada a sus capacidades técnicas, hacían ver en Ruiz de Galarreta un pelotero que enamoraría al nuevo San Mamés (por aquel entonces aún en construcción). No obstante, antes que Bielsa, el primero que se fijó en él no podía ser otro que Joaquín Caparrós, gran descubridor de talentos en todos los equipos en los que ha estado.
Debido a sus grandes cualidades, su puesto siempre ha sido o volante o mediocentro. Siendo esta última posición en la que mejor se desempeña y la que ocupa actualmente en el esquema de Jagoba Arrasate. Su rol es el de organizador, labor que desempeña ayudado por Iñigo Pérez, ex león, “viudo de Bielsa” y con una zurda prodigiosa.
A pesar de esto, no todo ha sido bonito en la carrera del ’19’ numantino, ni muchísimo menos. Y es que el veintiuno de octubre de 2012, en un partido con el Bilbao Athletic, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Por aquel entonces el prometedor centrocampista tenía 20 años y esta lesión le tuvo apartado siete meses de los terrenos de juego.
Al volver de la lesión, y tras no encontrar su sitio en el equipo rojiblanco con la salida de Bielsa, Ernesto Valverde prefirió que se foguease fuera de Bilbao. Es entonces cuando recala en calidad de cedido en el Club Deportivo Mirandés de Gonzalo Arconada (curiosamente exentrenador del Numancia), donde encontró su sitio sumando diez partidos de titular de once jugados y anotando un gol.
Pero, lamentablemente, esa racha se frenó en seco con una nueva lesión. En el primer tiempo y jugando frente al Numancia (otra curiosidad más) en Anduva, Ruiz de Galarreta se rompe otra vez el ligamento cruzado anterior, pero esta vez de la rodilla derecha un año después de su primera lesión. Tras otros siete meses más en el dique seco, logra reaparecer en un amistoso en mayo de 2014 de la mano del ‘Txingurri’ Valverde.
Cuando llega el mercado de verano, el club bilbaíno decide buscar la explosión de ‘Galaxy’ en otro equipo de Segunda División. Esta vez el Real Zaragoza sería su destino. Bajo las órdenes de Víctor Muñoz (catorce jornadas) y Ranko Popović (el resto de la temporada) Iñigo sumó 37 partidos jugados y 31 como titular. No obstante, lo mejor de todo fue que al joven talento eibarrés le respetaron las lesiones durante una temporada entera.
Acercándonos ya al presente, la pasada temporada, Ruiz de Galarreta jugó cedido una vez más, en el CD Leganés. Pese a hacer historia y conseguir el ascenso a Primera con el equipo pepinero, no tuvo toda la continuidad que le hubiese gustado y nunca acabó de asentarse, en gran medida por sus tan frecuentes problemas físicos.
Es por esto que este verano volvió a Lezama para desvincularse de manera definitiva del Athletic Club. Y tras sonar para varios clubes, finalmente decide unirse al plantel que comandan Jagoba Arrasate y Bitor Alkiza en Soria. Allí parece que, pese a haber estado parado este último mes por una luxación en su hombro izquierdo, se encuentra muy a gusto y es una pieza fundamental para el equipo de Los Pajaritos, en el cual espera ser aquello que un día pareció con su debut en el Parque de los Príncipes.