El Dinamo Guadalajara levantó a última hora un 2-0. Hubo ocasiones para el 3-2, todas erradas
Hasta que llegó la sorpresa, a todas luces sorprendente y desagradable para los intereses del CD San Pío X, estas líneas prometían ser distintas y amenazaban con llevar por título algo que hablara de una conjura que funcionó o de un examen de conciencia aprobado.
Siendo justos con lo visto en Los Cerros, quizá los derroteros deberían ir por ahí de todos modos, de no ser porque, a veces, algo sucede que todo lo altera. Un penalti a ultimísima hora, convertido en más pena máxima que nunca, dio al traste con lo que pasó en los noventa minutos anteriores e hizo llorar de pena al San Pío, merecedor de más.
El gol de Alba provocó una catarsis que tenía que haber sido diferente. Porque sí, funcionó la conjura de las rojiblancas, si se disocia el fútbol del resultado. Si se hace ese ejercicio, el de separar el juego del marcador, no cabe duda de que el examen de conciencia al que las chicas de Martín Olmedo fueron sometidas días atrás fue de aprobado alto. Sucede que todo tiene un final y este no siempre es como uno desea, merece o espera. Si tenía que haber habido llantos, tenían que haber sido de alegría por la prueba superada, no así.
El Dinamo Guadalajara fue un rival que se puede llamar correoso, porque como indica la remontada final no se dio por vencido, aunque enseñó menos fútbol. Ya en el inicio pudo encajar, porque se vio sobrepasado por el brío local. Martín Olmedo hizo alguna variación, tanto de nombres como de posiciones, y eso le sentó bien a su equipo, que quiso dominar desde el comienzo.
A los dos minutos Moni tuvo una ocasión clara, pero disparó a las manos de Diana, mismo destino que llevó el disparo de Raquel en el minuto siete. Rocío, la atacante más activa del Dinamo, obligó a una doble intervención de Lucía, atenta en todo el encuentro. Eran los primeros retazos de una primera mitad rara, de dominio alterno e intensidad a ratos, más focalizada en ganar el centro del campo que otra cosa.
Pese a las intentonas citadas, no había mucha claridad. Si acaso, Berta aportaba algo distinto en las visitantes, mientras que en las locales Nerea Fidalgo y Cris Franco eran sustento de un San Pío más compacto que en otras ocasiones y con más juego combinativo, ya que con el apoyo de Mamen y Raquel lograban generar progresiones tanto por dentro como principalmente por el lado izquierdo, gracias a las incorporaciones de Nere.
Aunque la batalla estaba igualada, las rojiblancas consiguieron ponerse por delante antes del descanso. Mamen luchó en el sector izquierdo, en el pico del área, un balón que fue a parar a los pies de Laura, que se la dio a Nerea Fidalgo para que marcara con un fuerte disparo el uno a cero. Justo antes del descanso, Cris Franco peinó una falta lejana botada por Peke, pero acabó también en las manos de Diana, que evitaba un castigo excesivo llegado el entretiempo, algo que podía parecer incluso ese resultado adverso.
En el inicio de la segunda mitad las vallisoletanas se animaron más si cabe a tocar, si bien parecía faltarles una marcha más en la última parte del campo. Una que Paula y Sandra Luengo, suplentes esta vez, iban a buscar saliendo desde el banquillo. Y de buenas a primeras funcionó, ya que la primera hizo el 2-0 como culmen a una bonita jugada personal en la que se regateó a la portera antes de finalizar. Antes, ella y Moni habían provocado que Diana tuviera que salvar a su equipo, algo que no pudo hacer en esta ocasión.
Con los dos goles de renta el triunfo no se podía escapar. El San Pío se empezó a gustar y se vio cómodo en ataque, pero había perdido el equilibrio que le había permitido mostrarse seguro atrás con la sustitución de Nerea Fidalgo. Allí donde ella solía estar, en el 79′ apareció Teresa para, con toda la tranquilidad del mundo, entre líneas y sin presión, golpear duro arriba y hacer el dos a uno.
La sensación de haber hecho tantas cosas bien se convirtió en cierta inquietud en el cuadro local, que pensó en buscar la sentencia y no se reservó nada. Moni pudo matar el choque, pero mostró la mira desviada. De igual modo, Nere, peligrosa en cada incorporación al ataque, generó alguna situación que no premió su buen partido. Y así, los últimos minutos fueron los del típico correcalles en el que todo puede pasar, y lo que terminó pasando fue muy desagradable para el San Pío.
Con el tiempo casi cumplido, cuando los aficionados visitantes ya lamentaban la derrota, una de sus atacantes cayó dentro del área, fruto de una infracción de Noelia. La responsabilidad de tirar el penalti la tuvo Alba, que engañó a Lucía y marcó el tanto del empate.
Solo quedaba el tiempo agregado, pero el San Pío honró a Luis Fonsi y no se dio por vencido. A la desesperada, Paula y sobre todo Moni, con sendos disparos exteriores, pudieron hacer el tercero, pero no pudo ser, y el silbatazo final echó al traste la buena actuación de las rojiblancas.
Y no solo eso, sino que además provocó en ellas un baño de lágrimas, a sabiendas de que la ocasión de volver a sumar de tres se acababa de escapar de manera injusta. Aunque cueste creerlo, no obstante, el llanto desconsolado de Lucía, Nere y otras tantas es bueno, porque lo que se llora se quiere, y ya se sabe que lo que pica cura.
Lejos de venirse abajo, debe aprender el San Pío que cuanto más trabaje más suerte tendrá, y que no es malo el orgullo herido si uno quiere y obra para restañarlo. Jugando con la solidaridad, el compromiso y el fútbol mostrado ante las alcarreñas, podrán hacerlo en el próximo choque, en su visita al Zamora Amigos del Duero.
San Pío X: Lucía; Peke, Noelia, Lore, Nere; Cris Franco, Nerea Fidalgo (Sandra Luengo, min. 63); Laura (Paula, min. 62), Mamen, Raquel; y Moni.
Dinamo Guadalajara: Diana; Teresa, Loreto (Sara, min. 87), Alicia, Nerea (Laura, min. 73); Lucía (Gemma, min. 67), Miriam; Berta, Teresa, Alba; y Rocío (Ana, min. 67).
Goles: 1-0, min. 36: Nerea Fidalgo. 2-0, min. 69: Paula. 2-1, min. 79: Teresa. 2-2, min. 90+: Alba.
Árbitro: Pablo Javier Hernández Álvarez, asistido en las bandas por Arturo León Fonseca y Juan David Angola García. Amonestó a la visitante Alba.