El Real Valladolid realizó otro buen partido en el que añoró el acierto de cara a portería y la continuidad en el centro del campo

El Real Valladolid volvió a sumar otro empate en un encuentro en el que dejó buenas sensaciones y, en términos generales, fue superior a su rival, el Córdoba. En términos generales porque el segundo tiempo perdió parte del terreno que había conquistado en el primero.
Conquistó la ribera a medias, merodeó por la orilla y se quedó al anochecer de Córdoba, mientras el brillo de la Mezquita se imponía a las sombras de la historia y Raúl de Tomás a la suya propia, que arrastró en su etapa con los blanquiverdes.
La entrada del delantero pucelano en el segundo periodo, para tratar de aportar algo distinto frente a la portería cordobesista fue un signo inequívoco de Herrera: a por el partido. El 4-4-2 en rombo había funcionado por sectores y en el primer periodo, a pesar de la ausencia del hombre del equilibrio, Leão.
Guitián ocupó el vértice bajo y cumplió, sin sufrir demasiadas complicaciones en salida de pelota. Álex López añadió a su tarea de generación de fútbol la de llegada desde segunda línea, una maniobra que repitió las suficientes veces como para erigirse en el “más activo” en ataque.
Y Jordán, como casi siempre, a buen nivel y Míchel, construyeron el dominio central que permitió al Pucela jugar más en campo rival que en propio y hacerse acreedor de una ventaja en el marcador que no llegó.
Por otro lado, la doble punta Mata-Villar, esta vez, naufragó. Encarnó el punto oscuro de un Valladolid obligado, en el segundo tiempo y tras haberse convertido en un bloque algo menos sólido, a cambiar. Lo hizo, a falta de un control más evidente de balón. El Córdoba había dado un paso adelante y trató de crecer con la pelota. Por momentos, fue así, aunque los cambios de José Luis Oltra no surtieron el efecto que sí lograron los de Herrera.
El entrenador blanquivioleta transformó por completo la delantera, apostando por Drazic y Rául de Tomás. Si bien el primero apenas sumó, el excordobesista comenzó a fabricar ocasiones, en un escenario de fútbol más vertical que en el primer acto.
Como sucedió frente al Real Zaragoza –aunque ante los maños el rendimiento fue globalmente mayor-, a los blanquivioletas les faltó el gol. Pero una nueva delantera parece llamar a la puerta. ¿Una formada por Raúl de Tomás y José cuando este se recupere? Herrera, al menos, cuenta varias alternativas para reflexionar.