Luis Milla ha sido destituido como técnico del Real Zaragoza después de no ganar en Zorrilla, como antes Cosmin Contra tras caer con la AD Alcorcón

En las once jornadas que han transcurrido desde que comenzó LaLiga 1|2|3 ha habido alguna que otra sorpresa, como siempre, unas para bien y otras para mal. Llegados a este punto, el Reus es la revelación, pues actualmente ocupa plaza de ascenso directo, una vitola que bien podría ostentar el Sevilla Atlético, cuarto clasificado. Las caras amargas son las de la AD Almería, que roza el descenso, y del Nàstic, que disputó el play-off de ascenso el pasado año y es colista con solo seis puntos, a otros tantos de la salvación.
Como en ocasiones pasa cuando hay sinsabores, el rendimiento ‘teóricamente’ pobre de varios de los veintidós ha derivado en este primer cuarto del curso en tres destituciones; a saber: las de Juan Eduardo Esnáider del Getafe CF, de Cosmin Contra en la AD Alcorcón y de Luis Milla en el Real Zaragoza.
Se da la circunstancia de que dos de ellas, las de Contra y Milla, se han producido después de la visita de sus ya exconjuntos al José Zorrilla. Mientras el entrenador rumano cayó después de perder por dos goles a cero en el templo blanquivioleta, el que fuera seleccionador sub 21 fue despedido ayer domingo después de cosechar en Valladolid un empate a cero pobre, por ser el sexto partido sin ganar de los maños, y sobre todo debido a la imagen ofrecida.
Otra casualidad a mayores puede ser que ambos entrenadores sean sustituidos por ex del Real Valladolid, algo confirmado en el caso del Alcorcón y que podría suceder en el Zaragoza, toda vez que suenan Juan Ignacio Martínez, con mucha fuerza, y el exjugador Rubén Baraja como alternativa por si no se llegara a un acuerdo con JIM, quien ya estuvo a punto de dirigir a los maños meses atrás.
Estos despidos contrastan con la paciencia que ha habido en Pucela con Paco Herrera cuando perdió cinco partidos consecutivos y se asomó al abismo. Al contrario que en esos otros dos clubes, en el que mora en la Avenida Mundial 82 se entendió que, después de apostar por un proyecto a largo plazo, sería una contraindicación cambiar al ocupante de su banquillo. Y, con el tiempo, se ha visto que fue un acierto.
Podría no haberlo sido en alguno de esos otros tres casos, si bien hay que recordar que no se ha consumido más que la cuarta parte de la competición. Si bien hay que atender (e intentar entender) caso por caso, la premura con la que han actuado los otros tres clubes dista mucho de una planificación real, buena o eficiente de la temporada presente, algo que, claro está, quedará oculto si cumplen sus objetivos clasificatorios.
Volviendo atrás, se puede decir que Pucela es la parca, que no el Pucela –o sí pero–, puesto que aunque había rumores de que también podría ser despedido, la pasada semana Vicente Moreno aguantó en el banquillo del Nàstic de Tarragona después de caer ante los blanquivioletas. Habrá que ver si lo hace esta o si cae (perdió ante el Almería por tres a cero) y, en su caso, el Real Valladolid se convierte en colaborador necesario, y no ejecutor como en los otros dos casos citados.