Tras diez partidos de Liga y dos de Copa del Rey, el que fuera pichichi del Real Valladolid el curso pasado marcó su primer tanto en Tarragona

Hace tan solo unas semanas el Real Valladolid no contaba con un goleador claro; al Pucela le costaba marcar. La pelotita no quería entrar, se resistía. Pero ahora la situación ha cambiado. José se ha destapado como el ‘killer’ y el equipo blanquivioleta ha empezado a convertir.
Había algunos jugadores que ni siquiera aparecieron en esa faceta, pero ahora los de Paco Herrera han espabilado en ataque. Juan Villar es el ejemplo más claro. La campaña pasada fue el pichichi por sorpresa y en esta ha tardado doce partidos en hacer su primer gol.
Pero el onubense tampoco venía destacando en sus actuaciones. No había señales de la chispa con la que deslumbró a los aficionados del Real Valladolid y su calidad estaba brillando por su ausencia. Aunque, como con el Pucela en general, no se mostró la impaciencia por ello. Ya llegarán.
Una lesión le lastró en el inicio del curso, por lo que en las cuatro primeras jornadas no hubo ni rastro del andaluz. Apareció en la quinta, ante el UCAM Murcia, y lo hizo acelerado. Disputó 35 minutos, se llevó una tarjeta amarilla y el conjunto blanquivioleta acabó perdiendo con un gol en los últimos instantes.
Varios días después, en Lugo, también participó desde el banquillo, aunque solo tuvo nueve minutos para intentar buscar el empate. Ni él, ni ningún otro jugador lograron transformar las ocasiones. La derrota, por la mínima, volvió a repetirse y los blanquivioletas acumularon otro partido sin ver portería rival.
Frente al Huesca fue titular por primera vez y el Pucela encontró el gol, aunque no por él. Eso sí, se dejó los puntos por el camino, pese a comenzar ganando, ya que el conjunto oscense remontó el tanto inicial de Raúl de Tomás. Tuvo la oportunidad de sacarse la espina una jornada más tarde, pero en casa del líder, el Levante UD, tampoco llegó el estreno. El Pucela marcó otros dos tantos que siguieron ser suficientes.
Parecía que estaba cerca; a la tercera tenía que llegar la vencida. Y así fue. La visita de la AD Alcorcón lo cambió todo. De nuevo, Villar ocupó uno de los once puestos de la alineación, pero el protagonismo se lo llevó un José que firmó un doblete al poco de empezar y encarriló el triunfo.
La ausencia en la Copa del onubense dejó claro que es uno de los hombres importantes para Paco Herrera. El ‘7’ vio desde la grada el pase ante el Tenerife y calentó motores para Tarragona. Allí, sí; era el momento. Ejerciendo de delantero –faceta que nunca ha dejado de desempeñar–, se hizo con un balón que lo mandó a la red para hacer el 0-1 contra el Nàstic. Ahí abrió una lata que se había resistido.
El blanquivioleta, como el equipo, sigue creciendo y derribando murallas. En estas primeras seis participaciones ha dado más asistencias –dos– que goles ha anotado –uno–. Y es que Villar se postula como uno de los jugadores clave en este nuevo proyecto del Real Valladolid. Balón a balón.