El primer y el segundo equipo del Real Valladolid perdieron este pasado fin de semana con una característica en común: dos exblanquivioletas anotaron sendos dobletes

El destino suele ser caprichoso, muy caprichoso, y, en ocasiones, cruel. Y si no que se lo digan al Real Valladolid. El club se vio golpeado este fin de semana por las derrotas de sus dos equipos más importantes; primer plantel y Promesas.
Ambas derrotas no serían más que eso si no fuese porque la mala suerte, o el destino, se cebó con el club de la capital del Pisuerga. Tanto ‘los mayores’ como el Promesas compartieron algo más que el signo definitivo del partido, un uno, una derrota: ambos equipos jugaban contra el líder de sus respectivas categorías, los dos se adelantaron primero en el marcador y los dos fueron ejecutados por viejos conocidos de la parroquia vallisoletana.
Estos dos viejos conocidos no fueron otros que Roger y Dani Aquino. Ambos exblanquivioletas y, sin embargo, dos casos muy distintos. Es posible, incluso, que algunos sectores de la parroquia pucelana no recuerden al segundo de ellos con la elástica del Real Valladolid. No es raro, porque apenas jugó. Dos partidos de Copa del Rey y dieciséis minutos en liga contra el Murcia fue toda la contribución de Aquino a la causa que dirigía Miroslav Djukic y que llevó al equipo a Primera División.
En esos tres partidos apenas sumó 151 minutos. El murciano que venía ‘a romperla’, como se suele decir, no hizo más que demostrar que no era el jugador que prometía cuando debutó en Segunda División con dieciséis años o cuando se acercó a los mil minutos disputados en Primera División con tan solo diecisiete. Pasó desapercibido en un año que los aficionados vallisoletanos recordaran por el buen juego que desplegaba aquel equipo, cuando «éramos Valladolid» o cuando fuimos #SoldadosdeDjukic…
De hecho, tan poco convenció aquél año que solo ha vuelto a jugar una temporada más en Segunda División. Tras dejar el Real Valladolid fichó por el Oviedo, en Segunda B, pero a mitad de temporada, y tras no tener una gran continuidad con los carbayones, se fue al Atlético de Madrid C. Tras medio año en Tercera, ascendió al filial colchonero para retornar a la Categoría de Bronce. Dos años en ese equipo, veintisiete goles y varios entrenamientos con el Atleti de ‘El Cholo’, con el que llegó a debutar, pero se vio sin la progresión deseada y volvió a cambiar de aires, de vuelta a Castilla y León.
El equipo elegido fue el Numancia, club con el que militó la temporada pasada en Segunda División y que, pese a participar en veintiocho partidos, solo fue cuatro veces de la partida anotando un gol en 628 minutos de juego.Por eso, buscando sentirse importante, ha vuelto a la categoría de bronce de la mano del Racing de Santander.
Con los cántabros, efectivamente, está siendo un jugador clave y ya lleva seis tantos en ocho encuentros. Curiosamente, cada vez que Aquino ha visto puerta esta temporada su equipo ha sumado puntos, mención especial a sus dos goles al Promesas que mantienen a su equipo en lo alto de la tabla.
El mal fario del Pucela esta jornada no finalizó ahí. Los de Paco Herrera necesitaban los tres puntos como el que espera que llueva en mayo. Pero no era fácil. Delante estaba el sólido líder de la categoría, el Levante. Por una vez la suerte dio la cara al Rea Valladolid y, en un rebote Iván López se metía en propia puerta cuando no habían transcurrido ni cinco minutos.
Pero por allí estaba ‘Billy el Niño’, ‘El Pistolero’; Roger. Casi sin querer y pidiendo perdón, el punta valenciano primero arrodilló al Pucela con un golazo que puso el empate y a poco del final dio el tiro de gracia a los blanquivioletas con un tanto de penalti que, al igual que el primero, no celebró por respeto a un club al que tiene mucho cariño.
El caso de Roger es bien distinto al del anterior ex, a la par que más que conocido por los seguidores vallisoletanos. Criado entre las canteras del Valencia y del Levante, salió cedido primero al Zaragoza y después al Real Valladolid donde al igual que Dani Aquino en su día esperaba explotar.
En la 2014/15, cuando el conjunto dirigido por Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ empezaba a carburar en parte gracias a sus goles, cayó lesionado del ligamento en un partido ante el Sporting de Gijón y se perdió casi toda la temporada.
Regresó al Levante, en Primera, pero no encontró su sitió. Deyverson, Morales, Casadesús y finalmente el fichaje de Rossi cerraron del todo la puerta a Roger. En el mercado invernal, el valenciano mostró su deseo de volver a Pucela para devolver todo el cariño que mostraron todos los estamentos del club durante su lesión. El equipo se salvó y casi dando gracias.
Uno con más rabia, otro con más pena, lo cierto es que dos ex del Pucela han complicado las situaciones de las dos primeras plantillas blanquivioletas que ya ven el descenso pisando los talones.