Los de Paco de la Fuente golean a los de Guti en la primera mitad y resisten en la segunda

Pocas veces la afición que frecuenta Los Anexos disfrutará tanto ante un rival de enjundia como es el Real Madrid como lo hizo el mediodía este sábado. Sus chicos, los blanquivioletas, consiguieron los tres puntos gracias, principalmente, a los que a buen segurom cuando finalice la temporada, serán 45 de los mejores minutos de todo el curso.
Y es que, aunque después hubo que sufrir, el Real Valladolid se hizo merecedor de la victoria después de borrar del mapa al Real Madrid en la primera parte. Cierto es que los de José María Gutiérrez ‘Guti’ lo pugnaron tras el descanso y hasta el final, pero, antes, los tres goles puede decirse que fueron incluso pocos.
Debido al nivel ofrecido por los pupilos de Paco de Fuente, altísimo, nada habría pasado si se hubiera llegado al tiempo de asueto con una ventaja de cinco o seis goles para los locales.
Sorprendió el Pucela al líder, y de qué manera. Se plantó en un 4-2-3-1 claro, con un bloque alto que alternaba la presión sobre la salida con la espera en tres cuartos. Mimado en otras ocasiones, el balón no era una necesidad, sino una herramienta para dañar al rival a través de los tres puñales con los que contaban los locales en tres cuartos: Juan por un lado, Sinisterra por otro y Mito por detrás de Miguel, la referencia.
Pronto, en el minuto dos, ‘El Rayo’ Sinisterra profundizó por izquierda y avisó con un centro que se perdió por el lado contrario. Y para ver el uno a cero no hubo que esperar mucho más. Mito, en zona de tres cuartos, aprovechó un error del guardameta Belman (hijo del que fuera portero del Real Valladolid) y abrió la veda a los cinco minutos.
Fue el comienzo de su exhibición. En adelante, el salmantino cuajó una grandísima actuación, cómoda, y eso que acababa de salir de una lesión, como reconocería luego su entrenador. Hambriento, lució y se lució con espacios, ya que como el Real Madrid acumulaba hombres por delante del balón y lo perdía pronto, el ’10’ se encontraba un horizonte abierto después de cada recuperación.
Como el Madrid es siempre el Madrid, tuvo alguna ocasión. Dani Gómez remató a la red en fuera de juego y Echu lo intentó en un testarazo, pero para cuando lo hizo Juan ya se había soltado y ya había dispuesto de su primera oportunidad, tras un robo a Zabarte. El vallisoletano y Sinisterra habían intercambiado las posiciones y eso hizo crecer a los dos. Poco después sería Miguel quien se plantaría frente al meta rival, que salvó el gol.
Sinisterra estuvo cerca de aprovechar un servicio del ‘nueve’, que aunque no marcó cuajó un encuentro meritorio, de mucho trabajo, en el preludio del dos a cero. Bruno recuperó la pelota en el inicio del campo rival y la puso al costado derecho, donde caía Mito. El charro condujo por fuera y vio el movimiento genial de Juan a la frontal, a donde fue cuando lo normal quizá fuera ir adentro. De volea, la engatilló e hizo un golazo que hacía justicia al fútbol.
Porque es verdad que la posesión era visitante, pero el dominio, territorial e incontestable, era de los locales. Tanto que el marcador se quedaba corto. Antes del descanso, Juan se la dio a Sinisterra a la espalda de los centrales y el colombiano hizo el tercero, que también supo a poco, porque era tal la exhibición… Los de Paco de la Fuente dieron una lección de dominio sin cuero, de mando desde la pizarra.
No es que el Real Valladolid estuviera cerrado; al contrario. Muy junto, muy adelante, bien plantado en tres cuartos de campo, no se dedicó a defender, sino a atacar, aunque fuera el esférico de un Real Madrid completamente desarbolado que, no obstante, mejoraría en la segunda parte. Tanto que rondó el empate. Porque, decíamos, el Madrid es siempre el Madrid.
Guti hizo dos permutas nada más reanudarse el encuentro, que llevaron a Óscar a la base. Los merengues dieron un paso adelante a la vez que los blanquivioletas lo dieron atrás, en contra de los deseos de su técnico, que advertía a voz en grito en los primeros compases que no debían hacerlo. Se vieron obligados, no obstante, por un rival ansioso, enrabietado.
Pronto, a los ocho minutos de la reanudación, llegó el tres a uno, obra del citado Óscar, de falta directa. Entonces los aficionados, que habían visto como Alberto casi marca antes, empezaron a mirarse como diciendo «verás tú ahora». Los merengues se volcaron y Chanza tuvo que aparecer, por ejemplo, en sendos disparos de Franchu y Zabarte, mientras sus compañeros acusaban la fatiga.
Con todo, el Pucela pudo rematar el partido con un cuarto gol, que fue incapaz de marcar. Bruno, con una amarilla prácticamente desde el encuentro, lo que le penalizó con el paso de los minutos, pudo marcar por tercera jornada consecutiva en casa, y por tercera jornada consecutiva en casa a balón parado. También luego estaría cerca Fábio, aunque su jugada, a trompicones, fue cortada por la zaga.
Entretanto, el reloj fue corriendo y por momentos pareció que aquello se iba a acabar así, aunque gracias a una acción individual de Franchu Ousama acortó distancias. Quedaban entonces once minutos, los suficientes como para que a los chicos de Paco de la Fuente se les escaparan dos puntos. El Real Madrid siguió encimando y el Real Valladolid intentando desasirse de su dominio con agobio y con pelotazos.
Una vez escuchado el silbatazo que puso fin a los noventa y tantos minutos (cinco de más, en el caso de la segunda parte; excesivos), la afición y el equipo explotaron de júbilo como si fueran uno después de haber hecho buena una primera mitad exuberante, antológica, incluso, puesto que el juego fue tan bueno que se recordará mucho tiempo en Los Anexos (o debería, al menos).
De esta manera, los vallisoletanos mantienen su feudo inexpugnable, tras alzarse con los nueve puntos puestos en juego en casa. Falta ahora mejorar el acierto fuera para terminar de crecer y situarse en las posiciones altas de la clasificación. Algo que, visto lo visto, por potencial, podrían.
Real Valladolid: Chanza; Apa, Pablo, Prados, Nieto; Bruno, Cisneros (Abel, min. 62); Sinisterra (Fábio, min. 73), Mito (Rivera, min. 57), Juan; y Miguel (Maxi, min. 66).
Real Madrid: Belman; Zabarte, Manu, Álex (Javier, min. 46), Fran (Ousama, min. 66); Martín, Toni (Franchu, min. 46); Alberto, Óscar, Echu; y Dani (Bravo, min. 77).
Goles: 1-0, min. 5: Mito. 2-0, min. 40: Juan. 3-0, min. 42: Sinisterra. 3-1, min. 53: Óscar. 3-2, min. 79: Ousama.
Árbitro: Pablo Javier Hernández Álvarez, del colegio vallisoletano, asistido desde las bandas por Mariyán Simonov Todorov y por Víctor Revuelta Santos. Amonestó a los locales Bruno, Miguel, Rivera y Abel y a los visitantes Franchu y Manu. Expulsó a Raúl Zarzuela, preparador físico local, y a José Alberto Hernández, encargado del material blanquivioleta.
Incidencias: Encuentro disputado en Los Anexos, correspondiente a la quinta jornada de la División de Honor. Aunque televisado por RMTV, contó con mucho público en una mañana soleada.