El Real Valladolid regresa este martes al Ángel Carro, feudo donde no ha ganado aún, tras más de 250 minutos sin ver puerta

Si bajan aguas revueltas para el Real Valladolid tras las dos derrotas consecutivas en la liga, agárrense que vienen curvas. Los de Paco Herrera visitan este martes el campo del CD Lugo, lugar donde no saben todavía lo que es sumar los tres puntos. Si hay un campo que los jugadores de la plantilla blanquivioleta no querrían pisar en este momento, ese es el Ángel Carro. Al menos si de los datos nos fiamos.
El Real Valladolid buscará la primera victoria en Lugo en un momento más que delicado para la plantilla. Las dos derrotas siembran las primeras dudas entre la afición, pero todavía existe mayor preocupación por la falta de gol. Ya son 254 minutos los que el equipo lleva sin ver puerta, aunque no es la primera vez que esto ocurre en fechas recientes. En la temporada pasada transcurrieron 293 minutos en los que el Pucela no marcó, aunque bien es cierto el contexto no era tan dramático. En esa ocasión no fueron dos derrotas, sino sendos empates sin goles. Más aún en la 2014/15, cuando pasaron hasta 339 minutos sin meter gol.
Y en este río revuelto, el Valladolid viaja a tierras gallegas. En una situación en la que, de momento, el Lugo en casa no sabe lo que es perder, y el Valladolid a domicilio no conoce lo que es ganar. Y hasta el momento, ninguna victoria en el Ángel Carro. Bien es verdad que solo han sido tres los enfrentamientos entre ambos en ese estadio, con un balance de dos empates y una victoria por la mínima para los gallegos.
El primer duelo tuvo lugar en la temporada 1992/93, y acabó con el mismo marcador con el que empezó (0-0). Hasta la 2014/15 no volvieron a coincidir en la categoría, y en esa campaña los lucenses se llevaron la contienda con un gol de Carlos Pita en los minutos finales (1-0). Pero sin duda el duelo más polémico se produjo en la pasada campaña.
El Real Valladolid llegaba decimosexto. En un campo casi helado y con poco más de dos grados de temperatura, el Pucela supo sacar petróleo de un encuentro en el que las numerosas bajas que arrastraba y la polémica actuación arbitral pusieron las cosas cuesta arriba. El Lugo marcaba poco después de una más que rigurosa expulsión de Mojica. Aun así, el Valladolid no cesó en el intento y rescató un punto gracias a un penalti que transformó Guzmán (1-1).
Aunque dejando de lado las estadísticas, nadie puede negar que el arranque liguero del CD Lugo resulta sorprendente, a la par que admirable. Se trata de un equipo que tiene como aspiración evitar el descenso y que se sitúa ahora mismo en puestos de play-off y con dos victorias seguidas, sin encajar un solo gol en ellas. Los de Sampedro vienen de derrotar de forma contundente al Elche y pretenden seguir con la racha.
Todo un reto para los de Herrera, que tienen una revancha –o una nueva oportunidad– ante los lucenses, en el peor o mejor momento –según se mire– para dar fin a esa racha. Si pierden, se acumularía una losa de tres derrotas consecutivas, y se seguiría sin romper la maldición. Si ganan serán tres puntos, y el aliciente de haber ganado en el campo maldito, el Ángel Carro.