La segunda unidad blanquivioleta superó por cero goles a dos a la Arandina CF
Foto: Víctor Álvarez
Misión cumplida. El Real Valladolid visitaba la Villa de Aranda con el objetivo de dar minutos a los menos habituales y reafirmar sensaciones tras la derrota ante el CD Tenerife. Un gol de Dejan Drazic y otro, de penalti, de Juan Villar fueron suficiente para conseguir derrotar al anfitrión, la Arandina, que días atrás había sucumbido en encuentro de liga frente al Real Valladolid Promesas.
Con un once, a priori, formado por los menos habituales, el Real Valladolid fue capaz de dominar a la Arandina. Junto a los teóricos suplentes del primer plantel, Herrera contó con un improvisado Arroyo como central, quien no sufrió apuros salvo en una oportunidad de Jefté. El delantero arandino remató un centro desde la derecha, de espaldas a portería, y a punto estuvo de batir a Pau Torres.
Poco a poco, el conjunto blanquivioleta –que vestía de negro– fue madurando el partido hasta el punto de encontrar muchos espacios a la espalda de la línea de cuatro blanquiazul. Drazic fue un auténtico quebradero de cabeza, buscando siempre con buenos movimientos el desmarque hacia portería. En una de esas situaciones, previo pase de Iban Salvador, llegó el primer tanto visitante.
El serbio se plantó solo ante Zabal y no titubeó a la hora de definir el mano a mano. Levantó el balón, de cuchara, por encima del guardameta arandino para poner así tierra de por medio en el marcador a favor del Real Valladolid. El propio serbio lo volvió a intentar tras pase de Guzmán sin la misma fortuna que en la jugada del gol mientras que Iban Salvador también probó suerte con un disparo desviado.
El regreso de Juan Villar
Minuto 54. Iban Salvador sacó de quicio a los defensores de la Arandina y estos intentaban provocarle y buscarle las vueltas como muchas otras veces se ha visto ya. Parece que la situación le gusta al hispano-guineano porque todos los días vive la misma película. No obstante, en esta ocasión, Paco Herrera anduvo rápido a la hora de realizar la sustitución. Juan Villar por el propio Iban.
El onubense regresó tras diez minutos de segunda mitad con un objetivo entre ceja y ceja: sentirse como uno más. Rápidamente lo consiguió ya que saltó al campo un minuto antes del penalti cometido por el guardameta Zabal a Drazic, quien dribló al portero arandino con mucha facilidad. El balón tenía dueño: Juan Villar.
El extremo aprovechó el regalo del serbio y batió con mucha seguridad a Zabal en la pena máxima para poner la ventaja en dos goles favorable al Real Valladolid. Los dos protagonistas del gol –Dejan Drazic y ‘El Duende de Aroche’– congeniaron bien sobre el terreno de juego y se estuvieron buscando continuamente para intentar incrementar la renta vallisoletana.
El partido iba decayendo y la Arandina comenzaba a incrementar su dureza sin, afortunadamente, mayores consecuencias que las correspondientes sanciones disciplinarias de Cid Camacho. Para terminar, Herrera puso la guinda al pastel al hacer debutar a Dani Hernández con el primer equipo del Real Valladolid. Buenas sensaciones del primer plantel vallisoletano para el partido del fin de semana y un trofeo más para la galería.
Arandina CF: Zabal; Edu Payá (Carlos, min. 46), Charlie (Rubén Garcés, min. 28), Sergio Noche, Mauri (Óscar de Frutos, min. 46); Pablo Trigueros (Saúl, min. 46), Alberto Plaza, Leo Ramírez (Ander, min. 68); Ruba, Jefté y Víctor (Javi López, min. 46).
Real Valladolid: Pau Torres (Dani Hernández, min. 68); Markel, Arroyo, Guitián, Ángel; Luismi, Zambrano, Sergio Marcos; Guzmán (Mario Gómez, min. 73), Iban Salvador (Juan Villar, min. 54), Drazic.
Goles: 0-1, min. 23: Drazic. 0-2, min. 57: Juan Villar, de penalti.
Árbitro: Germán Cid Camacho. Auxiliado por Óscar Martín Pérez y Néstor Holgueras. (colegio castellano-leonés). Amonestó a Zabal, Saúl, Alberto Plaza, y Carlos, por parte de los locales, y a Ángel, por parte de los visitantes.
Incidencias: Partido correspondiente al Trofeo Virgen de las Viñas. Encuentro homenaje a Antonio de Santiago, con motivo de las fiestas patronales de Aranda de Duero (Burgos) disputado en El Montecillo ante unos 400 espectadores.