El canterano del Athletic Club busca consolidarse definitivamente en las filas del Girona CF después de tres años en la categoría

Actualmente, uno piensa en un buen lateral y se le vienen a la mente carrileros con recorrido como Dani Carvajal, Cafú, Marcelo… Pero hace no tanto, esta demarcación era una prolongación de los centrales. Es más, el grandísimo Paolo Maldini era un híbrido entre central y lateral. Y es que, siendo rigurosos, esa es la principal acometida de un defensa: defender.
A pesar de esto, el fútbol evoluciona. Y ahora, los entrenadores buscan futbolistas que puedan jugar en el mayor número de posiciones posibles, como se puede ver reflejado en el jugador del FC Barcelona Sergi Roberto. Comenzó de interior y ha acabado jugando y consagrándose como un fantástico lateral derecho con gran recorrido, lo que le ha llevado incluso a la selección española.
No obstante, el protagonista de esta pieza sigue fiel al fútbol de antes. Es un lateral comedido a la hora de subir si le toca ocupar la banda y contundente si actúa de central. No es otro que Jonás Ramalho (Barakaldo, 1993). El hispano-angoleño es propiedad al Girona CF desde el mes de junio de este mismo año, aunque anteriormente ya vistió la camiseta rojiblanca en las temporadas 2013/14 y 2014/15 cedido por el Athletic Club. En estos dos cursos disputó 71 partidos, demostrando su polivalencia en el lateral derecho y en el eje de la zaga.
Como uno de tantos futbolistas, Jonás salió de la cantera de Lezama, en la que ingresó con diez años. En poco menos de un lustro, más concretamente un veintisiete de febrero del año 2008, debutaba con el primer equipo del Athletic en un partido amistoso.
Esta fecha fue importante por dos grandes motivos: el primero, convertirse en el primer futbolista de raza negra en debutar con el primer equipo bilbaíno, y el segundo, por ser el jugador más joven en hacerlo. Ya que por aquel entonces el baracaldés tenía 14 años, ocho meses y diecisiete días. Por este último hecho se armó bastante revuelo, ya que no dejaba de ser un niño compartiendo cancha con gente que le doblaba en edad.
Su rendimiento no ha destacado solamente a nivel de clubes, ya que en 2009 participó con la selección española sub 17 en la Copa del Mundo de Nigeria. Y también participó y se proclamó campeón de Europa con la selección sub 19 en 2011 (jugando solamente un partido) y en 2012 (teniendo una actuación más que destacada).
Pero como en el deporte no todo es gloria, Ramalho también pasó por una etapa muy complicada cuando, vistiendo la camiseta del Girona, sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, otra rotura del menisco interno de la misma articulación y edemas óseos en la zona del fémur y la tibia.
Tras este incidente que le tuvo en el dique seco durante seis meses, el Athletic Club lo renovó un año más, como ha hecho esta semana Osasuna con Javi Flaño. Tras recuperarse de la lesión, formó parte de la plantilla que ganó la Supercopa de España al Barça y participó en la segunda mitad de la pasada temporada en el periplo del Bilbao Athletic por la división de plata del fútbol español.
Sin embargo, para esta temporada que acaba de empezar ha vuelto a las filas del conjunto de Pablo Machín, que está jugando con una línea de tres atrás y, tras encajar tres goles en la primera jornada, fue sacrificado el anterior fin de semana, puesto que Pedro Alcalá ocupó su puesto en el centro de la zaga.
Así que, si Pablo Machín lo estima oportuno, Ramalho tendrá que vérselas con Mata (si el entrenador soriano lo ubica en la banda derecha y el delantero blanquivioleta parte desde ahí) o con Ibán Salvador (si por el contrario vuelve al centro de la línea defensiva). Lo que está claro es que, si es que juega, ninguno de los blanquivioletas lo va a tener fácil con el exleón, ya que tras tres temporadas seguidas jugando en LaLiga 1│2│3 es de los defensas más prometedores de la categoría.