El guardameta del Atlético Tordesillas y el del Real Valladolid todavía no han encajado un gol en liga

Tanto Atlético Tordesillas como Real Valladolid están, tras la disputa de la segunda jornada liguera, invictos e imbatidos. Este último aspecto, que puede llegar a parecer anecdótico, es, en parte, culpa de los dos hombres que defienden la portería de sus respectivos equipos: Farolo y Becerra.
Existe el tópico entre los porteros de restarse importancia en este tipo de situaciones, otorgando la mayor parte del reconocimiento del logro a su defensa. Y tienen mucha razón, aunque en el caso de los dos metas que nos ocupan no deberíamos restarles ni un ápice de importancia en aquello tan importante que es no encajar gol.
En el caso del portero tordesillano, las dificultades físicas que atraviesa en su rodilla otorgan un mayor valor al mantener su portería imbatida. Para ello, realizó paradas de gran mérito en los momentos más importantes frente al Real Ávila y al Mirandés B.
Tras la llegada de Sergio, exportero del Real Valladolid Promesas, al Atlético Tordesillas, Roberto Lobato tendrá una dura competencia por el puesto, toda vez que se presume que el nuevo integrante de la plantilla de Jesús Turiel tendrá que disponer de minutos, premisa que se apunta válida para su llegada.
Con ventaja, pero también con dura competencia (Pau Torres), parte Isaac Becerra en el Real Valladolid. Su equipo no ha logrado hacer pleno de victorias como sí ha hecho el Torde, pero es junto con el Levante, líder de LaLiga 1|2|3, el único imbatido (el Tordesillas acompaña a Unionistas, también colíder, en este apartado).
Las paradas de Becerra en el primer partido de liga frente al Real Oviedo ya figuran en la memoria del aficionado blanquivioleta de la temporada 2016/17. No solo por su espectacularidad y eficacia, sino, también, por aparecer en el momento oportuno.
Eso, unido a su buen desempeño, sobre todo en los balones aéreos, en Vallecas, hacen que hoy por hoy no exista ninguna duda sobre quién ocupará la portería del Real Valladolid frente al Girona, exequipo, además, de Becerra.
Si la construcción de un equipo bien conjuntado debe hacerse desde atrás, desde los cimientos, qué decir de la importancia que tiene comenzar no encajando para dos conjuntos que, presumiblemente, lucharán por estar lo más arriba posible. O lo que es lo mismo, qué decir de la importancia de Farolo y Becerra para sus equipos.
Los puntos cosechados hasta ahora están directamente apoyados en sus actuaciones, pero muchos de los que más adelanten lleguen, también, puesto que la confianza que un buen portero otorga a un equipo no solo repercute en sus acciones directas, también en el buen hacer del resto del equipo.