El equipo afronta la recta final de pretemporada entre ejercicio, presentaciones y un nuevo fichaje
Foto: Alba Oliveros
Miércoles de tremenda actividad para el Real Valladolid en lo que está siendo una de las pretemporadas más activas de los últimos años. La jornada comenzaba con una noticia repentina que apenas dejó tiempo para los comentarios, pues el anuncio pilló desprevenidos a muchos: Míchel Herrero, jugador procedente del Guangzhou chino, se convertía en nuevo jugador del conjunto pucelano hasta el 2019. El futbolista se ha saltado el clásico protocolo de presentación y lo primero que ha hecho como blanquivioleta es salir al campo a entrenarse bajo las órdenes de Paco Herrera.
Al mismo tiempo que los chicos se ejercitaban, en la sala de prensa del estadio José Zorrilla daba comienzo la presentación de Alex Pérez, uno de los recién incorporados que se ha ganado formar parte de la plantilla por su esfuerzo y casi cabezonería. El zaguero, que empezó la preparación en un segundo plano, ha ido sumando adeptos hasta convencer tanto al míster como a la dirección deportiva.
Como siempre ocurre en este tipo de actos, Braulio Vázquez abrió la rueda de prensa con una rápida descripción del futbolista y la satisfacción que le producía tener a este entre sus filas: «Es un jugador muy polivalente y que nos viene genial. Estamos muy contentos con su incorporación», expresó.
Seguidamente, Alex Pérez recogió el testigo y se enfrentó a una rueda de preguntas de las cuales la mayoría se enfocaron a descubrir el porqué de su apuesta por el Real Valladolid, dado que fue él quien se ofreció al club a través de sus representantes. La respuesta del futbolista fue clara: «No me lo pensé, es un equipo histórico que va a luchar por el ascenso».
Pero ese deseo irrefrenable por ascender aún se mira con ojos cautos, sobre todo tras el fiasco de la anterior temporada. El madrileño asegura que los objetivos están muy claros, aunque en el vestuario se prefiere hablar del partido a partido, de tener los pies en el suelo e ir paso a paso.
La oportunidad de que el defensa formara parte del Pucela estaba condicionada a su rendimiento durante estas semanas de preparación. Así se lo explicó su nuevo entrenador, Paco Herrera, del que admira su estilo de juego. Un estilo en el que se siente cómodo. «Me gusta sacar la pelota desde atrás», afirmó.
Con la línea defensiva totalmente renovada, este ‘grandullón’ de 1’91 metros y 86 kilos tendrá que competir por un puesto en el once titular, algo que asegura no le preocupa pues la competencia es sana: «Hay gente de gran calidad en mi puesto y la competencia va a ser muy buena».
Para finalizar la presentación volvió Braulio a escena para ofrecer su visión de este Real Valladolid a poco más de cuatro días de su tan esperado estreno. El director deportivo fue breve pero conciso y su mensaje no dejó indiferente a nadie. «La plantilla no está cerrada para entradas ni para salidas», apuntó.
Respecto a las salidas, Braulio trató de suavizar sus palabras, consciente de que muchos futbolistas que aún siguen vinculados al club, abandonarán la entidad en los próximos días. De los descartados, así los llamó, dice que conocen perfectamente la voluntad del equipo, por lo que se está trabajando en buscar las mejores soluciones. A pesar de todo, su conclusión final sí deja lugar para especulaciones. «Aún faltan quince días de mercado, ya veremos», concluyó.
Míchel, anunciado y a correr
No había pasado ni una hora desde que el Real Valladolid confirmara a Míchel Herrero como nuevo fichaje y el centrocampista ya se estaba preparando para entrenarse con el resto de sus compañeros.
Con el debut en el horizonte y la ilusión de una trepidante campaña, el primer equipo preparó la mañana de este miércoles el partido frente al Real Oviedo. La sesión discurrió con normalidad y solamente Juan Villar, que realizó la primera parte del entrenamiento y Lichovsky, reunido con los fisioterapeutas, difirieron ligeramente la tónica del entrenamiento.