El Real Valladolid se lleva la XLIII edición del Ciudad de Valladolid al vencer en los penaltis al Deportivo Alavés (3-2)

El Real Valladolid finaliza la pretemporada logrando, por vigésimo tercera vez, el Trofeo Ciudad de Valladolid. Los de Paco Herrera se impusieron en una errática tanda de penaltis al Alavés, tras un igualado choque que concluyó con empate a uno.
El partido ante los vitorianos ha servido al técnico pucelano como último ensayo para preparar el debut liguero ante el Real Oviedo. El barcelonés probó con un once que diferirá muy poco del que alineará frente a los carbayones. Y es que el ex de Las Palmas tiene ya tres bajas confirmadas para este encuentro: Joan Jordán, lesionado, y Balbi y Sergio Marcos, sancionados. Por este motivo los dos últimos no han estado en el once ante los vascos.
Herrera ha alineado en la primera mitad a: Becerra; Moyano, Lichnovsky, Rafa, Ángel; Alex López, Leao, Renzo Zambrano; Juan Villar, Mata e Iban Salvador. El sistema utilizado en los primeros compases ha sido el 1-4-3-3.
Los blanquivioletas trataron de llevar la manija del encuentro liderados por André Leão y, sobre todo, por un omnipresente Alex López. El gallego ha cogido el testigo del añorado Álvaro Rubio y se ha erigido como el timón de este nuevo Pucela.
Un Real Valladolid que, por lo visto ante el equipo dirigido por Mauricio Pellegrino, sufre mucho sin balón. Y es que el Alavés trató de llevar la manija del partido y la presión blanquivioleta no fue suficiente para dificultar los acercamientos de los vitorianos a la portería pucelana. La defensa local tuvo, en esa primera mitad, más trabajo que el deseado. Rafa y, sobre todo, Lichnovsky realizaron un gran encuentro, destacando especialmente las coberturas realizadas a Ángel, superado en diversas acciones.
En una de ellas, mediada la primera mitad, Ibai Gómez consiguió sacar el centro desde la banda derecha y el incombustible Toquero se encargó de rematarlo con la testa. El balón entró en la portería ayudado por un error de Becerra.
Paco Herrera realizó una permuta de posiciones. Iban Salvador, que se las vería tiesas con Alexis, pasó a jugar de «nueve», mientras que Mata se fue a la banda izquierda. El propio Mata estuvo a punto de empatar el encuentro poco antes del descanso, pero no se mostró afortunado en el remate tras una buena acción personal.
En el descanso, el técnico pucelano varió el sistema (pasando al 4-4-2) e introdujo dos cambios. Pau Torres y Jose sustituyeron al desafortunado Becerra y Renzo Zambrano, respectivamente. Precisamente, la entrada del canterano revolucionó el partido. Jugó en punta junto a Iban Salvador (Mata continuó en la izquierda) y se echó al equipo a las espaldas con su desparpajo y entrega.
Tan solo seis minutos después de la reanudación, el Real Valladolid lograría el empate tras una magistral falta botada por Alex López, que fue muy bien rematada por el chileno Lichnovsky, sin duda los dos mejores de los locales en el encuentro y cuya conexión a balón parado puede ser clave esta temporada.
A partir de aquí poco más a destacar. Pau Torres salvó al Real Valladolid con una extraordinaria intervención demostrando que va a tratar de ponérselo más difícil de lo que se presumía al técnico catalán. Un Paco Herrera que aprovechó el encuentro para hacer pruebas, como la de situar unos minutos a Alex Pérez en el centro del campo. El Real Valladolid terminó el encuentro con 1-4-2-3-1 (Pau Torres; Moyano, Lichnovsky, Alex Pérez, Balbi; Alex López, Luismi; Villar, Sergio Marcos, Mata; Jose).
Finalmente, el partido se resolvería en la tanda de penaltis. Por parte del Real Valladolid anotaron Álex López, Sergio Marcos y Juan Villar; y erraron Luismi y Álex Pérez. Tras este último ensayo, el Pucela ya tiene la cabeza puesta en el debut liguero en Zorrilla ante el Oviedo (el domingo que viene a las 22:30 horas). Comienza lo bueno.