Ese es el número de jugadores que ocupan esta posición que han militado en el Real Valladolid desde la temporada 2010/11

«Se busca pareja de centrales para controlar el centro de la zaga blanquivioleta durante los próximos años, únicos requisitos: Ser sólidos, no cometer errores de infantiles, y estar compenetrados. Razón: Estadio José Zorrilla».
Así podría ser perfectamente el anuncio por palabras que pondría Braulio Vázquez en los periódicos, estilo vintage, para intentar encontrar solución al acuciante problema que ha venido atravesando el Real Valladolid en el centro de la defensa y que este año se intentará solventar por medio de al menos tres caras nuevas (está por ver qué pasa con Álex Pérez, a prueba).
Y es que en las últimas siete campañas, desde la temporada 2010/11 y contando la actual, han pasado por el club nada menos que veintiún centrales. De esos veintiún solo ha habido dos que hayan estado en el club más de tres temporadas, Marc Valiente y Jesús Rueda, los cuales ya no están en el equipo, lo que denota una alarmante falta de estabilidad en una zona esencial del campo, además de poner de manifiesto los errores a la hora de cubrir esta.
Teniendo en cuenta que se espera la marcha de Samuel Llorca, desde que se fueron Rueda y Valiente, a finales de la 2014/15, los centrales del Real Valladolid habrán cambiado cada año. Si el curso pasado llegaron dos centrales puros y otros dos ocuparon dicha demarcación sin serlo, este año hasta el momento son tres los fichajes llegados para este puesto.

Cuando minutos no es
igual a estabilidad
En estas temporadas pasadas, la pareja Valiente-Rueda ha sido la predominante, aunque no siempre esto fue igual a tener estabilidad. De hecho, no se puede decir que disponer de minutos signifique eso, a tenor de lo visto.
Estando ellos dos, en la 2010/11, solo Jordi Figueras sumó más de 2.000. A mayores, jugaron también César Arzo, Raúl Navas, Juanito y Fábio Faria, y ni por esas.
En la siguiente, la 2011/12, Marc Valiente dispuso de que 3.272 minutos, por los nada menos que 3.867 de Rueda. Con Juanito como tercer central y Mongil como eventual apoyo, fue uno de los cursos en los que mejor ha funcionado recientemente esta parcela central, junto al siguiente, ya militando en la Primera División, en la que Henrique Sereno sustituyó al excampeón de Europa y el Real Valladolid se salvó de manera holgada.
En la última temporada de esta pareja, en la 2013/14, estuvieron solos hasta la llegada de Mitrovic. Cuando uno de ellos no estaba, era Peña quien obraba como central. Aunque no por su culpa, o no solo, la cosa no fue bien y, de la mano de Juan Ignacio Martínez, los blanquivioletas no pudieron evitar el descenso a Segunda.
Para no repetir errores llegaron Chus Herrero, recomendado por Rubi, y Samuel Llorca. Dieron profundidad y aliviaron de minutos las piernas de los dos titularísimos, que sin embargo jugaron el equivalente a más de treinta partidos: 2.701 minutos Valiente y 2966 Rueda. En esta cuenta se incluyen los play-off… y entre los centrales cabe contar a Casado, que debutó ante el Llagostera (y luego desapareció).
Pero el mayor de los desastres fue el del año pasado. No funcionó nada, y esta parcela no iba a ser más que otras. Aunque Hermoso jugó más que Valiente el año anterior y Marcelo Silva anduvo cerca, lo cierto es que jugaron porque no había más… o sí, pero tampoco los mejoraba. Samuel, en su segundo curso (y último, aunque todavía no se ha ido) siguió sin convencer, Hermoso solo fue un proyecto y Timor un parche que tampoco sirvió.
Contados todos salen dieciocho, a los que hay que sumar los recién llegados: Guitián, Rafa y Lichnovsky. Con ellos la dirección deportiva espera que vuelva la estabilidad a una zona que en lo que va de década ha ido de más a mucho menos; de contar con dos buenos ocupantes, que tuvieron continuidad en el juego y un buen rendimiento.
Viendo los precedentes, será mejor así si el Real Valladolid quiere aspirar a hacer algo en una categoría tan exigente como La Liga 1|2|3. Porque cada vez que esta zona ha funcionado las cosas fueron bien.