Paco Herrera reconoció después del partido contra el Paços de Ferreira que los informes sobre el central a prueba serán positivos, lo que podría convertirle en nuevo jugador del Real Valladolid
Foto: Hai que roelo
Llegados a este punto, en el que el Real Valladolid cuenta con veintiún jugadores, a la espera de dar salida a varios, puede tirarse de tópico y decir que «antes de entrar hay que dejar salir». Samuel Llorca, Víctor Pérez y Guzmán Casaseca no jugaron en los últimos amistosos y tienen la puerta abierta para marcharse, al igual que Caye Quintana.
Sin contar con estos cuatro, y sí con José, a quien Paco Herrera anunció como jugador del primer plantel, aunque como Caye no aparezca en la relación de efectivos del primer equipo, el técnico catalán se quedaría con dieciocho futbolistas, a los cuales no sería de extrañar que se sumara algún que otro efectivo más.
La marcha confirmada de Vincenzo Rennella abre la posibilidad de traer a otro delantero. Y además está la opción de firmar a Álex Pérez, prolongando así el sorprendente amor de verano. Sorprendente porque en un principio se trataba de un jugador barajado para reforzar el filial, y por tanto menos considerado. Y también porque aunque precisamente en su perfil puede estar la diferenciación que lleve a la firma, choca con lo que se ha venido firmando.
Sin embargo, su rendimiento en este periodo de prueba se puede catalogar como bueno. Aunque no es excesivamente veloz ni destaca por su salida de balón, su contundencia ha convencido a Paco Herrera, cuyos informes son favorables a su fichaje, como reconoció tras el partido ante el Paços de Ferreira.
Esas son sus principales bazas a la hora de convertirse en nuevo jugador del Real Valladolid, llegado el caso. Físicamente es fuerte, potente, no se amilana nada al ir al choque y repele cualquier cosa que vea volar. Prototipo de central corpulento, quizá le falte velocidad y cintura, pero decía Herrera que puede ser útil «para algunos partidos» en campos en los que será necesario tener «juego aéreo, salir de otra manera y jugar arriba».
Ser distinto y tener experiencia en Segunda División pueden contar también como aspectos favorables por los que la dirección deportiva podría decantarse por la cola de león en lugar de por la cabeza de ratón, que es lo que supondría rechazarlo y que el cuarto central sea bien Fernando Calero o bien Mario Gómez (quizá más bien el primero), con quienes la distancia no será muy grande.
Otras pruebas satisfactorias (o no)
Con todo, aunque no es habitual que un conjunto de Segunda División tenga jugadores a prueba, no sería ni el primero (ni el último) que termine este periodo de manera satisfactoria. No hace falta falta mirar a Emana y al Nàstic el pasado año para comprobarlo, basta con quedarse en Valladolid.
En estas condiciones llegó en la temporada 2008/09 el bosnio Haris Medunjanin, después de jugar en el AZ Alkmaar y de ser internacional sub 21 con la selección holandesa. Solo su carácter díscolo y su falta de disciplina impidieron que su fichaje pudiera ser considerado exitoso, ya que calidad tenía a espuertas.
Tiempo después, en la campaña 2011/12, la del ascenso con Djukic al mando, llegaría Ismail Abdul Razak, quien tuvo contrato desde el principio, si bien fue testado durante la pretemporada para ver si su nivel era más apto para el filial o para el primer plantel, con el que se quedaría.
Aquello fue una sorpresa, ya que incluso ante equipos muy inferiores no dio el nivel. No lo fue tanto que ni tan siquiera llegara a debutar, después de que se llegaran a rechazar ofertas para prestarlo a otros clubes. Ascenso al margen, su mayor hito fue disfrazarse de Baltasar en la Cabalgata de Reyes, lo que habla a las claras de sus nulas capacidades.
Si la salida de Haris se puede considerar que fue por la puerta de atrás, la suya fue por la de emergencia, como la de Heinz Barmettler, llegado en el verano previo al descenso, en la 2013/14. El dominicano se mantuvo casi inédito y sucedió al ghanés como rey de los fichajes raros, después de que alguien tuviera a bien declararlo solomillo, cuando era más bien chuleta de plástico. Como el anterior, jamás tuvo oportunidad igual en la élite.
Vistos los dos últimos precedentes, lo normal es desconfiar de cualquier ‘amor de verano’, puesto que los últimos se convirtieron en objeto de mofa o tormento. Fueron como descubrir al volver del pueblo que si cerraba los ojos cuando te besaba es porque uno miraba al Helmántico y el otro a la Nueva Balastera, y además resulta que tiene los pies planos y ronca, cosa que descubriste por su amigo, su primo, con quien sí llegó a intimar, al contrario que tú (encima).
Aquello no se convirtió en algo más (que un error), como sí podría hacer Álex Pérez. Llegada la hora de decidir, son muchos los factores que deben ser tenidos en cuenta durante el proceso de reflexión o estudio, como el económico, además de los antes referidos. Todo para evitar que el llamado cuarto central no se convierta en otro rey mago o en una chuleta de plástico.