El Real Valladolid deja una buena imagen ante el Real Club Celta, pese a la derrota, sobre todo en la primera parte, en la que jugó un once más parecido a lo que podría ser el tipo
Cuando un serbio llamado Miroslav Djukic ocupaba el banquillo del Real Valladolid era una norma no escrita que en la pretemporada el equipo se dividiera entre titulares y suplentes. Tampoco está escrito que sea así con Paco Herrera, pero por lo visto hasta el momento se podría decir que los dos onces diferentes de que dispone se asemejan mucho al teórico titular y a uno de suplentes, edulcorado, quizá, con algún elemento que pueda ser también de la partida.
Bajo esta premisa, saltó al tapiz del Centro de Estágios de Melgaço para enfrentarse al Real Club Celta con un equipo formado por Isaac Becerra; Moyano, Rafa, Álex Pérez, Balbi; Luismi (que fue sustituido por Anuar debido a unas molestias en el aductor), Renzo Zambrano, Jordán; Juan Villar, Iban Salvador y Jaime Mata. Estos once dieron la cara y lograron irse en franquía al descanso, merced al tanto del matador madrileño –solo, a la salida de un córner–, después de cuajar una buena primera mitad.
Aunque fueron de más a menos, los blanquivioletas –quienes estrenaban la segunda equipación– tutearon al ‘EuroCelta’, un rival más rodado, con un partido más a las espaldas y teóricamente superior.
No lo fue en el primer cuarto de encuentro, en el que además del tanto hubo algún que otro acercamiento más que generó tímido peligro, como un disparo de Villar que detuvo Rubén Blanco o la carrera de Iban Salvador frenada en la frontal con una falta. Superado el ecuador de ese primer periodo, el Celta se fue metiendo poco a poco en el partido a base de chispazos que de poco sirvieron, ya que sobre todo Álex Pérez estaba bien atento.
No era para menos que se desasiera del dominio de los de Herrera un conjunto que, sin hacer gran cosa, demostró su condición de ser de Primera, si bien para parecer un ‘EuroCelta’ solvente aún le falta. Porque ni tan siquiera tras remontar hizo gran cosa. Al poco de reanudarse el envite, una acción individual se convirtió en el tanto del empate.
Puede decirse que los suplentes no funcionaron. El once pasó a estar formado por Pau Torres; Markel, Guitián, Calero, Ángel; André Leão, Anuar; Mata, Renzo Zambrano, José; y Caye Quintana. Repitieron, por tanto, Renzo, que se marchó más tarde por un Iban Salvador que volvería a entrar y Mata, por quien entraría Víctor Pérez. Así, se quedaron sin participar Dani Hernández, Mario Gómez, Samuel, Álex López y Sergio Marcos.
A falta de algo menos de veinte minutos para el final, Guitián haría el dos a uno en propia puerta, después de otra acción por la banda de Markel, desacertado, como el propio central. Antes de la acción del canterano Señé había podido marcar Drazic, pero su vaselina se marchó por encima de la puerta de un Pau Torres muy atento.
Con todo, y a pesar del bajón del segundo periodo, en el que los de Paco Herrera se vieron superados, se volvieron a ver retazos de lo que el catalán quiere que sea su equipo, por lo que cabe ser comprensivos con un conjunto que, efectivamente, como decía el técnico en la previa, notó el cansancio. Ahora bien; si su premisa iba cargada de razón, que se prepare el Pontevedra, porque el domingo podría ser ‘reventado’.