El entrenador del Real Valladolid reconoce que el inicio de los entrenamientos ha venido marcado por la ilusión y la intensidad gracias, «sobre todo, a la incorporación de los chicos de la cantera»

Paco Herrera compareció por primera vez desde que ha empezado a trabajar sobre el tapiz como entrenador del Real Valladolid. En una rueda de prensa que rondó la media hora analizó tanto el mercado, en lo tocante a las salidas y llegadas que se esperan, como la situación de diversos nombres propios que están o a los que se podría esperar.
En primer lugar, eso sí, comentó que ha visto «mucha ilusión y mucha intensidad» en el arranque de la pretemporada, «sobre todo por la incorporación de todos los chicos de la cantera». «Lógicamente, tienen que pelear por conseguir un sitio, y lo están demostrando en cada acción. Quieren demostrar que tienen una posibilidad. Eso ayuda», considera.
Por el momento, como «faltan jugadores», no ha entrado a lanzar «ningún mensaje» más que las reglas oportunas de trabajo y comportamiento; ya ahondará en lo táctico «la semana que viene». «Cuando considere que tenemos el ochenta por ciento de la plantilla empezaremos a lanzar otro tipo de mensajes», con el fin de revertir lo «decaído» que ha encontrado al club jugadores aparte.
Los que están (y se espera que no estén)
Por el momento forman parte de su equipo Samuel, Guzmán y Caye Quintana, con los que no cuenta. Después de que se cerniera la duda sobre la figura del delantero onubense y de que Braulio Vázquez no acabara de despejarla del todo este lunes, Paco Herrera fue claro: Está en la misma situación que Samuel y Guzmán», aseveró.
Reconoció que ha «hablado con ellos» y que les ha expresado lo que piensa, «que son jugadores del club, y como tienen contrato», tienen su máximo «respeto». Mientras estén aquí, «van a entrenar» y les va a exigir «igual que a los demás», aunque «ellos saben que sus posibilidades son cero» y que «es muy difícil que su situación se revierta», por lo que entiende que estarán «tratando de buscar una solución».
Si no se diera, ha descartado que pudieran ser apartados o que se fueran a quedar sin ficha. «Si no salen, les he comentado que serán como los demás, en el sentido de entrenar y trabajar, puesto que tienen contrato y el club tiene que respetar eso», algo que él haría también en todo momento, visto lo visto. «No soy partidario de esa medida», declaró.

Otro jugador que podría no contar, tampoco, es Víctor Pérez, que «es un pequeño aparte». Su continuidad no está garantizada y dependerá «del egoísmo» del proyecto; esto es, de la capacidad de encontrar un jugador mejor, algo que el catalán no quiso decir con estas palabras. Le parece «un buen jugador», confirmó, aunque cree que «cuando se toman decisiones respecto a una plantilla ese egoísmo hay que tenerlo y tampoco hay que esconderlo».
Capítulo aparte merece Vincenzo Rennella, con cuya salida no se deja de especular, y sin embargo cuenta. Braulio Vázquez confía en que Herrera lo encauce, por decirlo de algún modo, aunque el técnico no quiere llevar «ese peso encima». Considera que debe pelear «por todos por igual» y que «el primer paso lo debe dar el jugador» a la hora de trabajar y ser uno más.
«Sabemos todos que tiene mucha calidad, aunque es un jugador frío y eso no voy a ser capaz de cambiarlo. No obstante, voy a intentar que consigamos que haga ciertas cosas que serían importantísimas para el equipo. Si lo tenemos al cien por cien, tenemos un pedazo de jugador«, expuso.
Los que están (y son de abajo o cuentan)
Cree que «es muy pronto» para hablar con el italiano y dijo que prefiere hacerlo antes con los jugadores del filial, esos que vienen dando ese plus de motivación en estas primeras sesiones, son aquellos a los que se está dirigiendo «para ir motivándolos, dándoles palmaditas en la espalda y explicándoles cosas» que cree que «hacen mal» y él ha visto en vídeos de partidos. «Prefiero empezar por ahí, porque creo que es con los que más prisa hay; con los otros ya tendremos tiempo», dijo el técnico.
A Anuar, José, Toni y Ángel les conoce «un poco», como a otros que son «de la casa». Conoce un poco menos «a los recién fichados» y en cuyas incorporaciones ha jugado un papel más o menos importante el que trabajaran «una o dos semanas con el primer equipo». Son los casos de Mario Gómez y Fernando Calero, que, sin embargo, «no vienen mal» ante la falta de centrales.
Eso sí, «si vienen los dos centrales lo normal es que no vayan» al stage de pretemporada en Melgaço. Caso contrario que «todos los demás», ya que cree que por «lo poquito» que ha podido ver, «merecen» que los vea más. Es más: ha confirmado que a José no lo ve «en otro sitio que no sea el primer equipo».

Si las cosas salen como desea, compartirá competencia y cartel con Juan Villar, a quien se le vio después de la primera sesión de este lunes charlando con Braulio Vázquez y con quien el entrenador cuenta. «Espero que se quede. Me gustaría que siguiera porque lo considero un jugador muy importante. Perderíamos un valor para un equipo que pretendemos todos que cuando esté confeccionado yo pueda decir que vamos a pelear por estar arriba», ponderó.
Los que se espera que estén (o podrían estar)
Otro jugador cuyo futuro se desconoce pero pronto se desvelará es Álvaro Rubio. Quizá a alguien le puedan sonar a despedida las palabras de Herrera, porque se dijo que quiere «que el presidente esté presente» cuando se tome la decisión definitiva, que no se demorará.
No obstante, no confirmó nada, solo que tomarla le está «costando muchísimo» por lo que dijo en su presentación, que es un jugador al que conoce y valora. «Tenemos que pensar en la persona y la decisión no puede esperar más», recalcó, en todo caso.
Siga Rubio o no, las miras están puestas en un centrocampista «que pueda jugar de enlace con la gente de arriba, que pueda llegar, que sume pases de gol y pueda tener gol». En definitiva, un perfil distinto y que podría cubrir un Álex López que si bien todavía no está del todo descartado, prácticamente.
Además, hay que reforzar el puesto de central, en el que le hubiera gustado que siguiera Marcelo Silva, con quien habló personalmente para decirle que «vería con buenos ojos que continuara». En pasado, definió su situación como «una cosa rara» y dijo que «algo ha debido pasar», puesto que la última información que manejaba era que se iba a ir al extranjero «por una cantidad importantísima», algo que finalmente esto no se ha dado.
Otro nombre propio del que habló fue de Luciano Balbi, jugador argentino de Huracán a quien en su país sitúan en el Real Valladolid de manera inminente. «Se está trabajando en su incorporación desde hace dos o tres semanas», confirmó, a la vez que explicó que aunque es «partidario de que casi todos los jugadores sean españoles, porque conocen la liga y la competición», podría venir por la falta de laterales izquierdos de «un nivel mínimo» para el Real Valladolid.

«Yo he peleado por dos jugadores que he tenido. Uno se ha ido al extranjero y otro por un equipo de Primera División. No es fácil encontrar los jugadores del nivel que queremos, hay que localizarlos donde sea», concluyó en este apartado.
Por ahora, contento con lo que hay
Paco Herrera dijo en su día que querría tener en torno a un setenta por ciento del plantel cerrado cuando comenzara la pretemporada, cosa que no ha sucedido. Aunque no se lamenta, porque conoce el esfuerzo que se viene realizando, ya que desde su presentación ha estado viniendo «tres días por semana» a Valladolid y sabe que el trabajo de la dirección deportiva es «muy intenso».
Además, a pesar de este retraso con «algunas situaciones» que espera que se plasmara, no hay inquietud con respecto a lo que falta por venir porque tiene «la sensación» de que esta semana va a haber «dos o tres incorporaciones», que harán estar cerca de los planes iniciales.
En la defensa es donde menos jugadores hay y, dejando a un lado a Mario Gómez y Fernando Calero, cuenta con solo un central. Así, «tiene que haber incorporaciones atrás y en el centro del campo que den un poco más de fútbol», expone, dos piezas que cree que son las que faltan «para tener una columna vertebral de doce o trece jugadores con los que se podría dar la cara».
En todo caso, cree que no se va «por mal camino», gracias a que si bien faltan cinco o seis jugadores, los que han llegado tienen mucho ánimo, mucha ilusión y son «gente joven con experiencia en Segunda o Segunda B y con fuerza». «Estoy contento», confirmó para acabar su larga comparecencia.