El entorno del jugador afirma que jugará en el Real Valladolid, haciendo bueno el acuerdo alcanzado hace meses

Una vez terminada la temporada con la conclusión del play-off de ascenso a Primera División, se espera que el mercado en Segunda se active de manera definitiva. Y, toda vez que el Girona no ha ascendido, el Real Valladolid reactivará la opción Jaime Mata para su delantera en las próximas fechas. O mejor dicho, verá plasmado el acuerdo que había alcanzado y que estaba a expensas del futuro del Girona.
Mata es una de las opciones preferidas por la dirección deportiva para esta posición. Como desveló El Desmarque, Braulio Vázquez quiso firmarlo con anterioridad, pero, como tenía contrato y el Girona no facilitaba su salida, hasta ahora no había podido concretarse.
Ahora, siempre según el entorno más inmediato del jugador, el fichaje, apalabrado desde hace meses, se convertirá en una realidad y acabará vistiendo la camiseta del Real Valladolid.
Preguntado por este portal, su representante afirmó que en caso de ascenso del Girona renovaría con el club catalán. Después de que haya sido Osasuna quien se ha dado el salto a Primera, la opción de que juegue a las ordenes de Paco Herrera cobra fuerza, hasta el punto de que el anuncio de su fichaje parece solamente cuestión de tiempo.
Si hace semanas fuentes próximas al jugador hablaban de que su fichaje estaba acordado, ahora afirman con rotundidad que «va a jugar en el Real Valladolid», hasta el punto de que, explican, su pareja ha reconocido a sus allegados más próximos que va a vivir en la capital del Pisuerga.
En las dos temporadas que ha jugado en Montilivi el delantero madrileño ha formado parte del once tipo de Pablo Machín, si bien en la recién concluida perdió cierto protagonismo en favor de otros atacantes. Así, durante la promoción ha salido tres veces desde el banquillo y ha jugado un total de 39 minutos, para un total de 41 apariciones y 2.527 minutos (sin contar Copa del Rey).
En su primer curso como jugador rojiblanco marcó doce goles, tres más que en la 2015/16, si bien disputó un partido más –42– y 225 minutos más (2.752). Así, su promedio goleador ha pasado de 229’3 minutos por tanto a 280’8. No obstante, aunque a un delantero se le pide ver puerta, no es esta su principal condición, sino su rapidez, su brega y su caída a bandas.