Nuevo partido sin historia de un Real Valladolid que, por fin, certificó matemáticamente su permanencia en Segunda

El Real Valladolid consiguió en Elche el punto que necesitaba para alejar definitivamente los fantasmas de la Segunda B. Y lo hizo en un partido raro e insulso –fiel reflejo de la temporada–, en el que cada equipo tuvo protagonismo en una parte.
Los blanquivioletas, sin hacer nada del otro mundo, tuvieron más ocasiones que los locales en la primera mitad. Alberto López dispuso el clásico 1-4-2-3-1, destacando la presencia de Tiba como medio izquierdo.
Los primeros minutos estuvieron marcados por varias indecisiones y pérdidas de balón peligrosas en la salida, por parte de Kepa y los zagueros, lo que hicieron que el Valladolid empezará a utilizar un juego más directo con más frecuencia para evitar la presión del Elche.
Una presión de la que careció el Real Valladolid, lo que, unido a la gran distancia existente entre líneas y entre jugadores, hizo que el conjunto franjiverde llegará a las inmediaciones de Kepa con relativa facilidad, aunque sin disponer ocasiones claras de gol.
El primer cambio táctico se dio en el minuto quince. Cuando el técnico irundarra, ante la escasa presencia ofensiva del equipo, optó por cambiar de banda a Tiba y a Del Moral. Una variación que dio un gran resultado, pues Del Moral se convirtió en el jugador visitante que más peligro llevó.
El jugador jiennense se echó al equipo a la espalda y fue el protagonista de las jugadas más destacadas del Valladolid en la primera mitad, destacando la asistencia desde la derecha que dio a Roger en el primer tanto pucelano. El exinternacional pucelano también lo intentó desde fuera del área y con un centro desde la izquierda que fue rematado, sin éxito, por Roger.
Las internadas de Del Moral no fueron las únicas ocasiones del Real Valladolid. A pesar de no realizar un partido destacado, los pucelanos gozaron de varias oportunidades. Óscar, que apenas tuvo incidencia, lo intentó con un disparo lejano. Borja también estaría a punto de marcar con un testarazo tras una falta botada por Juanpe y que fue desviada por Javi Jiménez, al borde del descanso.
En la segunda parte, con empate en el marcador, se vio un Valladolid diferente, más conformista. Para más INRI, el primer jugador sustituido fue Del Moral, lo que derivó en que el equipo perdiera a su hombre referente en ataque y dispusiera de menos acercamientos y llegadas. Por el jienense entró Juan Villar, situándose el onubense en la derecha y Tiba de nuevo en la izquierda.
Por su parte, el Elche tuvo mayor protagonismo que en la primera mitad y metió el miedo en el cuerpo a los pucelanos con el segundo tanto. Sin duda, las lagunas del cuadro visitante vinieron en las acciones defensivas a balón parado. Los castellanos no estuvieron acertados en los marcajes y los dos tantos ilicitanos vinieron en sendas jugadas de estrategia.
Las mil posiciones de Tiba
La salida del campo de Álvaro Rubio tampoco parecía ayudar a cambiar la apariencia que estaba tomando el encuentro. Tiba cambió de nuevo su posición y se sitúo junto con Borja en el centro del campo. El canterano José se colocaría en banda izquierda. Pero ya se sabe cómo es el fútbol. Cuando los locales más cerca estaban de anotar el tercero, consiguiría Villar –quién si no– anotar el empate que tanto anhelaban los pucelanos.
A partir de ahí, el conformismo del Real Valladolid fue más que evidente, como muestra la jugada en la que Tiba pretende arañar unos segundos llevando el balón hasta el banderín de corner. Un Tiba que, por cierto, volvería a cambiar de posición por enésima vez. El portugués terminó de mediapunta tras salida del campo de Óscar. Leão se convertiría en la tercera pareja de Borja en el centro del campo.
De ahí hasta el pitido final, poco más que resaltar. El Elche trató tímidamente de conseguir el tanto de la victoria, pero el marcador terminaría reflejando el empate que tanto buscó el Real Valladolid. Lo persiguió y lo encontró.