El central uruguayo ha pasado de titular indiscutible a cuarto central del equipo con la contratación del técnico vasco

Una de las máximas que tiene Alberto López es la solidez defensiva. Una solidez que el Real Valladolid consiguió con la llegada de Miguel Ángel Portugal pero que, inexplicablemente, se perdió en el último mes del técnico burgalés al frente del equipo. Esa debilidad atrás le costó a Portugal su destitución y al Pucela pasar a pelear por no descender.
Así pues, Alberto aterrizó en Zorrilla con un equipo en descomposición y con una media de casi dos goles y medio encajados por partido en el último mes. El vasco, que en su presentación aseguró que había visto bastantes partidos del Real Valladolid esta temporada, se vio obligado a tomar decisiones con respecto a la zaga.
La primera decisión que tomó fue la de apostar por antiguos conocidos suyos: Guzmán y Samuel. Era de esperar esos dos cambios por la conexión entre entrenador y ambos jugadores aunque en el caso de Samuel el morbo estaba en el jugador que dejaría su puesto por el alicantino. Le tocó a Marcelo Silva.
Inesperadamente, Alberto mantuvo su apuesta por Samuel en el partido contra el Alavés. Su elección no tuvo buena acogida entre la afición y menos después de asistir a fallos garrafales en defensa. La línea formada por Moyano, Juanpe, Samuel y Hermoso hizo aguas por todos los lados y Juli y compañía hicieron con ellos lo que quisieron.
Así pues, se esperaba que Marcelo Silva volviese al centro de la zaga junto Juanpe en el decisivo partido ante el Albacete, pero nada más lejos de la realidad. Alberto sorprendió con dos cambios en la línea defensiva; Hermoso pasó a actuar como central y en el lateral zurdo participó Nikos Karampelas.
De esta manera, Marcelo Silva ha pasado de indiscutible a cuarto central. Pero, ¿por qué? Es extraño que no sea del gusto de Alberto, ya porque si por algo destaca es por ser un central fuerte, contundente y aguerrido. Características muy similares a las de Samuel que, sin embargo, gusta mucho menos a la afición blanquivioleta. Ambos futbolistas tienen también carencias muy parecidas; no son jugadores rápidos y tampoco destacan por su salida de balón.
Solo se podrían considerar dos posibles causas a la suplencia del ex de Las Palmas. La primera sería que Alberto considere que el central no tiene la cabeza en Zorrilla y que no piensa en el equipo. De este modo, tal y como aseguró Alberto el día de su presentación, sería fiel a su palabra de no jugar con jugadores que estén metidos en el equipo.
La segunda posibilidad que se podría dar es que Alberto confíe en Samuel porque el alicantino sabe lo que el mister pide a la zaga. Algo así como un alargamiento del entrenador sobre el césped aunque esta teoría queda debilitada con la suplencia de Samuel contra el Albacete y con la mala actuación, en líneas generales, de la defensa desde la llegada de Alberto.
Es muy difícil explicar la situación actual de Marcelo Silva en el Real Valladolid. El jugador, mientras tanto, sigue entrenándose con el resto de sus compañeros a la espera de poder volver a la titularidad el próximo partido ante el Tenerife.