El ya exentrenador del Real Valladolid se despidió de la plantilla y después lo hizo ante los medios en sala de prensa

El Real Valladolid tomó la decisión de destituir a Miguel Ángel Portugal en la tarde del pasado domingo, en pleno partido del Promesas. Los malos resultados del conjunto blanquivioleta fueron claves, ya que, como él mismo reconoció tras el encuentro ante Osasuna, los entrenadores están en manos de los resultados.
Pero el burgalés no quiso marcharse sin despedirse de la plantilla y los medios de comunicación. Cerca de las diez y media de la mañana de este lunes entraba en el estadio para reunirse en el vestuario con sus ya exjugadores. Después, pasadas las once, apareció en sala de prensa, donde dijo el adiós definitivo.
«Los que habéis criticado más duramente, estáis en vuestro derecho. No me he sentido desagraviado por ninguno de vosotros y eso es importante«, comenzó Portugal, dirigiéndose a los periodistas. El equipo blanquivioleta no terminó de arrancar y eso le acabó lastrando. «Cuando hemos jugado bien, no hemos ganado; y cuando lo hemos hecho mal, nos ha pasado factura», afirmó.
El técnico se encontraba con fuerzas para seguir. De hecho, en ningún momento pensó en dimitir. «Tuve mis dudas hace tres partidos, pero no me había propuesto dejar el club. Lo mismo que hemos perdido tres partidos, podríamos haber ganado dos. El día del Zaragoza vi una respuesta muy favorable y me animó mucho«, señaló.
También admitió que la falta de acierto fue clave en los malos resultados. «Juan Villar tiene tres ocasiones contra Zaragoza y Osasuna y no las mete, pero sale contra el Almería y mete un zapatazo que va dentro», lamentó. Pero en estas categorías cada fallo, aunque sea mínimo, se paga. «El fútbol de Segunda División se basa en detalles», explicó.
Pese a la mala dinámica del Real Valladolid, para Portugal no estaba siendo la peor situación que afrontar. «La mayor dificultad me la encontré cuando llegué porque el equipo estaba en descenso y el estado de ánimo es diferente», comentó. El caso es que no ha dado con la tecla que hiciera despegar a un Pucela que, a veces, demostró que podía dar más.
Y, como si estuviera en su cumpleaños, tuvo una petición: «Deseo que los 36 puntos conseguidos sirvan para lograr el objetivo». Pero en esta ocasión no había velas que soplar, aunque sí un fuego que apagar. Portugal ha conseguido esas unidades en las veintiséis jornadas ha estado en el banquillo, mientras que Gaizka Garitano obtuvo nueve en nueve. «No sé si el balance es mucho o poco», añadió.
El entrenador burgalés no pierde la fe en que el Pucela alcance el objetivo del ascenso, como deseó, porque, según él, «dos partidos ganados te meten a tres o cuatro puntos». Pero hay que lograr esas victorias seguidas, algo que ya ha hecho. Lo que no consiguió fue ganar tres jornadas consecutivas y espera que su ya exequipo lo haga para regresar a Valladolid a cumplir una promesas. «El día que llegué les dije que les invitaba a una comida y ojalá tenga que volver».
Nunca se sabe lo que el mundo del fútbol va a deparar. Los caminos del conjunto blanquivioleta y Miguel Ángel Portugal se separa, aunque el técnico deja la puerta abierta a un posible regreso en el futuro, sobre todo para sacarse la espina actual. «Algún día me encantaría empezar un proyecto en el Real Valladolid», afirmó.