El mediapunta del División de Honor ha tardado en demostrar su talento, pero vive su mejor momento con quince goles que le sitúan como el máximo goleador del equipo

Por Los Anexos y las categorías inferiores del Real Valladolid pasan muchos jugadores a lo largo de las diferentes temporadas. Jugadores técnicos, otros que suplen ese déficit con una alta competitividad y, por supuesto, los futbolistas con talento. En este último apartado, cabe destacar que no todos llegan a triunfar a pesar de sus cualidades, pero sin duda, son los que, por potencial, entran en las quinielas de todos los aficionados.
Es el caso de Mito. Sus últimas actuaciones con el División de Honor no han dejado indiferente a nadie. En la primera temporada del salmantino como blanquivioleta ha conseguido la friolera cifra de quince goles, a tres partidos para el final de la temporada. Igualando al mejor Toni de su último año como juvenil, también hizo esas dianas, y superando al máximo anotador del curso pasado, el palentino Adrián.
Desde Salamanca, origen de Mito, hasta el municipio charro de Pelabravo existe una parada obligada: Santa Marta. Un punto de encuentro de dos jugadores de distintos momentos dentro del Real Valladolid, pero que tienen muchas características en común.
Desde hace años es sabido la gran labor realizada en la formación desde el Alfonso San Casto, lo que ha permitido que el Real Valladolid se pueda fijar en grandes jugadores de la UD Santa Marta. El último, el propio Mito. Antes, otros que ahora mismo están en la estructura del club, como Mayoral y Óscar González.
Es curioso que desde Pelabravo, el lugar de nacimiento del jugador del primer equipo hasta la capital salmantina, exista la parada intermedia de Santa Marta. Tanto Óscar, en su momento, como Mito provienen del club charro. Ambos comparten posición en la mediapunta y sus similitudes dentro del terreno de juego se extienden más allá de la capacidad goleadora de los dos futbolistas y de la gran calidad que atesoran.
No son jugadores que destaquen por su velocidad, ni por su alta capacidad de entrega en momentos de presión, pero los ’10’ son diferentes. Son aquellos futbolistas dotados con una varita en sus botas que les permiten tener la capacidad de visión de ese último pase o de realizar jugadas increíbles a raudales. Y, por supuesto, gol. Si tienen la oportunidad de anotar, no van a perdonar.
Mito ha mejorado considerablemente sus registros a partir de la segunda vuelta. Con los refuerzos invernales del Juvenil A, la competitividad interna del equipo mejoró, no solo la de salmantino. Pero eso sí, el mediapunta se convirtió en otro futbolista tras ver las orejas al lobo. Momentos de banquillo antes de tiempo y el ver a compañeros que peleaban duro por el puesto le hicieron ver a Mito que solo si trabaja al máximo podrá sacar su verdadero potencial. ¡Y vaya si lo ha hecho!
En las últimas fechas se le ve un punto por encima de la competición, algo que puede ser controvertido. Si el jugador rinde ante la alta exigencia, hay que obligarle a dar el máximo de sí mismo. Su homólogo Óscar pasó directamente del Juvenil al primer equipo, allá por la temporada 2001/02, para debutar en la categoría mayor del fútbol español frente a la UD Las Palmas y no le ha ido nada mal en su carrera deportiva, más allá del calvario de lesiones que le han impedido tener continuidad en la presente temporada.
Por suerte, la base blanquivioleta goza de buena salud y no es descabellado pensar que el filial pueda tener el objetivo de la permanencia cumplido antes de tiempo. La participación en el Promesas podría ser un buen escalón previo al fútbol profesional para exigirle más a un jugador que, por el momento, está respondiendo con creces a la expectativa generada con su fichaje. ¿Y por qué no? Incluso, en la próxima temporada podría seguir aún más los pasos de Óscar y llegar a debutar con el primer equipo siendo juvenil, categoría en la que le queda un año a Mito.