Los diferentes equipos de la cantera del Real Valladolid competirán oficialmente de nuevo este fin de semana tras una Semana Santa con un buen número de torneos
La vuelta al cole prevista para hoy jueves viene acompañada del retorno a la rutina futbolística en los equipos de formación, también, para los del Real Valladolid. No obstante, no se puede decir, en puridad que hayan tenido vacaciones, puesto que si bien no ha habido competición oficial, en algunos casos durante los dos últimos fines de semana, sí que han jugado durante la Semana Santa torneos de carácter amistoso.
Mientras el Promesas y el División de Honor jugaron hace siete días partidos oficiales, tras los cuales sus jugadores disfrutaron de unos días de merecido descanso, aquellos que están en los escalones inferiores del escalafón formativo tuvieron diferentes experiencias que comenzaron el primero de los dos fines de semana de descanso liguero.
Un ejemplo es el del Torneo Estrella de Móstoles, en el que el Cadete Regional cayó en la final frente al Porto portugués por dos goles a uno, mientras que el Infantil Regional hizo lo propio en la tanda de penaltis en unas semifinales en las que el pase acabó siendo para el CD Móstoles. En este mismo trofeo participó un Alevín B que sucumbió en cuartos frente a un Alcalá ‘veterano’ por dos goles a uno. El Alevín A, por su parte, disputó el I Torneo Nacional The Singular Kitchen, celebrado en La Cistérniga, cayendo también en cuartos de final frente al Real Racing Club, postrero subcampeón.
Conforme avanzaron los días, siguió la representación vallisoletana en la geografía española. Así, el Alevín B llegó hasta octavos de final del Memorial Carlos Luis Alonso, disputado en Illescas, en Toledo, y el Alevín A y un combinado benjamín ganaron el II Memorial Antonio Herrero ‘Tonino’, celebrado en Salamanca, mientras que el citado benjamín cayó en la Hitachi Air Cup que se desarrolló en A Coruña.
Campeones infantiles en la Oviedo Cup
Otro de los torneos que se disputaron durante esta Semana Santa fue la undécima edición de la Oviedo Cup, un trofeo incipiente y cada vez con un auge mayor, que se disputa en todos los escalafones formativos: desde prebenjamines hasta juveniles. Y como no hay nada mejor para definir el prestigio de un torneo que sus participantes, cabe recordar que en el pasado lo han jugado futbolistas de la talla como Antoine Griezmann, Héctor Bellerín, Gayà, Íñigo Martínez, Rubén Pardo o el blanquivioleta Kepa Arrizabalaga.
En categoría alevín, el conjunto que dirige Iván Cabezudo cayó en los penaltis de las semifinales frente el Real Oviedo, a la postre campeón, como ya lo fue en la Singular Kitchen. En categoría cadete, a pesar de contar con los Altube, Cebri, Apa, Gattuso o Dali, habituales en el Liga Nacional, la eliminación llegó de manera dolorosa, por tres goles a cero, en cuartos de final. Como curisidad, cabe decir que el benaventano y exblanquivioleta Adrián Ferreras se llevó el premio al mejor jugador, además de ser campeón.
Mientras tanto, en la misma ronda que los cadetes, pero en categoría infantil, fueron eliminados los chicos de Chemi Beltrán, de primer año. Mayor suerte corrió el Infantil Regional de Sergio Rueda. Después de ganar en la fase de grupos al Lada CF de Langreo, por seis goles a cero, por cero a siete al CD Caudal de Mieres, por cuatro a cero al CD Monte de Cantabria y al CF Acatec de Alicante por otro cero a siete, pasó como primero, con veinticuatro tantos a favor y ninguno en contra. Y estas características, el buen hacer defensivo y el acierto de cara al gol, le fueron guiando posteriormente ronda tras ronda.
En octavos de final venció por cuatro a cero al Evergrande. En cuartos, fue el Flecha Negra extremeño el que sucumbió bajo su yugo, por dos a cero. Por tres a cero ganaron al Real Oviedo en las semifinales. Y en la final, fue el Atlético de Madrid el derrotado.
Después de aguantar las acometidas iniciales de los colchoneros, los blanquivioletas fueron capaces de imponer su fútbol combinativo y de aprovechar sendos errores defensivos del rival para marcar sus dos goles, el primero en un contragolpe vertiginoso llevado por banda derecha y en el segundo tras una buena presión sobre la salida rival, consiguieron llevarse el gato al agua y traerse el trofeo a Valladolid.
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Los dos goles los marcó un atacante llamado Aleksandar y cuyo apellido puede resultar conocido: Isailovic. Apodado Isa y nacido en Valladolid en octubre de 2002, en efecto, es hijo del que fuera delantero del Real Valladolid, afincado en la ciudad desde su retirada y en la actualidad propietario de dos restaurantes en la zona de la catedral. Pero no es el único hijo de un ilustre que hay en este equipo, puesto que en él también se encuentra Ángel, hijo de Alberto López Moreno, actual galeno del club.
Ambos forman parte de una generación que domina con puño de hierro la Regional Infantil, y en la que si todo marcha, en los próximos años seguirá dando pasos con estos y otros chicos de calidad a los que se les intuye potencial, como pueden ser el centrocampista Adri, Popi, jugador de tres cuartos de campo, o el extremo Víctor Lladó, máximo goleador de la categoría con veintisiete goles en veintiún encuentros y quien ya ha debutado en la Cadete Regional.
