El Real Valladolid División de Honor tratará de sellar en las cuatro jornadas que restan para la conclusión del campeonato su quinta plaza
Cualquiera diría que la temporada del División de Honor del Real Valladolid está siendo convulsa, pero sí. O mejor dicho: lo fue. Durante un momento, cuando Juan Carlos Pereira se marchó y cogió las riendas del equipo Paco de la Fuente, cuya figura, controvertida en un principio, y quien, sin embargo, está haciendo un magnífico trabajo, tanto que está cerca de alcanzar la mejor clasificación desde 2012.
Con los cuatro equipos madrileños que militan en la Primera División lejos y con un plantel joven y corto, el año deportivo comenzó con la idea de que este curso sirviera, digamos, de transición. Pero no vale con decir que la formación es lo primero, en categorías así todos forman. Había que competir. Y cuando Pereira se fue, tras once jornadas en el cargo, el juvenil era octavo, aunque a solo dos puntos de la quinta plaza. Si bien en sus primeros cuatro encuentros Paco de la Fuente no perdió, dos derrotas consecutivas dejaron el descenso a solo seis puntos tras diecisiete fechas, que, si no preocupación, trajeron por lo menos ‘ocupación’ al seno blanquivioleta.
Esto resultó no ser más que un impulso, ya que tras caer ante el Rayo Vallecano y perder por tercera vez en cuatro semanas, el equipo dio un paso al frente hasta encontrarse en la buena situación en la que se encuentra actualmente, con cinco puntos sobre el Fútbol Peña, sexto clasificado y primer perseguidor en esa lucha por la quinta plaza, primera ‘de los mortales’.
Por el camino que nos trae al día de hoy, desde entonces, solo el Real Madrid ha vencido a un equipo que incluso aquel día compitió a un alto nivel. Hasta el Atlético de Madrid, actual líder y favorito al campeonato, cayó a manos de los blanquivioletas en El Cerro del Espino, en un choque que se puede considerar punto de inflexión, ya que desde aquel los chicos de Paco de la Fuente han sumado nada menos que diecinueve puntos de veinticuatro.
En total, el técnico vallisoletano ha obtenido treinta unidades de las 48 puestas en juego en los dieciséis partidos que lleva en el banquillo. Así, si uno haya la proyección de puntos que tendría el Real Valladolid de haber estado él desde el comienzo, se encuentra con que serían cincuenta los que ahora tendría, cinco más que en la actualidad y a ‘solo’ siete del Getafe.
Mayor competitividad tras el mercado invernal
Foto: Víctor Álvarez
Aunque en cuanto a cifras ninguno de los tres ha destacado en demasía, es justo decir que los fichajes que llegaron en invierno han tenido su cuota de responsabilidad en el aumento experimentado en cuanto a competitividad. Básicamente porque suman en número, porque, sin hacer de menos a los que ya estaban, han provocado una mayor pugna por las posiciones en el once, sobre todo en el ataque.
El mediocentro camerunés Bienvenu, debido a sus problemas físicos, incesantes desde su llegada, apenas ha podido aportar minutos como sí lo han hecho Miguel Marí y David González. Además, en algún momento puntual David Mayoral ha bajado del Promesas, y Dani Vega se convirtió en uno más hasta la lesión de Higinio.
Estos refuerzos han evitado la relajación de aquellos que deben dar el diferencial y han alimentado el hambre y potenciado a Juan y, sobre todo, a Mito, que se encuentran, principalmente el segundo, a un nivel excelso de juego.
El listón ha aumentado y, cuando no hay bajas, ser titular ahora está más caro en un equipo en el que, sin embargo, para desgracia de todos, suele haberlas.
No obstante, la buena dinámica ha permitido que tengan minutos de calidad jugadores que no habían podido destacar en exceso anteriormente. Es el caso de Miguel, el delantero del Juvenil B, que si bien ya había participado, ha destacado más en un contexto diferente, digamos, más potente. O el de Abel Conejo, que ha crecido a partir de su nueva situación, siendo más un ‘8’ con libertad para asomar al balcón del área que un ‘6’ posicional.
Incluso, en las últimas semanas ha habido que celebrar la irrupción de Apa en el lateral derecho –sí, celebrar; el Real Valladolid ha de vanagloriarse de aquellos jugadores que crecen–. Todavía cadete, debutó a principios de este 2016 con el Juvenil B de Jonathan Prado y lleva dos partidos de titular en el División de Honor, categoría en la que ha seguido mostrando el aplomo que le caracteriza, a pesar de la evidente falta de determinados conceptos fruto de la edad.
Con todo, si uno echa un vistazo a los números, verá cómo han debutado con el filial en la Segunda División B cuatro jugadores (Sergio, Rubén, Juan y Costa), han tenido minutos otros dos menos ‘naturales’ como Vega y Mayoral y han sido citados a mayores Corral, Javi y David. Así, dado lo que el juvenil ha sumado al Promesas, también en este sentido la temporada es mejor de lo que uno podía pensar tiempo atrás.
Si bien hay que lamentar la explosión tardía del equipo, ya se sabe, más vale tarde que nunca. Con 45 puntos, el ‘Divi’ ha superado ya la puntuación de la temporada pasada (41). Rayo Majadahonda, Alcalá y Puebla de la Calzada serán los rivales en las tres jornadas que restan, y convendría no rebajar el pistón: para algunos, el futuro en el club puede depender del sabor de boca que dejen hasta el final. Y si suman nueve de nueve, obtendrán la mejor puntuación desde 2011 (53), un final que no podría decirse otra cosa que feliz.