El Real Valladolid y el Promesas acusarán este fin de semana un problema de efectivos en su zona trasera

Lo peor del invierno ya ha pasado, pero las mañanas aún son frías. Cualquier descuido puede provocar un resfriado. En clave deportiva, un estornudo del Real Valladolid sería un contratiempo, puesto que la obligación es lucir vigoroso, vencer al Llagostera y reengancharse arriba de una vez por todas.
Sucede que el primer plantel está bajo en defensas, como también el filial, que tiene un partido no menos importante ante el Atlético Astorga en El Bierzo. Los técnicos de ambos conjuntos tendrán que completar sus listas a sabiendas de que no podrán disponer con algunos de sus zagueros.
La sanción de Juanpe, que cumplirá ciclo de amonestaciones, y la lesión de Nikos, que sufre una rotura del bíceps femoral que le tendrá fuera los dos próximos meses, unidos a las molestias de Marcelo Silva, que arrastra un fuerte golpe desde principios de semana, dejan a Miguel Ángel Portugal con solamente cuatro defensas disponibles, tres de ellos laterales; a saber: Chica, Moyano, Hermoso y Samuel, quienes podrían conformar una línea de urgencias si no llega el central charrúa.
Pero las cosas no andan mejor en el filial. Ángel tendrá que cumplir un encuentro de suspensión tras ser expulsado ante el Real Racing Club, Deve se rompió hace semanas, contra el Lealtad, y Manel Royo lleva un tiempo lesionado. Así, Borja Jiménez podría tener a su disposición para viajar al Bierzo a cuatro zagueros: Arroyo, Iván Casado, Cristian y Nacho Porcar.
Efectivamente, podría. Porque Portugal ha dejado entrever que citará a uno de los centrales del Promesas para completar una lista en la que ya se sabe que no estarán Juanpe, Nikos, André Leão, Alfaro y Manu del Moral. Esa llamada, ya sea a los Cristian o Casado o a un jugador que ocupe otro puesto, será obligada, toda vez que hay dieciséis disponibles, más la duda de Marcelo Silva.
Ese supuesto obligaría a Jiménez a tener que ingeniárselas para dibujar su línea de cuatro, ya que, a menos que Deve o Royo lleguen –el Real Valladolid no informa habitualmente de las eventualidades surgidas dentro de los entrenamientos de su filial–, tampoco contaría con los efectivos naturales suficientes.
En la primera vuelta, en una situación parecida, cuando Mario Hermoso jugó de central en Lugo, era Cristian el llamado a ser titular, si bien se lesionó entre semana. En aquel recuerdo, y dado que a pesar de los diferentes problemas físicos que ha atravesado durante el curso se ha resuelto como más regular que Casado, podría ser él el convocado.

También en el segundo equipo ha habido casos semejantes, semanas con varias bajas. Y entonces, cuando a Jiménez no le bastaba, de entre los centrales del División de Honor convocó a Rubén, que llegó a debutar en el choque de casa frente al Burgos CF. Corral, de nuevo, no parece una alternativa, debido a sus problemas musculares. Y al margen de ellos, quizá no sea tampoco muy recomendable tocar mucho la ‘cadena’, puesto que ambos juveniles, también con problemas, están tirando de más abajo a la hora de competir.
Otras alternativas
Sabido es que antes de ‘innovar’ Miguel Ángel Portugal suele dar prioridad a la cadena jerárquica; esto es, a los jugadores de su propio plantel. Es por ello que no cabría descartar, que incluso sin Marcelo Silva, el filial de turno no sea titular.
Mario Hermoso podría volver a jugar como central, acompañando a Samuel, dejando los costados para los dos laterales o bien para que en el izquierdo juegue Mojica –opción esta más ofensiva–. Borja ha sido descartado, puesto que si bien vino en parte por la capacidad de ‘doblar’, el buen hacer que mostró en Oviedo junto a Tiba desaconseja tocar el centro del campo.
En el filial, mientras tanto, a falta de un segundo central, Borja Jiménez podría retrasar a Mario Robles al centro de la zaga, un puesto que no le es desconocido, y en el que actuaría junto al titular que Portugal no cite. Otra opción podría ser Arroyo, si bien esto obligaría a improvisar no solo en el lateral izquierdo, sino también en el derecho, en el que podría actuar Anuar.
Con todo, en el peor de los escenarios, ambos entrenadores tendrán que tirar de ingenio o de actores secundarios para conformar sus defensas titulares en dos envites que no admiten excusas. Aun con una zaga inédita, ambos están obligados a ganar si quieren completar sus objetivos a final de temporada. No hacerlo, lo dificultaría sobremanera. Sería, por así decirlo, como un resfriado indeseado.