El capitán, que el pasado domingo cumplió su partido 300 con la elástica blanquivioleta, hizo un repaso de sus diez años en la entidad

El Real Valladolid regresó a los entrenamientos en la mañana de este martes con la vista puesta en el desplazamiento a Tarragona. Miguel Ángel Portugal dirigió una sesión sobre el césped de Los Anexos en la que se vieron más bajas de lo habitual. A los lesionados Alfaro y Samuel se unieron Rennella, que arrastra molestias físicas del choque contra el Numancia, Marcelo Silva y Nikos, ambos con permiso del club.
A pesar del sabor agridulce que dejó el punto cosechado el pasado domingo, el partido disputado en el José Zorrilla fue motivo de alegría para la parroquia blanquivioleta. Su capitán, Álvaro Rubio, cumplió 300 partidos con la elástica blanquivioleta, en los que ya son diez años en el club.
Tras el entrenamiento, el propio Rubio explicó cómo vivió la llegada de esta cifra una década después de unirse a la disciplina blanquivioleta. «Estoy orgulloso de poder estar en este club durante tanto tiempo, y eso es una buena señal para las dos partes. Siempre he estado a gusto y la directiva siempre ha querido que me quedara», afirmó.
Muchos entrenadores han coincidido con el riojano en estos diez años, aunque si el centrocampista se tiene que quedar con uno lo tiene claro. «Si tengo que escoger a uno ese sería Mendilíbar. Además de que con él es con el que más tiempo he pasado, fueron mis primeros años aquí y fue una buena etapa«, explicó Rubio.
En esta década en el vestuario blanquivioleta, Álvaro Rubio ha ido ganando peso progresivamente hasta hacerse con el brazalete de capitán. Un compromiso que como él mismo reconoció le ha llevado a rechazar ofertas de otros equipos para quedarse en la ciudad del Pisuerga. «Han surgido otras opciones, pero siempre he dado prioridad a este club. Cuando me lo han pedido, siempre he decidido continuar», afirmó.
Más allá de los altibajos experimentados en el club, el centrocampista ha sido testigo de primera mano de los cambios que ha experimentado el fútbol en los últimos años. Cambios que, en opinión de Rubio, se han notado sobre todo en los vestuarios. «Antes había jugadores que tenían mucho peso en el vestuario y nos llevaban a todos por el buen camino. Los tiempos cambian y ya no quedan jugadores así, pero es cierto que antes había más carácter», señaló el capitán.
Como viene siendo habitual en las últimas temporadas, su renovación suele ser uno de los temas a los que Álvaro Rubio tiene que contestar cuando comparece ante los medios. Con la prudencia que le caracteriza, el riojano no quiso dar una respuesta concreta sobre sus planes de futuro. «Soy de los que piensa que el fútbol da muchas vueltas y es tontería pensar en si me voy a quedar o no. Aunque por el momento me siento bien, veré cómo acabo este año y luego me plantearé lo que tenga que pasar», sentenció.
Visita a Anduva el domingo veintisiete de marzo a las cinco
En otro orden de cosas, la Liga de Fútbol Profesional ha dado a conocer los horarios de la trigésimo primera jornada del campeonato en Segunda División. El Real Valladolid visitará al Mirandés en un choque que tendrá lugar el domingo veintisiete de marzo a partir de las cinco de la tarde.
Por lo tanto, el Pucela volverá al habitual horario de domingo a las cinco, tras lo que será un paréntesis de dos partidos jugando el sábado. El próximo enfrentamiento de los de Miguel Ángel Portugal será este domingo por la tarde contra el Nàstic en tierras catalanas.
Una semana más tarde, y a la misma hora –las cinco–, el Valladolid recibirá en el José Zorrilla al Huesca. La siguiente jornada los blanquivioletas viajarán a Asturias, donde el Real Oviedo les recibirá el sábado doce a partir de las ocho y cuarto de la tarde en el Carlos Tartiere.
El regreso del Pucela ante su afición será el día diecinueve, también sábado, a partir de las seis de la tarde ante el Llagostera. Por último, los de Portugal viajarán a Miranda en la fecha y hora conocida esta mañana.