Recibir pocos tantos, en Segunda, suele ser sinónimo de candidato a subir. Que te metan menos de treinta normalmente significa ascender. La buena racha sin encajar del Real Valladolid le sitúa como el cuarto equipo menos goleado

Si la semana pasada este portal hacía una pequeña investigación sobre las mejores rachas sin encajar del Real Valladolid en Segunda División, en esta continuación se analizará la importancia de ser poco goleado.
En los dos últimos ascensos del Real Valladolid, los respectivos porteros que eran titulares bajo las porterías de Zorrilla, Alberto y Jaime, fueron los Zamora de la categoría. Este trofeo, que no es más que eso, un trofeo individual, es, sin embargo, una de las claves para ascender.
En la mágica temporada de los récords, la 2006/07, el equipo de José Luis Mendilibar tan solo encajó 35 goles en contra o lo que es lo mismo, 0’83 tantos recibidos por partido. Estos magníficos datos fueron acompañados por 70 goles a favor. Los números acumulados por el Pucela de Mendi le situaron como el menos goleado y el segundo mas goleador.
Esa temporada, el segundo y el tercer clasificado fueron el Almería y el Murcia, respectivamente. Los pimentoneros fueron el décimo equipo menos goleado, con 49, mientras que el Almería fue el sexto, con 45.
Estas diferencias entre el Pucela y los otros equipos que ascendieron en ese apartado es grande, pero si lo comparamos con el segundo conjunto que menos goles recibió la desigualdad no fue tanta ya que entre el Castellón –segundo menos goleado– y el Murcia solo se distanciaron en ocho goles.
En el último ascenso del equipo castellano, el plantel dirigido por Miroslav Djukic fue también el menos goleado de Segunda División, con 37 goles, 0’88 por encuentro, empatado con el Real Club Celta. Precisamente, los vigueses fueron los segundos clasificados y el Deportivo de La Coruña, campeón , encajó 45 goles y fue el séptimo equipo que menos veces sacó el balón de su portería.
Los Javi Guerra, Óscar y compañía anotaron 69 goles, una buena cifra pero bastante lejos de vigueses y coruñeses, que sumaron 83 y 76, respectivamente. Sus casi 70 goles les colocaron como el tercer equipo con mejor pólvora de la Liga Adelante.
Queda claro, pues, que la importancia de los ascensos reside en los pocos goles encajados. En ambos ascensos, el Real Valladolid fue de los que más goles marcaron pero sobre todo destacó por poner el cerrojo a su portería. Esa, y no otra, fue la clave por el ascenso.
Ascensos en los últimos años
El Real Valladolid ha ascendido dos veces en los últimos diez años pero ya ha pasado un lustro desde el último ascenso. ¿Quiénes y cómo han ascendido los equipos en los últimos años?
Al año siguiente del ascenso del Pucela, los tres equipo que consiguieron el deseado premio fueron Elche, Villarreal y Almería. Esa temporada, la 2011/12, fue un gran ejemplo de lo que supone recibir pocos goles. El Elche, que se llevó la liga con cinco puntos de ventaja, anotó 54 goles pero solo recibió la increíble cifra de 27 goles. Por su parte, sus dos inmediatos perseguidores, Villarreal y Almería, recibieron 38 y 50 goles lo que hizo que ocupasen también las mismas posiciones en la clasificación de goles en contra.
Pero no es el único gran ejemplo de lo que significa encajar pocos goles en Segunda División. En la temporada siguiente, el Eibar de Gaizka Garitano tan solo concedió 28 goles y marcó la baja cifra de 49 pero fueron unos números suficientes para que los armeros quedasen campeones de la Liga Adelante. Por su parte, el Deportivo, que finalizó segundo, consiguió, incluso, un gol menos, 48, pero del mismo modo, solo concedió 36. El otro ascendido fue el Córdoba que terminó la temporada regular como el quinto menos goleado con 43.
Por último, el año pasado, el equipo que mejor defendió fue el Sporting de Gijón. Los asturianos encajaron solo 27 tantos por los 57 que anotaron y les sirivió para finalizar segundos. El Betis, que terminó como campeón, encajó 40 goles, los mismos que el Pucela, pero siete menos que el otro equipo que ascendió, Las Palmas.
Esta temporada, los menos goleados, el Alavés y el Leganés son los dos equipos que ocupan las posiciones más altas de la tabla, mientras que el tercero, el Córdoba, curiosamente, es de momento, el quinto equipo que más goles ha recibido.
El Real Valladolid solo ha recibido tres goles más que el Leganés es decir, 23. De momento, son números buenos para luchar por el ascenso, pero su promedio goleador quizá debería ser ligeramente mayor. Sea como sea, el Real Valladolid va por el buen camino.
La solidez defensiva es clave para el ascenso. Con 18 partidos por jugar, recibir una media de 0’5 goles por partido en los siguientes partidos, es decir, nueve, podría suponer el ascenso del Pucela, ya que sumarían 32 goles recibidos y con esa cifra prácticamente está casi garantizado el ascenso.
Es complicado, ya que de momento los de Miguel Ángel Portugal promedian casi un gol por partido, pero la notable mejoría defensiva en los últimos encuentros lo hacen posible. Cabe recordar, llegados a este punto, que actualmente se encuentran en la mejor racha vigente de partidos encajar y que están a 18 minutos de mejorar la marca establecida por el Córdoba en las primeras jornadas.