El guardameta atendió a la prensa tras el entrenamiento, en una comparecencia en la que tuvo gran protagonismo el próximo rival de los blanquivioletas
La primera plantilla del Real Valladolid volvió al trabajo en esta nublada mañana de lunes. Sobre el césped de Los Anexos trabajaron a distinto ritmo los que fueron titulares el pasado sábado ante la Ponferradina, mientras que los suplentes o aquellos que no disfrutaron de minutos entrenaron con más intensidad. Las únicas ausencias fueron las de los lesionados Álvaro Rubio y Alejandro Alfaro y, sorprendentemente, la del último fichaje: Nikos. Tal y como aclara el club, el lateral izquierdo tenía permiso.
Después de la sesión, el protagonista en la sala de prensa fue Kepa Arrizabalaga. El joven cancerbero lleva cuatro partidos imbatido, algo que, sin duda, le provoca felicidad. «Estoy contento. Yo trato de ayudar al equipo y estas cuatro jornadas que llevamos sin encajar son un premio para todo el equipo por el trabajo defensivo que estamos haciendo», expuso.
«Lo que tenemos que hacer es seguir igual y de aquí a final de temporada es ser muy fuertes e intentar encajar los menos goles posibles», instó el vasco. En los mismos encuentros en la primera vuelta, el equipo encajó cinco goles, mientras que en esta ninguno. Kepa cree que se debe a que les crean «menos ocasiones que en la primera vuelta». «También a que a base de jugar juntos y conocernos bien y eso nos está ayudando», añadió.
Si hay que congratularse por la solidez defensiva, hay que preocuparse por la falta de ocasiones. «Siempre que mantengas el cero en tu portería vas a conseguir un empate. Siempre tenemos alguna ocasión para hacer gol y esperemos que en las siguientes jornadas entren«, comentó. Ante la Ponfe, apenas se disparó a puerta y en el vestuario son conscientes. «Sabemos que no hicimos un juego fluido como otras veces, no nos sentimos a gusto en el terreno de juego… a veces te salen las cosas bien y otras mal, pero con balón fuimos imprecisos muchas veces», analizó el portero.
Kepa fue uno de los grandes protagonistas, pues salvó al equipo para que pudiera mantener ese punto. «Tuve la suerte de poder pararlas y empatar», dijo. Precisamente, el trabajo de un portero es complicado porque tiene que «estar concentrado todo el partido para actuar en una o en dos acciones en noventa minutos». «El trabajo y el cansancio es más psicológico que físico en ese sentido» explicó. Y mostró lo que él piensa sobre que el equipo debe hacer para seguir escalando puestos en la clasificación: «Tenemos que ser más fuertes en casa para poder estar arriba, generar más ocasiones y tener más pegada».
Faltó pegada o buen juego, pero Kepa no cree que faltara actitud, cosa que sí piensa Carlos Suárez. «Fuimos imprecisos, quizá no hubo juego fluido, pero no faltó ni actitud, ni ganas, ni intensidad. Tampoco quiero entrar a valorar lo que dijo él porque es su opinión, pero creo que no fue así», comentó.
Al equipo le cambia la cara cuando no está Álvaro Rubio. Eso lo sabe todo el mundo y el propio Kepa lo reconoció, aunque quiso romper una lanza en favor del resto de compañeros. «Cada jugador tiene sus características. Álvaro tiene ese poso, ese saber estar, la salida de balón limpia… Ahora nos está costando sacar el balón así, pero al final cada jugador que sale lo intenta hacer lo mejor posible y todos tenemos que confiar en todos y aportar un poquito más», puntualizó.
Aparte de los jugadores que estén en el terreno de juego, el propio verde influye en la consecución del choque. «El otro día fue complicado por el viento, que hacía que se secase el campo, además de la arena, que hacía que el balón no fluyera bien», explicó. Un césped en condiciones regulares provoca «inseguridad a la hora de dar los pases y de los controles», tal y como dijo Arrizabalaga. Pero no quiere que sirva de excusa, lo mismo que el estado de Los Anexos. Kepa aboga por «mentalizarse y adaptarse lo antes posible» porque «es lo que hay».
Regreso a casa con la blanquivioleta
Y si cualquier partido es importante para un portero en formación, más lo es si a quien tiene enfrente es su equipo. Kepa confesó que será un encuentro «especial» porque nunca había jugado contra ellos con otra camiseta. Más si cabe cuando el escenario es San Mamés.
El jugador blanquivioleta, pero perteneciente al conjunto bilbaíno, reconoció abiertamente que es seguidor de los leones, pero que está centrado en Valladolid. «Siempre sigo los partidos, estoy pendiente de lo que pasa allí y tengo contacto con mucha gente. Sin embargo, estoy aquí y quiero conseguir los objetivos con el Real Valladolid y lo que tenga que pasar sucederá en verano», dijo firme.
Sus actuaciones esta temporada bien pueden valer un billete de vuelta con destino a la portería rojiblanca, aunque Kepa cree que es pronto para hablar de eso y prefiere mirar a corto plazo. «Yo estoy contento con mi trabajo, con la progresión y me siento cada partido mejor. Personalmente, te hace sentirte con confianza y eso ayuda», apuntó.
El guardameta alertó del peligro del Bilbao Athletic: «No equivale el juego que hace a los puntos que tiene. Me parece un gran equipo y será un partido muy complicado porque tienen jugadores de gran calidad y que si les dejamos hacer su juego nos pueden pasar por encima». Indicó que el Pucela debe ser «intenso».