El central ilicitano se formó en las categorías inferiores del Valencia y del Elche, con cuyo filial acumuló una experiencia de 47 partidos en Segunda B, y procede del Ontinyent, de la Tercera División valenciana

Aunque en un principio el Real Valladolid daba por cerrada la plantilla del Promesas con la salida de Isma Casado, cedido al Arroyo CP, decía en el mismo anuncio de la marcha del canterano vallisoletano este portal que podría darse algún movimiento de última hora. Y así ha sido. Quien realmente cierra la puerta es Nacho Porcar, defensa central ilicitano, tercer y último refuerzo del en este mercado invernal.
Si bien procede del Ontinyent, de la Tercera División valenciana, tiene experiencia en Segunda B, toda vez que disputó 47 partidos en esta categoría con el filial del Elche, club en el que se formó. Cumple así con una máxima al menos tácita planteada de cara a esta ventana de fichajes: que el que llegue no solamente lo haga para sumar, sino que además conozca lo competitivo de la Segunda División B, tal y como así sucede con las tres caras nuevas, la citada de Porcar, la de Jorge Juliá y la de Higinio.
En su caso, a mayores, se aguarda que aporte un punto de veteranía, toda vez que se convierte en el único jugador de la plantilla que no es sub 23, ya que tiene veintitrés años. Nacido en Llíria, iniciado en el Valencia CF y bien considerado en su día en la cantera del Elche, llegó a ir convocado en cuatro ocasiones con el primer equipo en sendos partidos de Primera División.
Para recalar en el Real Valladolid Promesas, se ha acogido a una cláusula de su contrato por la cual podía abandonar el Ontinyent en caso de recibir ofertas de clubes de superior categoría. En su ya exequipo, que es tercero en el Grupo VI de la Tercera División, venía participando, como atestiguan sus 1.182 minutos repartidos en quince apariciones. Además, marcó dos goles, ambos en el mismo partido, ante el Borriol.