El nuevo jugador del Cristo Atlético habló en los micrófonos de Ser Palencia acerca de su nueva etapa como cedido en el club morado

«Son decisiones que creo que hay que tomar, el Cristo Atlético es una opción interesante», comenzaba Pelayo su intervención en los micrófonos de Ser Palencia, una vez confirmada su salida del Promesas. Está claro que cuando un jugador apenas ha disputado 42 minutos en tres partido, esté buscando una salida y, que además, le satisfaga. «Conozco gente de mi paso por el Real Valladolid que creo que son muy buenos jugadores, y tengo mucha ilusion en esta etapa. Creo que puede salir bien y espero que así sea», apuntó.
No obstante, según el mediocentro, ha habido algo más que una falta de minutos: «Salgo cedido esta temporada por unas cuestiones de feeling con la gente de arriba y personales», comentó. Esta situación provocaba su escasa participación en el juego del Promesas, detalle que «ha hecho dar el paso de salir fuera a buscar otras cosas», según explicaba Pelayo.
En el Cristo Atlético tiene el objetivo de volver a ser ese jugador que juega todos los minutos, algo que ha podido disfrutar con Chuchi Macón en los dos últimos años en el Juvenil A.
«A título individual, el objetivo es jugar lo máximo posible, disfrutar, encontrarme bien en el campo con mis compañeros», señaló. No es para menos, el año pasado disputó casi el 99% de los minutos posibles mientras que en la campaña anterior, gozó casi del 88%.
Tratará de volver a alcanzar minutos que, individualmente, le hagan mejorar para poder crecer y aspirar a jugar más en el Promesas y, además, para ayudar al conjunto palentino a mantener la categoría. «El Cristo está en un sitio que no le corresponde y hay que sacarle de los puestos de abajo y salvar la categoría como sea», expuso.
Además, el Cristo Atlético juega como local en La Balastera, algo que, en comparación con Los Anexos, es «un aliciente» más para Pelayo. «La Balastera es un campazo y a todo el mundo le gusta jugar ahí. El saber que vas a jugar ahí cada dos fines de semana es una aliciente más para venir», agregó.
Antes de tomar la decisión, Pelayo reconoció que ha había conversado con Lolo, su nuevo entrenador. «Me dijo lo que esperaba de mí, que tenía ganas de que empezara a entrenar con él, que me pedía mucho trabajo, y que le aportara todo lo que llevo aportando estos años. Que sea yo mismo, que disfrute, y que lo haga con mucho trabajo y con humildad», finalizó.