El que fuera técnico del filial del Real Valladolid, hoy en el Guijuelo, habla de su paso por la entidad blanquivioleta y reconoce que el objetivo de su actual equipo es el play-off

Este fin de semana el Real Valladolid Promesas viaja a Guijuelo para disputar su tercer derbi consecutivo. No será un partido más, sino que será un encuentro especial para parte de los protagonistas. Entre ellos, un Rubén de la Barrera que intervino este miércoles en el programa de Valladolid Es Deporte, en esRadio Valladolid, como preludio al #HacemosCantera de esta semana.
El técnico gallego reconoció que su equipo no llega en un buen momento, después de un «último mes y medio que no ha sido bueno en cuanto a resultados», alejado, por tanto, de los buenos primeros meses de competición, si bien considera que «en los últimos tres partidos» los méritos obtenidos podrían haber premiado con un mayor botín de puntos a los chacineros.
Preguntado por la razón que le llevó lejos de Zorrilla, quiso aclarar que «la relación con la dirección deportiva» y con su equipo de trabajo «fue de plena sintonía», por lo que, explicó, su marcha se debió a «circunstancias del fútbol».
«Una vez finalizada la temporada, ambas partes expusimos nuestras realidades, y cuando parecía que se iban a dar unas cosas se dieron otras. Decidimos darnos un tiempo para seguir hablando, para finalmente acabar como se acabó. Pero nunca hubo cosas raras; al contrario. Estoy agradecido a la gente del club, el trato fue buenísimo y considero que puse mi granito de arena para que el equipo creciese. Entiendo esa etapa como súper importante en mi crecimiento«, aseveró.
Entonces, en verano, se habló de diferentes posibilidades para el hoy míster chacinero. Una de ellas estuvo «muy cerquita de darse», pero no sucedió, por lo que tuvo que «reconducir» su trayectoria. «Entiendo que si doy un paso para irme a un sitio, aunque no haya salido esa opción, lo último que haría sería dar marcha atrás para reconsiderar la postura», expuso.
Disoció esta cuestión de la posibilidad de dirigir al primer plantel del Real Valladolid. Aunque claro, con el tiempo, después de la destitución de Garitano, a él mismo le llegaron las conjeturas. «Si yo siguiese en el filial, a lo mejor no se habría producido el cambio en el cuerpo técnico del primer equipo. Entendía que en el Guijuelo se daban las circunstancias para seguir evolucionando. No pienso en eso, porque basta que estés para que no suceda«, ponderó.
Hablando ya del duelo de este fin de semana, confirmó que espera «un partido bonito y complicado», toda vez que entiende que «el filial cada vez lo hace mejor y dispone de buenos jugadores, profundos y rápidos, y hay necesidad de puntos en las dos partes». «El tiempo va a permitir que sea bonito, la superficie facilita el juego y hay buenos jugadores en ambos equipos. Y si apelamos a lo emotivo, también va a ser bonito», dijo De la Barrera.
Para finalizar, se refirió al objetivo planteado para lo que queda de curso por parte del Guijuelo. «Mi primer año aquí fue francamente bueno, se obtuvo la clasificación para el play-off, y el objetivo es como mínimo repetirlo, aunque depende de muchos factores el que se dé. Con los fichajes realizados –entre ellos el del también exblanquivioleta Ayub– buscábamos incrementar el nivel del equipo, poder competir y obtener buenos resultados», concluyó.