Primera derrota del Juvenil A con Paco de la Fuente en el banquillo del primer juvenil blanquivioleta frente a los alfareros

La derrota forma parte de la formación; está claro. También, la competición es un factor importante en ese proceso de formación. El problema está cuando la División de Honor pasa de ser una categoría en la que prima el resultado, y la propia clasificación por encima de otros objetivos como pueden ser el de que los futbolistas mejoren individualmente.
Este hecho se ejemplificó a la perfección en el partido del Real Valladolid y la AD Alcorcón. Los alfareros, inmersos en una situación comprometida desde el comienzo de la competición, pueden respirar con la victoria sobre los blanquivioletas. Jugaron con sus armas y consiguieron lo que se habían marcado como objetivo en su visita a la capital vallisoletana: los tres puntos.
Por otro lado, el Real Valladolid venía de darse un atracón frente al Puebla de la Calzada y no quiso jugar. Y, cuando le apeteció, era demasiado tarde para poder dar remontar. Tampoco es que la imagen fuera mala, pero preocupa que el equipo no propusiera jugar durante la primera parte. Rubén y Pistu, los centrales, no intercambiaron ninguna secuencia de pases en la primera mitad. Algo que, simboliza que el Pucela no propuso la elaboración desde atrás.
La creación de los albivioletas se basaba en los balones largos hacia Costa o Mito, que descargaban a las bandas para intentar aprovechar las individualidades de Iván o Juan. No obstante, la primera oportunidad local llegaba tras un disparo de Abel desviado. Poco después, llegaría el primer mazazo visitante a través de una falta lateral provocada por Fran y que originó el tanto alfarero.
Nacho hizo gala de su gran golpeó de balón para facilitarle a Cristian el remate de cabeza ante las dudas defensivas y de Javi, que sumaba su segundo partido en la portería del División de Honor. El gol hizo daño a los locales y permitió que el Alcorcón se creciera en el partido a pesar de no proponer mucho más que acciones de estrategia o individuales.
Como fue la jugada de Galo. El delantero amarillo se fabricó una jugada que terminó con su propio disparo. Javi despejó el primer envite y también el rechace, que cayó a las botas de Torres. El extremo alfarero tampoco pudo superar al portero. El que si que lo consiguió, y también, tras una jugada individual excelente, fue Salmerón. Superó en la parte derecha a sus defensores y consiguió que el Alcorcón pusiera más tierra de por medio en apenas veinticinco minutos.
El Pucela, noqueado, solo reaccionó por medio de Juan. Un disparo lejano con la pierna zurda del extremo se fue rozando la portería de Adrián. Fue la oportunidad más cercana a gol de un equipo, el blanquivioleta, que para más inri no podía hacer excesivos cambios. ¿Por qué? En el banquillo se encontraban cinco jugadores del Juvenil B. Este hecho, unido a la presencia del portero Javi en el campo, obligaba a Paco de la Fuente a actuar con precaución.
La reglamentación obliga a los equipos a disponer al menos siete licencias del propio equipo –en este caso el Juvenil A– sobre el terreno de juego. Por ello, Paco de la Fuente solo introdujo a Miguel y a Raúl como revulsivos. Pudo haber realizado una sustitución más y así estar al límite de los siete jugadores con licencia del División de Honor –de hecho, Blanco estuvo calentando–, pero no se quiso arriesgar a una posible expulsión de un jugador de los siete del Juvenil A y caer en una alineación indebida.
Cuando se quiso, no se pudo

Foto: Rosa M. Martín
Reglamentación al margen, el Real Valladolid intentó apretar en la segunda mitad, con más corazón que cabeza, pero no fue suficiente para darle la vuelta a una renta de dos goles a favor del Alcorcón. Ocasiones no faltaron. Rubén lo intentó. Miguel dispuso dos oportunidades en apenas dos minutos para intentar conseguir el primer tanto vallisoletano. Todas las ocasiones se toparon con el guardameta Adrián, que cuajó un gran partido.
Por su parte, Cámara puso a prueba los reflejos de Javi en el mano a mano. El portero abulense consiguió despejar el disparo con su pie derecho y mantener así a su equipo en el partido, que el Alcorcón intentaba enfriar con jugadores en el suelo y las respectivas atenciones médicas, algo que el colegiado Gaspar Barajas no supo controlar pese a que intentó mostrarse muy duro en ese aspecto.
A falta de diez minutos, De la Fuente introdujo a Raúl por Fran para conseguir un asedio mayor. El equipo blanquivioleta cerraba con defensa de tres y acumulaba numerosos hombres al ataque. El zamorano estuvo muy activo desde su incorporación. Primero con un disparo que despejó Adrián, y después, con la asistencia para que Juan, de cabeza, recortara distancias en el marcador.
Con ello se consiguió embotellar, aún más, al Alcorcón. Los alfareros terminaron pidiendo la hora –con razón– ya que el empate blanquivioleta parecía al caer. El propio Raúl obtuvo dos oportunidades más para materializar la igualada. Una, taponada por un defensa visitante, y otra, en el quinto minuto del alargue, que se fue muy cruzada.
El partido murió en el noveno minuto de añadido, tras dos minutos con el jugador visitante João sobre el suelo. El colegiado interpretó que estaba fingiendo cuando el atacante alfarero mostraba señales de dolor en su rodilla derecha. Con la expulsión del técnico del Alcorcón, David Aznar, y el llanto del propio João, el partido terminó en el minuto 54. Lo que simbolizó que, ni el árbitro, ni el Real Valladolid fueron capaces de controlar un partido que se llevó un trabajado Alcorcón.
Real Valladolid: Javi; Fran (Raúl, min. 80), Pistu, Rubén, Corral; Abel Conejo, Cisneros; Juan, Mito, Iván (Miguel, min. 53); y Costa.
AD Alcorcón: Adrián; Lorite, Cristian, Bogdan, Jero; Nacho, Aduard; Cámara (Juanqui, min. 89), Salmerón (João, min. 74), Torres (Justin, min. 95); y Galo (Cerón, min. 84).
Goles: 0-1, min. 13: Cristian. 0-2, min. 25: Salmerón. 1-2, min. 88: Juan.
Árbitro: Gaspar Barajas. Amonestó a Pistu, Juan, Corral y Cisneros, por parte del Real Valladolid, y a Lorite, Cámara y João, de la AD Alcorcón.