El conjunto blanquivioleta volvió a saborear la victoria, tras imponerse por dos goles a cero al Burgos CF

Morder y aguantar. El Juvenil B del Real Valladolid sabía lo que tenía que hacer ante el Burgos CF y lo cumplió –casi– a la perfección. Los pupilos de Jonathan Prado querían despedir el año con una victoria que dejaron de saborear hace un mes, cuando vencieron en Los Anexos al CD Arces. Los goles de Miguel y Cirria en la primera mitad bastaron para volver a la senda del triunfo.
El Real Valladolid LN quiso dominar desde la primera mitad. Se armó de paciencia y comenzó a construir las primeras jugadas. La banda derecha, la de Manu, fue la vía más utilizada. El Burgos trataba de frenar las acometidas blanquivioletas como podía, pero en una de ellas se excedió y acabó cometiendo penalti, al cuarto de hora.
Miguel cogió el balón y engañó a Koke, que se tiró a su derecha. Con el 1-0, el conjunto visitante dio un paso adelante y metió al Pucela en su campo, pero sin crear demasiado peligro sobre la portería de un Oli que estuvo muy seguro durante todo el encuentro.
Esa superioridad resultó estéril porque el Real Valladolid B supo aguantar y cerrar espacios. Al final, logró quitarse la presión y ampliar la ventaja poco antes de llegar al descanso. Manu, en una jugada por la banda derecha, se metió hacia dentro, sacó un disparo, Koke lo rechazo y Cirria, con el balón en los pies, no falló.
Dos zarpazos fueron suficientes para un equipo que supo llevar el tempo del partido en la segunda parte. Gozó de las mejores ocasiones, pero el objetivo era tener el control. Por eso, cada vez que había una pérdida, Prado gritaba desde el banquillo para corregir los errores. No quería encajar, ni pasar apuros en los instantes finales. Y lo consiguió, aunque su equipo bajó un poco el ritmo en el último tramo del encuentro.
Entremedias, Manu y Poncela rozaron el gol. El primero, en una gran contra, que finalizó por encima del larguero; el segundo, con un disparo que sacó muy bien Koke. Mientras, en la otra portería, Oli solo se vio superado en una acción, pero su defensa salió al rescate para evitar el tanto burgalés.
Prado quería que sus jugadores hicieran sencillo el camino hacia la victoria, tomando las decisiones más fáciles cuando tuvieran el balón en los pies. El objetivo de «cero pérdidas» no se logró y la situación acabó con la desesperación del técnico blanquivioleta. Sobre todo en ese tramo final, cuando Xavi erró en varias acciones y su entrenador se lo reprochó. Temía que el Real Valladolid B encajara un gol en esos últimos minutos y los nervios pudieran con ellos.
La necesidad de ganar era muy notable. El Pucela aguantó los intentos del Burgos y logró un triunfo vital para marcharse al parón navideño con veintiún puntos. Pese a su irregular campaña, el Juvenil B blanquivioleta se encuentra a tan solo seis del líder del grupo, el Colegios Diocesanos. Los de Prado se alejan del descenso y dan un paso hacia delante, adonde, a priori, deberían estar asentados. Empezarán el año 2016 visitando al Villa de Simancas, en un nuevo derbi, el fin de semana del diez de enero.
Real Valladolid B: Oli; Álvaro, Pablo, Fer, Guille; Xavi (Pablito, min. 76), Choti; Manu (Álex, min. 66), Raúl, Cirria (Nieto, min. 84); Miguel (Poncela, min. 66).
Burgos CF: Koke; Pradales (Silio, min. 68), Campos (Palla, min. 80), Varón, Velasco; Pablo, Rubén; Revi, Tabayo, Chema; Coque.
Goles: 1-0, minuto 16: Miguel (p.); 2-0, minuto 39: Cirria.
Árbitro: Óliver de la Fuente Ramos. Mostró tarjeta amarilla a los locales Miguel y Fer.
Incidencias: Partido correspondiente a la Jornada 14 del Grupo III de Liga Nacional Juvenil. Alrededor de 100 personas presenciaron el encuentro en Los Anexos.