A sus 31 años, Gaizka Toquero vuelve al Alavés, club con el que debutó en Tercera División hace doce temporadas
«Ari, ari, ari, Toquero lehendakari». Ese era el grito que resonaba en San Mamés, catedral y templo del fútbol español por excelencia, en su época como león. Apenas seis meses después de abandonar el Athletic, y tras dos años sin pisar el césped del José Zorrilla, Gaizka Toquero vuelve a Pucela.
Lo hará este domingo, a partir de las cinco de la tarde, de la mano de su nuevo club: el Deportivo Alavés. Equipo con el que debutó en Tercera División y que ahora le brinda la oportunidad de tener una ‘segunda juventud’.
Trayectoria humilde ligada a un club: el Athletic
en el Athletic || Foto: Mundo Deportivo
Decir Gaizka Toquero es sinónimo de decir Athletic de Bilbao. El delantero alavés pasó siete años en el club rojiblanco, con el que jugó 206 partidos. Pero antes de recalar en San Mamés, el ariete había pasado por varios equipos del País Vasco.
Toquero comenzó su trayectoria en el mismo club que ahora le da una segunda oportunidad: el Alavés. Tras pasar dos temporadas en el desaparecido segundo filial del club albiazul y una en el Alavés B, el delantero abandonó Vitoria.
Sus siguientes destinos fueron la desaparecida SD Lemona, el Sestao River y el Eibar. Este último permitió a Toquero, que por aquel entonces tenía veinticuatro años, dar el salto a Segunda División. En los dieciséis partidos que jugó con el conjunto armero en la temporada 2008/09, el ariete anotó cuatro tantos.
Ese mismo año, Gaizka Toquero fichó por el Athletic de Bilbao en el mercado invernal. Comenzaba así su paso por el club rojiblanco, en el que estuvo siete temporadas. Con el dorsal número 2 a su espalda el alavés se hizo un hueco en el corazón de la parroquia de San Mamés, que cariñosamente comenzó a apodarle «lehendakari» por su esfuerzo y dedicación en cada partido.
En su trayectoria como león, Toquero conquistó en tres ocasiones el subcampeonato de la Copa del Rey, mismo número de ocasiones que disputó la Europa League. De los veinticuatro goles que marcó con la camiseta del Athletic, dos le unen a Pucela. Fue el siete de marzo de 2010 cuando en San Mamés Toquero marcó su primer doblete en liga contra los blanquivioletas, por aquel entonces entrenados por Onésimo.
Si algo se puede destacar de su época en Bilbao es sin duda su gran capacidad de asociación. Junto a Fernando Llorente, Gaizka Toquero formó una de las duplas más temidas en el fútbol español por su eficacia. Si bien el vitoriano destacó más en su faceta como asistente, su participación fue clave en los logros recientes del Athletic.
Ocaso rojiblanco y vuelta a los orígenes
Sin embargo, el curso 2012/13 marcó un antes y un después en su trayectoria como león. En su quinta temporada en el Athletic, Toquero comenzó a ser menos titular de lo que era habitual en los años anteriores. Aunque participó en veintidós encuentros, solo en siete ocasiones lo hizo desde el inicio. Un dato que contrasta con las veintinueve titularidades que había acumulado hacía tan solo dos años.
Su último año en el Athletic, Gaizka Toquero tan solo disputó 49 minutos divididos en cinco encuentros, todos ellos saliendo desde el banquillo. A pesar de que antes del inicio de la temporada Valverde le comunicó que no contaba con él, el ariete rechazó sendas propuestas de cesiones a Eibar y Mirandés.
En el pasado mercado estival, y tras siete temporadas con la camiseta rojiblanca, Toquero rescindió su contrato con el Athletic de Bilbao. Durante este período, varios equipos sonaron con fuerza como siguientes destinos del delantero vitoriano. El que más cerca estuvo de contar con sus servicios fue el Real Oviedo, aunque finalmente el Alavés se llevó el gato al agua.
A sus 31 años, Gaizka Toquero está viviendo una ‘segunda juventud’ futbolística en Vitoria, ciudad en la que debutó hace doce temporadas. En lo que llevamos de temporada el delantero ha jugado los catorce encuentros como titular, marcando cinco tantos. Sin duda, Toquero tiene buena parte de la culpa del tercer puesto del Alavés en liga. El lehendakari ha vuelto, y parece que lo ha hecho para quedarse.