El central maño del Real Zaragoza se perderá el encuentro frente al Real Valladolid por estar concentrado con la sub 21
Foto: EFE
De la Guerra Civil y su inmediatamente posterior etapa, la denominada desde un punto de visto macroeconómico como autarquía, existen muchos mitos, medias verdades y realidades vedadas. Tanto en un bando como en otro hay lagunas oscuras, y no siempre tienen relación con auténticos genocidios, sacas o purgas. A veces una muerte sola encierra más misterio que otras muchas juntas, convirtiéndose en tabú pese a ser consagrada.
En el bando vencedor, el sublevado, el franquista, hay una ausencia que siempre pareció presente y que ellos mismos se encargaron de hacer notar, si bien no entraré a juzgar si el mismo Franco no hiciera, a su debido tiempo, demasiado por tornar esa ausencia en presencia.
Hablo de José Antonio Primo de Rivera, el que fue muchas cosas para muchos, pero que, después de la guerra, en la dictadura posterior, fue ‘El ausente’. Aquel que ya no estaba con ellos –si es que hubo algún tiempo en el que se hiciera efectiva y al 100% su concomitancia con Franco–, al igual que muchos otros que poco a poco fueron cayendo para que al final el general ferrolano ocupara su puesto en la jefatura del Estado.
El próximo partido del Real Valladolid tendrá muchos ausentes, ya sea por lesión o por estar convocados con sus respectivas selecciones sub 21, caso de Bruno Varela o Kepa. Compañero de este último en el conjunto de Albert Celades es Jesús Vallejo, el central zaragozano, el ausente en el Real Zaragoza.
Como si de Franco con Primo de Rivera se tratara, el Real Valladolid se beneficiará, sin lugar a dudas, de la baja del excelso central del Real Zaragoza. Y si la comparación con el contexto postcontienda puede haber parecido exagerada, no lo es la importancia mayúscula de la baja de Vallejo, y es que no estamos ante un central más de Segunda División.
Para empezar, ya no es, tan siquiera, jugador del Real Zaragoza, sino del Real Madrid. El club merengue lo fichó este verano, después de conquistar el Europeo sub 19, por seis años, aunque el primero de ellos, al menos, lo esté desarrollando como cedido en su club de toda la vida.
Pero, ¿qué ha hecho Vallejo para, con tan solo dieciocho años, ser fichado por el Real Madrid? Pues, para comenzar, diremos que Jesús Vallejo ya es el capitán del Real Zaragoza, distinción que ostentaba ya el año pasado, temporada de su eclosión.
A decir verdad, la llegada de Vallejo a la cumbre sucedió por la necesidad de un conjunto corto de efectivos al inicio de la pretemporada 2014/15, algo similar a lo que sucedió este verano en Valladolid, donde los entrenamientos y amistosos se completaban y formaban con jugadores del filial o juveniles, como era su caso. Y es que, el central maño, apenas pisó el filial zaragocista, ya que, prácticamente, ascendió del juvenil al primer equipo, donde el año pasado disputó veintinueve partidos, veinticinco de ellos como titular, anotando un gol.
Fuera de lo que es en sí Vallejo, para muchos, el mejor central de Segunda División, referencia total en un futuro de la absoluta e, incluso, heredero de Carles Puyol, en Valladolid es conocido por los dos partidos que cuajó frente al conjunto de Rubi. En el primero tuvo que salir en el descanso para detener la hemorragia producida por Mojica en banda izquierda, lo cual acabó haciendo.
En el segundo encuentro, ya en Zorrilla, vimos, además de a un central con mucha planta, rápido, efectivo en el corte, que va muy bien por arriba y con unos conceptos tácticos nada habituales para su juventud, un central que sabía sacar la pelota jugada, que traspasaba sin problema alguno la medular y que, con solamente dos gestos, se hacía notar en el campo. Porque contra el Valladolid será el ausente, pero a Vallejo hay que tenerlo ya muy presente.