No está siendo el arranque esperado por el cuadro maragato, que después de diez jornadas no es capaz de abandonar los puestos de descenso
Segunda temporada en Segunda División B, la de la confirmación. O eso es lo que pensaban, al menos, en Astorga. Pero las malas sensaciones y, sobre todo, los pésimos resultados cosechados en las diez primeras jornadas han relegado a los maragatos a la zona baja de la clasificación. En descenso durante buena parte de este arranque, los pupilos de Álvaro García Moreno no son capaces de revertir esta preocupante situación.

Foto: Diario de León
Si en la temporada pasada el equipo sólo entro en puestos de descenso en la jornada 36, antes de visitar a la Cultural y Deportiva Leonesa y recibir al Guijuelo en La Eragudina, en esta ha permanecido en puestos de peligro desde el inicio. Las dudas se generan entre los aficionados en torno a la figura de un entrenador muy cuestionado desde la pretemporada.
Un verano para olvidar
El pasado verano, Pepe Calvo no recibió oferta de renovación y Sagrario González firmaba a un técnico con escasa experiencia en la categoría de bronce. Álvaro García Moreno llegaba desde el Atlético Pinto de la Tercera madrileña –por recomendación de Borjas Martín–, pero su estancia en la Ciudad Bimilenaria ha sido complicada desde el comienzo.
Las bajas de Héctor Taranilla (Mérida) y Borjas Martín (Pontevedra) requerían el fichaje de dos jugadores importantes capaces de sustituir a dos hombres clave la pasada campaña. De esta forma llegaban Víctor Andrés, que se encontraba sin equipo después de su efímero paso por la Cultural Leonesa, y Antonio Pino, desde La Hoya Lorca, aunque ya conocía la provincia después de jugar en el Huracán Z en Tercera División.
Las bajas de Diego Zamora (Marchamalo), Asier Arranz (Palencia), Adrián Rojo (At. Bembibre), Luis Arellano (La Roda), Edu Llamazares (La Bañeza), Marcos Blanco (La Virgen del Camino), fueron sustituidas por Marcos (At. Bembibre), Dani Pevida (Fuenlabrada), Manu Martínez (B. Linense), Saúl Crespo (SD Ponferradina), Fa (Leganés), Ricky Alonso (Cádiz) y Juanra (Albacete Balompié). Adolfo Martínez (Granada B) y Cadete (Unión Adarve) firmaban por el cuadro maragato, pero abandonaban su disciplina antes del inicio.
Los encuentros preparatorios no fueron demasiado positivos, sumando tres derrotas y dos empates. La SD Ponferradina era el primer equipo en superar a los astorganos con claridad (0-2). Luego llegaría el empate sin goles (0-0) ante el Zamora en La Eragudina; más la igualada en Bembibre (1-1). Lo más sonrojante serían las dos goleadas encajadas por los entrenados por Álvaro García Moreno: en La Bañeza (5-0) y en casa ante el filial del Getafe (1-5).
Dudas en el inicio
Con estos ingredientes y sin un estilo de juego definido empezó la temporada para el Atlético Astorga. Como es habitual ya en la entidad maragata, el primer encuentro coincidió con la festividad en la ciudad y el choque se disputó en La Eragudina. El Coruxo fue el primer cuadro en medir la situación real de los astorganos, que tardaron apenas tres minutos en recibir el primer gol de la temporada. Sin ideas y a merced de un equipo vigués muy sólido, los tres primeros puntos volaban con dirección Galicia, (2-3).

Foto: La Preferente
Lo más difícil llegaba entonces. El Atlético Astorga debía rendir visita de forma consecutiva al Racing de Santander y al filial del Celta de Vigo. La mejoría de los pupilos de Álvaro García Moreno fue notable ya en el feudo cántabro, aunque los tres puntos se quedaban en El Sardinero debido al mayor potencial de los de Pedro Munitis (2-1). No iba a ser así en tierras gallegas, donde el cuadro astorgano disputaba uno de sus mejores encuentros y gracias a un solitario tanto de David Bandera sumaba el primer triunfo de la temporada (0-1).
Aunque las dudas volvían a aparecer en casa. Y es que los de la Ciudad Bimilenaria están sufriendo para sacar sus partidos como local adelante. La Arandina aprovechaba el nerviosismo de los astorganos para llevarse el partido (1-2) y dejar en puestos de descenso a un equipo que no levantaba cabeza. Pero los pupilos de Álvaro García Moreno se empeñaban en sumar lejos de su feudo y en un campo complicado como el de la UD Logroñés era capaz de salvar un empate (0-0), que pudo ser incluso un botín escaso para los merecimientos de los verdes.
La mejoría, un espejismo
Con la motivación de sumar un punto en el campo del líder, el Atlético Astorga afrontó el partido ante la Peña Sport como una auténtica final. El cuadro maragato no defraudo y realizó su mejor encuentro de la temporada, sin lugar a dudas. Los pupilos de Álvaro García Moreno conseguían la victoria (2-0) de forma clara y contundente ante un rival directo en la lucha por eludir el descenso de categoría.
Pero esto sería un espejismo. La mejoría quedó en eso, en intenciones que no se mantuvieron en los siguientes encuentros. Primero era el Izarra el que derrotaba a los astorganos a domicilio (2-0), para después el filial del Sporting de Gijón se llevara de nuevo los tres puntos de La Eragudina (0-1). El ‘vaso de las dudas’ siguió llenándose en Pontevedra, donde los verdes se adelantaban en el marcador, pero no eran capaces de mantener la diferencia y terminaban cayendo en el segundo tiempo, (2-1).
No quedaba otra que sumar los tres puntos en La Eragudina frente al Somozas. Como ya ocurriera ante la Peña Sport, el encuentro se tildó de auténtica final para los astorganos. Todo se ponía de cara a la media hora de juego con el penalti y la expulsión de un zaguero gallego, David Bandera anotaba la pena máxima, pero el Atlético Astorga a partir de ahí desaparecía por completo y se veía superado por un cuadro somocense que mereció mejor suerte, incluso (1-1).
Sin un esquema definido
Quizá el principal problema con el que se está encontrando Álvaro García Moreno en estas primeras diez jornadas es que no ha dado con la tecla. El preparador madrileño no termina de acertar con las alineaciones que dispone y tampoco con los cambios que realiza. El cuadro maragato ha mostrado muchas carencias a la hora de tratar de remontar los envites que inicia en desventaja.

Los primeros encuentros de la temporada, Álvaro García Moreno confió en los fichajes realizados dejando como titulares únicamente a cuatro jugadores de la campaña pasada.
Este era su esquema más utilizado en el inicio de la campaña: Ricky Alonso; Manu Martínez, Víctor, David Uña, Juanra; Fa, Víctor Andrés; Diego Peláez, David Bandera, Dani Pevida; Antonio Pino.
Pero los malos resultados llevaron al joven técnico a cambiar su idea de juego y su esquema. Entonces optó por alinear a más jugadores de la temporada pasada.
El punto álgido de esta decisión llegó la jornada pasada, cuando sólo Saúl Crespo formó en el once inicial junto a diez jugadores de la temporada pasada: Javi Díez; Cristian, Víctor, David Uña, Lago; Porfirio Puente, Saúl Crespo; Diego Peláez, David Bandera, Ivi Vales; Roberto Puente.