La baja de André Leão abre la puerta de la titularidad a Álvaro Rubio y a Pedro Tiba en un rol que el canterano Anuar también podría desempeñar

Si uno echa un vistazo a los dos últimos onces del Real Valladolid, el último de Garitano y el primero de Portugal, no verá más que dos cambios, el obligado de Moyano por Chica, por sanción, y la salida de Guzmán en beneficio de un Óscar al que se le presuponía titular en Palamós. Y es que ya lo había advertido Portugal: no iba a haber una revolución. Y cumplió su palabra.
Como las sensaciones mejoraron ante el Mirandés con respecto a los partidos precedentes y como se ganó, es de esperar que tampoco haya demasiados cambios en el once que saltará de inicio en Almería, si bien, como en Zorrilla el pasado fin de semana, habrá que hacer al menos una permuta obligada, y que, viendo la apuesta renovada del técnico burgalés, puede resultar de cierta relevancia.
En el minuto 76 del encuentro ante los de Terrazas, André Leão vio la quinta amarilla, lo que traerá el preceptivo cumplimiento de un partido de sanción por tener que cumplir ciclo de amonestaciones. Hete aquí el contratiempo; cómo sustituir a un león (y no morir en el intento).
Veamos.
Ante el Mirandés, André Leão ocupó una posición un tanto más adelantada de la que venía ocupando con Gaizka Garitano e, incluso, en buena parte de la ‘era Rubi’. Fue un pivote más volátil y menos cerebral de lo que acostumbra, lo que probablemente asombró a todos, porque, decíamos, apenas en un puñado de ocasiones Rubi había optado por ‘liberarlo’ para crear superioridades en campo rival.
Hay que remontarse a los inicios del pasado curso para ver al ‘León de Freamunde’ pisar con tanta asiduidad dominios de interior, buscando generar unos triángulos que, detectada la fragilidad en el repliegue, el nuevo y flamante entrenador del Levante desechó. A partir de entonces, fue un mediocentro puro, anclado, y ni siquiera cuando a su lado aparecían Rubio y Timor tenía licencia para descolgarse.
Si no era un ‘cuatro’, lo parecía, con una particularidad: Timor es un mediocentro ‘rara avis’, capaz defensivamente por su despliegue físico, por lo que, a la hora de defender, incluso ya con Garitano, quizá se veía más al valenciano; parta de una altura mayor, menos o igual que el luso, hacia atrás corre más. Pero ahora, de repente, Portugal ha traído al presente ese portugués pasado, que se asemeja más a un ‘ocho’.
Así, el pasado fin de semana se le volvió a ver como un centrocampista con llegada, como un medio capaz de asociarse más allá del círculo central con los hombres de tres cuartos, de generar las superioridades citadas. El pasado fin de semana, se volvió a ver a un mediocentro perdido, olvidado, porque como su lectura del juego es buena metros más atrás y como no destaca especialmente por su despliegue físico, parecía otra cosa –que, ojo, quizá (también) sea–.

Las alternativas ‘de vuelo’
Comentado este nuevo-viejo contexto, recordemos: Leão no estará en Almería por sanción. Dos son las alternativas que parecen más coherentes; una más descabellada y atrevida, pero no por ello menos válida.
Superados los problemas físicos que le aquejaron la pasada semana, se prevé la vuelta de Álvaro Rubio a la convocatoria. Y, si Portugal apostara por él, cabrían varias opciones. Como con Rubi el pasado año, podría ser él el encargado de dar ese paso adelante. Como con Garitano, se podría optar por un centro del campo más ‘puro’, con dos medios claros. O, en cambio, podría haber un cambio de rol y ser más bien Timor quien ‘vuele’.
Viendo sus características, de sobra conocidas ya, su entrada podría significar un intento por adueñarse del balón y de imprimir una mayor pausa. No obstante, aun queriendo ser paciente, el equipo, ante el Mirandés, pareció querer otra cosa. Y, por sus condiciones físicas, Rubio parece menos apto para ‘volar’.
El otro elemento del primer plantel llamado a ocupar una posición de mediocentro es Pedro Tiba, quien, sin embargo, apenas acumula minutos en esa posición desde su llegada. Hasta el momento, se le ha visto más –aunque no solo– ocupando zona de tres cuartos, alejado de la mayor responsabilidad de un doble pivote. No obstante, se suponía a su llegada que venía más para jugar en esa parcela central que por delante.
En lo que se le ha visto, a vuelapluma, se le adivina como un centrocampista que domina la conducción, con querencia creativa, y que es más capaz en la transición ofensiva. Sin embargo, en repetidas ocasiones –la última en el debut de Portugal– ha entrado no para poner una marcha más al mediocampo, sino todo lo contrario, para amasar la posesión. Y está, además, físicamente bien dotado.
Descrito el perfil, y comentado el juego del ‘León de Freamunde’ frente al Mirandés, el vianense parece, a priori, el más adecuado para sustituir a su compatriota. Aunque, con Alfaro y Moreno lesionados y con Leão y Moyano sancionados, ha de viajar a Almería por lo menos un jugador del filial. Que podría ser Anuar, quien ya fue convocado en el anterior encuentro.
Aunque parezca descabellada, la opción de Anuar podría ser tan válida como las demás, si uno tiene en cuenta sus características. Puede ser denominado un mediocentro de acompañamiento, por aquello de que puede fluir sobre el tapiz desde la misma base de la jugada hasta las proximidades de su zona de finalización.
Posee una capacidad pulmonar de difícil parangón, es pegajoso en la marca y hábil en la conducción y en la asociación. Con un gran peso específico en el filial, a sus veinte años, viene llamando a la puerta del primer plantel con sus buenas actuaciones. Y, además, puede actuar en caso de necesidad en el lateral derecho, lo que hace de él una opción versátil para repetir convocatoria.
Todo uno, le convierte en una alternativa defensiva-mixta, a la que poder recurrir en caso de necesidad. Su aparente ligereza engaña: es todo músculo, fuerza. Por capacitación no será, suya y de los otros dos citados. Citados los recursos, falta saber cuál es el plan de Portugal; qué tipo de mediocentro cree requerir para sustituir al león volador… y no morir en el intento.