El técnico gallego se ha convertido en el segundo entrenador de Miguel Ángel Portugal en la primera plantilla del Real Valladolid y el abulense, en del Cadete Regional hasta la fecha, ha cogido las riendas del Promesas

Foto: Alba Oliveros
El pasado domingo dieciocho de octubre, el Real Valladolid caía derrotado por tres goles a uno en el Municipal de Palamós ante la UE Llagostera. Gaizka Garitano quedaba sentenciado después de esta derrota y se avecinaba una semana movida en las oficinas del estadio José Zorrilla.
Tras hacerse oficial la destitución del técnico vasco, poco después se confirmó la llegada de su sutituto, Miguel Ángel Portugal, hasta aquí todo se desarrolló en un ámbito de normalidad, es destituido un técnico y se trae a otro para sustituirle. La sorpresa llegó cuando se anunció el cuerpo técnico que acompañaría al nuevo entrenador del Real Valladolid.
Rubén Albés, técnico hasta la fecha del Real Valladolid B, fue anunciado como segundo del recién llegado. Esto dejaba sin entrenador al Promesas y a partir de este momento comenzarían las especulaciones sobre quien ocuparía su puesto.
Lo lógico, como sucede en la mayoría de clubes del mundo, sería que el míster del Juvenil A, Juan Carlos Pereira, el mejor entrenador de las inferiores del club, hubiera cogido las riendas del filial blanquivioleta, Jonathan Prado el División de Honor y Borja Jiménez el Liga Nacional, dejando una vacante en el Cadete A, para el que habría que incorporar a un nuevo técnico o seguir con la promoción hasta ocupar el hueco dejado en uno de los equipos del club.
El puesto fue ofrecido a Juan Carlos Pereira, como es lógico, pero el técnico vallisoletano, según ha podido saber Blanquivioletas, rechazó la oferta por la falta de entendimiento en cuanto a las condiciones exigidas por unos y por otros. Después de dejar al Promesas sin entrenador, haber escuchado y cedido ante las pretensiones de Juan Carlos Pereira podría haber sido positivo para el club, ya que se habría tomado la decisión más coherente.
Pero los hechos no sucedieron de esta forma, a lo largo de la tarde de este jueves, se anunciaba a Borja Jiménez como nuevo entrenador del Real Valladolid B, decisión más que sorprendete, ya que dar el salto del Cadete A al Promesas parece un ascenso difícil de asimilar.
Resuelto el nuevo organigrama del club en sus cuatro primeros equipos, es el momento de hacer un análisis de la situación actual, situación que deja muchas dudas al respecto sobre el futuro del filial blanquivioleta.
Rubén Albés, hasta el momento, había dirigido a un equipo que ha sumado once puntos de los veintisiete disputados, teniendo al Real Valladolid Promesas fuera de los puestos de descenso, tan solo un punto por encima de los equipos que marcan la caída a Tercera División.
El filial, sobre el papel, luchará por la salvación, se trata de un equipo joven y con menos nivel que el de la temporada anterior, que consiguió la salvación sin ningún tipo de apuro a las órdenes de Rubén de la Barrera, actual técnico de un Guijuelo que camina segundo en el mismo grupo que el Real Valladolid B. Pero el nivel competitivo de los pupilos de Albes, había sido alto durante lo que llevamos de temporada, por esto no se entiende el ascenso que el club ha otorgado a entrenador gallego.

Sin duda alguna el técnico gallego es el más beneficiado, ha pasado de entrenar en Segunda División B a un equipo que va a pelear por la salvación, a ser segundo técnico del Real Valladolid, conjunto que en teoría, debe revertir la situación y luchar por cotas más altas en la categoría de plata del fútbol español.
Las posibles situaciones a final de temporada habrían sido claras: Rubén Albés salvando al filial o Rubén Albes descendiendo al equipo. De este modo, el actual segundo técnico del primer equipo, abandona el filial en puestos de salvación y da un paso más en su carrera como técnico.
Pero este hecho, de otorgar esa plaza de ayudante de Portugal a Albés y dejar al filial sin entrenador, colocando al del Cadete Regional como encargado de salvar al Real Valladolid Promesas, no se termina de entender, por lo menos a priori, sin haber ofrecido mayor razón ningún estamento del club blanquivioleta más allá de la nota de prensa que anuncia el cambio.
Por lo tanto, la situación es clara, gran noticia para Rubén Albés y también para Borja Jiménez, ya que pasa de entrenar en la categoría de Cadete Regional a dirigir en la categoría de bronce del fútbol español, dando un salto a nivel profesional sin precedentes conocidos recientes. No obstante, a priori puede parecer una noticia no tan buena para el filial blanquivioleta, que cambia de técnico sin ningún motivo, y también para el Cadete A, equipo para el que ahora mismo se busca un nuevo entrenador.
Mucho más sencillo parecía el colocar a otra persona como segundo técnico o como analista del primer equipo, sin tocar nada en la cantera del club, y dejar las cosas como estaban hasta el momento. Pero el Real Valladolid, una vez más, sorprende con su toma de decisiones, que no se entienden, principalmente, por la falta de explicación alguna.
El paso de los días y de las jornadas, con todo, mostrará la validez de las decisiones tomadas. Por el momento, el nuevo organigrama del club ya está formado y este fin de semana se estrenarán Rubén Albés y Borja Jiménez en sus nuevos banquillos.