El ya exentrenador del Real Valladolid se excusó en el poco tiempo que ha tenido en el banquillo blanquivioleta

«Me hubiera gustado seguir. Nueve jornadas son pocas. Entiendo que la situación del equipo no era la esperada. En estos casos, lo paga el entrenador«. Así comenzó Gaizka Garitano la rueda de prensa de despedida del Real Valladolid. Una hora antes, el club hizo oficial su destitución como técnico blanquivioleta, aunque el de Derio lo sabía desde la noche del pasado martes. «El lunes Braulio me comunicó que había esta posibilidad y ayer a la noche me dijeron que no seguía», afirmó.
Los resultados han dejado al Pucela en puestos de descenso a Segunda B y Carlos Suárez, como máximo responsable del club, tomó la decisión más fácil: cambiar de entrenador. «Estoy jodido porque tenía mucha fuerza, ganas y motivación para seguir. Tenía muy buen feeling con los futbolistas y un apoyo en el vestuario. Al final el fútbol es así y hay que seguir hacia delante», explicó Garitano.
La situación comenzó a tener mala pinta desde el principio. «Habíamos hecho una gran pretemporada y empezamos la liga con mucha confianza, pero el partido de Córdoba no salió como esperábamos y a partir de ahí la moral se minó«, afirmó. Y, como tan importante es el trabajo con el balón como el psicológico, los blanquivioletas no han levantado cabeza.
El preparador vasco era consciente de que se encontraba «en un club en el que la exigencia es muy grande». «Sabía que tenía más que perder que ganar y asumo la responsabilidad», añadió. Garitano no es «de culpar a otra gente», pero reconoció que la presión era enorme. «La segunda está muy desequilibrada en cuanto a instituciones. Hay mucha expectación con unos equipos, pero las plantillas son muy parecidas. Las expectativas del equipo son tantas que es muy difícil llegar. Espero que saliendo yo del club las cosas vayan mejor», expresó.
«Un entrenador está tomando decisiones cada minutos. A toro pasado siempre piensas que podrías haber hecho alguna otra cosa, pero no he tenido demasiado tiempo para mostrar que esto podía mejorar», comentó. Insistió en el poco margen de maniobra que ha tenido para revertir la situación, aunque comprende que «el club busque un revulsivo». «Las cosas a veces salen mal, como en este caso». El técnico vasco aseguró conocer «las reglas de este mundillo». «Sabía que si el comienzo era así, la confianza no duraría demasiado tiempo», añadió.
Garitano no quiso valorar el futuro trabajo de su sustituto –el Real Valladolid anunció poco después a Miguel Ángel Portugal–. «No soy nadie para dar consejos», afirmó. En lo que sí que se mojó fue en el trabajo que desarrollará: «Seguro que está más capacitado que yo». Sobre todo porque está convencido de que «el equipo irá para arriba». De hecho, agradeció el comportamiento de la plantilla «desde el primer hasta el último día» y descartó que existieran «problemas extradeportivos». «Nunca he tenido un problema con Carlos (Suárez) y siempre hemos sido respetuosos», dijo.
También mostró sus agradecimientos a sus «ayudantes». «Ha sido un placer trabajar con ellos», añadió. Y no se olvidó de la prensa, de la que quiso despedirse personalmente, puesto que, como él quiso, compareció en la sala de prensa de Zorrilla solo, sin Braulio Vázquez ni Carlos Suárez a su lado. Los que sí estuvieron presentes fueron sus compañeros del cuerpo técnico. Patxi Ferreira, Julio Hernando, José Manuel Santisteban y José Luis Ribera le despidieron entre aplausos, junto a algunos periodistas, después de concluir la comparecencia ante los medios.
Para él también son momentos complicados, ya que apostó por un proyecto que le ha durado tres meses y medio. De hecho, barajó la posibilidad de tomarse un año sabático, pero la oferta del Real Valladolid le atrajo demasiado. «Ahora mismo lo que quiero es recoger las cosas y tener un par de días para reflexionar y pasar el mal trago», sentenció.