El Diocesano neutralizó en dos ocasiones la ventaja del Ascensores Zener, la segunda, en el minuto 92, cuando los encarnados ya empezaban a paladear el triunfo

La UD Sur no pudo pasar del empate en su duelo ante el CD Diocesano, un rival por la permanencia que fue capaz de neutralizar en dos ocasiones la ventaja local, valiéndose de sendas acciones desafortunadas, la segunda de ellas, en el minuto 92, que dejó a los encarnados desencajados, puesto que ya casi paladeaban la victoria.
El choque fue de trenes, intenso desde el primer minuto. De inicio, eso sí, solo por parte de los extremeños, que se pudieron adelantar a los dos minutos. La jugada de estrategia les salió bien y Pastor marcó, pero lo hizo en fuera de juego, de manera que el tanto no subió al marcador. Desde entonces, y hasta el uno a cero, fueron un pequeño temporal, que no un vendaval, puesto que no terminaron de romper en forma de gol.
Con apenas ocho minutos transcurridos, Pérez hizo el uno a cero, un tanto de bella factura, pues recogió el esférico en la zona izquierda del campo, se adentró con potencia y, con la misma, soltó un latigazo preciso, ajustado, al palo contrario, ante el cual Miguel nada pudo hacer.
Entonces, el Ascensores Zener se despertó y comenzó a responder con intensidad a la intensidad del rival. Fruto de esta fueron las oportunidades marradas por Pérez –de tacón– y por Altube, mediado el primer periodo.
Entretanto, el Diocesano no sabía a qué envidar; si ir a la chica o a la grande. Dicho en castellano meridiano; no sabía si jugar en corto, tratar de hilvanar y llevar el balón hacia adelante de un modo combinativo, o si por el contrario apostar por una verticalidad mayor, fundamentada en balones largos, muchas veces, frontales desde sus centrales.
Tuvieron un mayor dominio de la posesión, aunque el partido era el ansia viva, la precipitación y la poca claridad. De repente todo se tornó contacto y aquello pareció caer, sino en la esquizofrenia, sí al menos en la paranoia: a los unos les temblaba las piernas mientras ganaban y los otros estaban agarrotados por ir perdiendo.
Poco antes del descanso, en una falta muy protestada, llegaría el empate. Javi pegó una falta desde la frontal que golpeó en un defensa rojillo antes de entrar en la puerta de Alberto, después de cambiar la trayectoria por ese rebote. Venía a premiar los méritos acumulados por los visitantes, esa insistencia poco afortunada en lo que a fútbol se refiere, pero insistencia, al fin y al cabo.
Sin encontrar a Emi, con Maxi en la grada y con Rubi dubitativo –el balón golpeó en él en la acción que igualó el encuentro–, la UD Sur necesitaba algo más en la zona ancha. No tardó en entrar en la segunda mitad Cotolí, siquiera para contener la segunda oleada extremeña, aunque no fuera para crear. Y, guardara o no relación con su entrada, lo cierto es que los encarnados mejoraron.

Curiosamente, como había pasado durante el primer periodo, ser un poco mejor que el rival no les garantizó ni ser superiores ni crear más ocasiones, porque lo cierto es que no hubo muchas –bien es verdad que tampoco para el Dioce–. Sin embargo, en el 66′, hubo una doble oportunidad antes del dos a cero, con un disparo de Emi que Miguel no pudo atajar y que Raúl no pudo remachar en boca de gol, junto al meta.
Lo determinante en el fútbol, empero, no es la cantidad de ocasiones, sino su calidad/claridad. Y claras, la Sur las tuvo. Otra prueba fue la jugada que precedió al gol de Repiso, en la que pudo llegar el tanto hasta en tres intentos, uno que dio en el larguero y dos que se toparon con Miguel. El segundo acabó en el córner, que ‘Repi’ remataría a la jaula para poner el dos a cero a falta de diez minutos.
El ritmo de la contienda, que había decrecido durante una fase importante de la segunda parte, volvió a aumentar conforme llegó el ocaso, principalmente porque al Diocesano le urgía empatar.
Ante esta necesidad, encimó al Ascensores Zener, que se cobijó cerca de su área para intentar evitar la igualada y, a la vez, con la intención de sellar el triunfo a la contra, pero al final, los de Mario Prieto, ni una cosa ni la otra.
Con el tiempo casi cumplido, una buena jugada por la izquierda, que contó con la connivencia de Silva, que dudó y estuvo poco expeditivo en la marca, acabó con un centro al corazón del área que Repiso se metió en propia. Conviene decir, empero, que ni aun encontrándose él el balón el gol se habría evitado, seguramente, pues la segunda línea llegaba con fuerza para remachar.
Esta segunda línea del Diocesano, sin llegar a mostrar demasiado desequilibrio, acabó resultando determinante, aunque no brillante. Fue veloz y acabó permitiéndose el rescatar un punto que parecía perdido, en el minuto 92. Sin querer, Repiso premió la igualdad manifiesta que hubo entre los dos equipos, ambos intensos y cada uno ligeramente superior al otro.
El fútbol todavía había reservado a los de Mario Prieto una última oportunidad, pero no estuvieron acertados. En la última jugada, con el tiempo ya cumplido, Pérez llegó a posición de disparo, pero el balón le cayó a la pierna mala y ya cansado, y Nico no pudo hacerse con el rechazo, por lo que el marcador ya no se movió.
Aunque a la Sur le duele el empate, claro. Porque le habría colocado ya con diez puntos, que equivaldrían a casi un tercio de una hipotética salvación, con apenas siete jornadas transcurridas. Aun sabiendo que el partido fue igualado, al ir por delante dos veces, es normal que le duelan los dos puntos al Ascensores Zener, y que los considere perdidos. La línea, no obstante, es buena. Si de competir se trata, en ello están.
UD Sur | Ascensores Zener: Alberto; Silva, Fidalgo, Repiso, Lino; Raúl, Rubi (Cotolí, min. 55); Altube (Nico, min. 75), Emi (Jefferson, min. 90), Pérez; y Michael (Vara, min. 65).
CD Diocesano: Miguel; Juanjo, Juan, Pastor, Iván; Antonio, Javi (Margallo, min. 75); David (Adrián, min. 82), Montaño (Roberto, min. 70), Lorenzo; y Javier (Bella, min. 64).
Goles: 1-0, min. 8: Pérez. 1-1, min. 43: Javi. 2-1, min. 80: Repiso. 2-2, min. 92: Repiso, p.p.
Árbitro: Daniel Reinoso Mangas. Amonestó a Emi y a Vara por parte de la UD Sur y a Javier por parte del Diocesano, además de otros dos jugadores mientras estaban en el banquillo.