El técnico vasco comentó en rueda de prensa que el partido nunca estuvo controlado por su equipo y que lo único positivo ante el Real Oviedo es el debut de los dos canteranos

Primera derrota del Real Valladolid en el José Zorrilla y la afición empieza a mostrar signos de nerviosismo, pero lo que es peor, los jugadores también. Llegados a este punto, el equipo se encuentra con nueve en la tabla clasificatoria, y dejando signos evidentes de que algo no va bien. En este contexto, Gaizka Garitano compareció ante los medios después de ese primer tropiezo severo en casa, ante el Real Oviedo.
«Hemos mostrado inseguridad defensiva tanto con cuatro como con tres atrás. Esa inseguridad nos ha provocado precipitación con el balón» comentó el técnico. Fruto de estos fallos, ha detectado que sus jugadores tienen «ansiedad con el balón» y sin tener la posesión, «cualquier pequeño desajuste genera una ocasión de peligro por parte del rival».
Para el entrenador del Real Valladolid el encuentro se ha desarrollado de una manera poco satisfactoria para los intereses de su equipo. «El partido nunca ha estado controlado, ha sido un partido de ida y vuelta», argumentó.
Además, aseveró que recibiendo tres goles en casa es «casi imposible ganar». Asimismo, se refirió a los minutos finales, cuando el Pucela iba perdiendo, pero no conseguía dominar al Real Oviedo. «El esfuerzo ha sido muy grande por parte de los jugadores y al final ha faltado frescura«, explicó, sobre ese tramo en el que los blanquivioletas no tocaron a arrebato.
En un día malo, con una derrota en casa y encajando tres goles, también hubo espacio para la alegría, aunque fuese muy tenue. «Lo único positivo en un día tan negativo como hoy es el debut de los canteranos», comentaba un alicaído Gaizka Garitano. Fueron precisamente Ángel y Julio dos de los jugadores más destacados de los blanquivioletas en la derrota frente al ‘hermano’ Real Oviedo.
Para salir de esta coyuntura Garitano solo conoce un camino, al estilo Luis Aragonés, «trabajar, trabajar y trabajar». «Hay que mirar para delante, levantar la cabeza y seguir trabajando, no conozco muchas más fórmulas», añadía el entrenador vasco que concluía diciendo que «todos» pueden –él incluido– «aportar más».
El próximo domingo el Real Valladolid tiene una nueva prueba de fuego ante el Llagostera, en Palamós, donde se espera que Garitano siga al frente del equipo, pese a que Carlos Suárez ha comentado que no garantiza la presencia del entrenador. Un Gaizka Garitano que, cuando fue preguntado por si cree que sus jugadores están con él, respondió con un lacónico «pregúntale a ellos».