El Ascensores Zener marcó en la primera y en la última jugada en un partido en el que Las Rozas no propuso fútbol, pero obligó a un gran trabajo

En 2011, el cantautor uruguayo Jorge Drexler recibió el Oscar a la mejor canción por ‘Al otro lado del río’, un tema que había compuesto para la película ‘Diarios de una motocicleta’.
Ninguneado por la Academia por ser poco conocido, antes de recibir la estatuilla vio, sentado en su butaca, cómo Antonio Banderas y Carlos Santana versionaban su tema. En venganza, cuando Price pronunció su nombre, no dio discurso; con lágrimas en los ojos, cantó el estribillo.
Sirva este ejemplo para hacer notar que, en esta vida, cualquier cosa puede pasar si uno tiene talento –y lo muestra– o si trabaja. Aunque parta de una teórica inferioridad o no sea precisamente conocido. Lo que importa, en el fondo, no es el conocimiento, sino el reconocimiento. Que el trabajo –o el talento sacado a la luz, decíamos– traiga la recompensa que no trae el nombre. Y si no, que pregunten a la Sur, a ver qué opina.
Quizá no sea el equipo de más renombre. A buen seguro no será el de más calidad. Pero, por el momento, la UD Sur está sabiendo aplicar aquello que decía la canción del charrúa: «Clavo mi remo en el agua, llevo tu remo en el mío; rema, rema, rema». Dicho de otro modo, sin ambages ni literatura: trabaja a destajo, como bloque, ayudando cada jugador a quien tiene al lado en busca de una lontananza llamada salvación.
Contra Las Rozas, los pupilos de Mario Prieto salieron a avasallar. Así, cuando apenas habían transcurrido treinta segundos de encuentro, Maikel puso el uno a cero, al aprovechar un rechazo procedente de un disparo de Emi –de nuevo diferencial– desde el balcón del área. El tanto sorprendió a los madrileños, quienes, dicen algunos conocedores de la categoría, no sufrirán. No comparecieron. Ya fuera porque el gol les pilló frío, porque la Sur fue mejor o ambas, apenas hicieron nada.
Entre lo poco que hicieron, sin embargo, se puede decir que estuvo el hacer trabajar mucho a los locales. Sin proponer nada, los visitantes obligaron al Ascensores Zener a no dormirse un solo segundo, puesto que, aunque no mostraron tino, se hartaron de enviar balones frontales, de esos ante los cuales uno no se puede despistar, hacia su nueve fajador, Arribas.
Tampoco es que la Sur se mostrase especialmente preciosista. Eso sí, quiso el balón, y cada vez que lo tuvo Emi, la grada sonreía. La fortaleza física que mostró Las Rozas, sobre todo por dentro, impedía que el esférico corriera fluido, pero de cuando en vez, en algún chispazo, pasaban cosas. Así, el propio Emi tuvo una tímida ocasión para el dos a cero antes del descanso.
Los cinco últimos minutos de la primera mitad fueron los mejores del partido para los blanquiazules. Plata, en un saque de esquina directo que golpeó en el palo, por fuera, tuvo la única oportunidad roceña, pasado el minuto cuarenta. Al margen de ese disparo, entre los tres palos, antes del tiempo de asueto, solo hubo el del rechazo, que cazó el propio Plata y obligó a Alberto a hacer una gran estirada.
En el segundo periodo hubo algo más de fútbol, a ráfagas, siempre por parte local, y siempre en las botas de Emi y Maxi. El menudo mediocentro se asoció con el ‘diez’ varias veces, y de ellas en varias hubo peligro. Como por ejemplo, en su disparo en el minuto 61, que acabó perdiéndose ligeramente por la línea de fondo.

Foto: Rosa M. Martín
Emi en el descontrol
Posteriormente, Mario Prieto reconocería a este portal que su equipo había «controlado pero no dominado» el encuentro. Y así fue, salvo, quizá, en el último cuarto de hora, ese en el que un duelo ajustado toca siempre a arrebato. En él se entró con el paradón de Alberto a Lasarte, que golpeó fuerte y raso desde la frontal del área en busca del empate.
Y entonces, creció la figura de Emi.
El centrocampista encarnado se había mostrado intermitente hasta entonces, no porque no quisiera echarse el equipo a sus espaldas, sino por la marca al hombre, frecuentemente doble, que venía recibiendo. Pero, si ya había hecho muchas cosas buenas, detectó que en este tramo final debía multiplicarlas, y así lo hizo.
Leyó bien cada ayuda defensiva, como también aquellas ocasiones en las que podía crear peligro al contragolpe si se quedaba descolgado. Las Rozas siguió sin rasear un solo balón, pero por la premura del reloj, acabaron encimando con mayor intensidad, mientras la Sur dio un paso atrás.
Para coger impulso, a poder ser, y matar a la contra. López atacó zonas centrales y Nico apareció por izquierda para intentar apoyar atrás y salir con frescura. Pero, por encima de ellos, destacó el ‘diez’, a quien un aficionado roceño llamó Messi. Lució, por encima de todas las cosas, con el tiempo ya cumplido.
Cogió un balón en el círculo central y empezó a galopar, con el balón cosido al pie. Se zafó de un tirón, se llevó a cuestas a otro defensa que intentó pararle agarrándole y, en la frontal, enseñó el esférico en un lado para acariciarlo hacia el otro. Y allí, al lado izquierdo de la media luna, apareció Maxi, para enviar la pelota de un golpe certero a la red.
Volviendo a Drexler: a pesar de las voces que decían –y dicen, y dirán– que la UD Sur es candidata a bajar, los de Mario Prieto hicieron bueno aquello de «yo muy serio voy remando; muy adentro sonrío / creo que he visto una luz al otro lado del río». Esa luz, llamada salvación, pasa por no cejar, por seguir trabajando. Remando.
Pero, a día de hoy, sería un hecho. Como el Oscar al uruguayo. Los incrédulos con el charrúa, que miren la Wikipedia. Los que lo sean con los encarnados, que miren la tabla: sacan cuatro puntos a su rival de este domingo y cinco a la zona de descenso. Como diría Drexler; Sur, «rema, rema, rema»…
UD Sur| Ascensores Zener: Alberto; Juan, Repiso, Fidalgo, Lino; Maxi, Rubi; Altube (Jefferson, min. 89), Emi, Vara (Nico, min. 67); y Michael (López, min. 79).
Las Rozas: Marcos; Adrián (Jero, min. 83), Vega (Javi Serrano, min. 59), Vázquez, Pina; Plata, Pablo; Masep (Cosmin, min. 75), Lasarte, Dani (Fran, min. 46); y Arribas.
Goles: 1-0, min. 1: Michael. 2-0, min. 93: Maxi.
Incidencias: Barbachano Plaza dirigió el encuentro. Mostró tarjeta amarilla a Repiso y López por parte de la UD Sur y a Pablo, Cosmin y Plata por el cuadro roceño.