El entrenador del Real Valladolid reconoce que «el equipo sigue mejorando», pero pide más a los jugadores de ataque

Hay situaciones en las que podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Y eso es lo que le pasa al Real Valladolid, cuya situación, tras su empate ante el Nástic, puede verse desde dos perspectivas. Los pesimistas seguramente aboguen por los dos últimos encuentros en los que el Real Valladolid no ha sido capaz de pasar del empate. Los optimistas esgrimirán que los blanquivioletas llevan tres encuentros consecutivos sin conocer la derrota. Entre estos últimos parece encontrarse Garitano.
Gaizka Garitano prefiere quedarse «con las cosas buenas», tal y como admitió en rueda de prensa, al reconocer que el equipo «le ha gustado a ratos». «Hemos querido ganar hasta el final, hemos puesto todos los jugadores ofensivos que teníamos y hemos arriesgado mucho», afirmó. A pesar de su optimismo, considera que no pueden «estar contentos» porque no han ganado. «Queríamos los tres puntos y los hemos ido a buscar, pero tenemos que conformarnos con uno», explicó.
Garitano ha reconocido que «tenía claro que cualquier jugador que tuviera tarjeta amarilla, le iba a cambiar en seguida. En el caso de Moji (Mojica), tenía una amarilla y estamos para jugar once contra once porque hay tanta igualdad en la categoría que juegas con uno menos y estas muerto. Con uno menos no puedes jugar», aseveró el técnico vasco.
Asimismo, insistió en «quedarse con las cosas buenas» que el equipo ha hecho. «Tenemos que intentar seguir acabando con once, con la portería a cero. Estamos a una victoria del segundo clasificado, es una liga muy igualada en la que no se ven equipos mucho mejores que otros y lo importante es seguir creciendo«, recalcó el vizcaíno.
El míster se mostró esperanzado al reconocer que “el equipo ha salido mejor que nunca, ha salido muy bien. Ha habido ratos en el primer tiempo que hemos jugado muy bien”. A pesar de ese dominio, el ex del Eibar se muestró contrariado al admitir que no han hecho «tantas ocasiones de gol como demostraba el dominio del partido. Cuando estás jugando bien, necesitas trasladar eso en ocasiones de gol», ponderó.
Falta de gol
Una de las mayores inquietudes percibidas en Garitano es la falta de gol. «Debemos intentar rentabilizar los pocos goles que seguramente podamos hacer para sumar de tres en tres en vez de uno en uno», manifestó preocupado.
«Crear ocasiones de gol nos cuesta porque en tres cuartos ahí se apaga la luz. El equipo a tres cuartos llega bien, incluso hoy con mejor futbol que otras veces. Cuando llegamos a tres cuartos tiene que haber algo diferente, algo que desequilibre». admitió resignado el técnico vasco antes de solicitar mayor presencia a los jugadores llamados a ser importantes.
«Necesitamos un paso adelante de tres cuartos para adelante para hacer gol. Está caro el gol en todos los equipos, pero a nosotros nos va a costar, nos ha costado hasta ahora y por lo que veo nos va a costar», comentó.
Otro de los aspectos que le preocupan son las acciones a balón parado, a las que tampoco se le saca «demasiado rendimiento» porque no tiene un especialista en eso. A pesar de todo ello, reiteró una vez más que «el equipo va mejorando en cosas», tajante: «No nos podemos quedar con las cosas malas».
Garitano, respecto a la importancia de Óscar, admitió que «en estos equipos siempre hay jugadores determinantes que tienen que marcar la diferencia, y él es uno de ellos. Si no aparecen esos jugadores nos va a resultar muy complicado ganar partidos. Ahí tenemos carencias, evidentemente.
Sobre la entrada de Álvaro Rubio en el once, reconoció que le «ha gustado mucho» el riojano. «En esa zona es donde más y mejores jugadores tenemos, en mediocampo tenemos gente para variar y calidad. Depende el partido puede jugar uno, puede jugar otro», manifestó el preparador vasco.
Garitano se mostró contento por el debut de Manu del Moral con la elástica blanquivioleta. «Por lo menos ha jugado. No se ha resentido, está bien. Necesita más minutos, pero bueno, ha hecho cositas, nos tiene que dar más cosas todavía«, afirmó con rotundidad el técnico, quien le conoce bien de su etapa en el Eibar.
Por último, reconoció que desde principio de temporada ha habido directrices para que los jugadores no entren en protestas. «A mí no me gusta protestar, nunca me han expulsado como entrenador, no soy un entrenador que proteste y no me gusta que los jugadores protesten porque te descentras y pierdes la concentración en el juego y creo que eso no ayuda en nada», concluyó.