El entrenador del Real Valladolid DH lleva dieciséis años dirigiendo en la base del club, del que fue jugador, experiencia que le valida para conocer de primera mano las categorías inferiores no solo de la entidad, sino del fútbol provincial

Foto: El Norte de Castilla
El Real Valladolid División de Honor arrancó el pasado fin de semana una nueva andadura con un empate en Alcorcón. Lo hizo, de nuevo, como años atrás, bajo las órdenes de Juan Carlos Pereira, para muchos, señalado como el mejor técnico formador de la entidad blanquivioleta.
Además de dicha fama, la experiencia le avala, teniendo en cuenta sus dieciséis temporadas como entrenador en un club del que fue jugador –debutó con el primer equipo el seis de octubre del 91 y marcó el gol que dio el triunfo al Pucela ante el Albacete–. A las puertas del derbi de la categoría ante la Unión Deportiva Sur, analiza en exclusiva para Blanquivioletas su visión sobre el fútbol base formativo que vive y le rodea.
Lo primero, ¿cuáles son las sensaciones que dejó ese empate en Alcorcón?
Lo primero que percibimos es que queda mucho trabajo por hacer, aunque las sensaciones fueron buenas. Quizá el resultado no nos dejó muy satisfechos, porque tuvimos que empatar y, quitando veinte minutos, el resto del partido fuimos superiores, pero el equipo estuvo bastante bien. De cara al partido de este fin de semana y a los que vendrán después, hay que seguir trabajando y mejorando cosas, pero confiamos en que las cosas vayan bien.
Estos últimos años se ha criticado mucho el bajón clasificatorio del Juvenil DH. ¿Hay algún objetivo planteado para este curso?
Yo en este grupo ya he estado anteriormente y sé que hay tres o cuatro equipos superiores al resto en cuanto a presupuesto e infraestructura. Es muy difícil competir una liga al Real Madrid, al Atlético de Madrid, al Rayo Vallecano e incluso al Getafe. A todos nos gusta ganar y acabar lo más arriba posible, pero siempre trataremos que los chicos compitan bien en todos los partidos y que se formen, para que al final de temporada bastantes jugadores tengan la opción de jugar en el filial, como Juan en este arranque o Dani Vega, que es aún juvenil, y para que cuando acabe el curso estén preparados para jugar en Segunda B.
¿Qué supone, en tu caso, volver al División de Honor?
Me lo pidieron al final de la temporada pasada y, aunque al principio no estaba muy convencido, acepté porque considero que soy un entrenador de club. Tengo mucho ánimo y mucha confianza, y creo que se están haciendo las cosas bien para que a largo plazo el plan dé sus frutos. Creo que va a ser complicado al principio, por el proceso de adaptación de los jugadores. Hay cuatro o cinco que vienen de fuera, más seis o siete de Liga Nacional, varios que suben del Cadete… El otro día había solo tres que habían jugado en División de Honor. Aun así, el equipo está mostrando una buena actitud y creo que tiene condiciones. A la larga, creo que se pueden hacer grandes cosas.
La confección del plantel es algo que pertenece a la dirección deportiva pero, ¿cómo ha sido?
Lo que se ha querido es que el bloque no sea principalmente de tercer año, como en las últimas temporadas. Es importante tener jugadores de primero y de segundo para acelerar esa competición y esa formación. Hay cuatro o cinco jugadores que están entrenando con el filial, igual que hay varios de equipos inferiores entrenando conmigo. Creo que esa política es buena, que al menos estén entrenando en categorías superiores, y si puede ser, hasta compitiendo. Al final, ellos serán los que demuestren si están preparados para esa categoría. Aunque tampoco podemos correr mucho con los jugadores. Hay que seguir el camino que por condiciones, actitud y maduración muestren que es el suyo para mejorar. Yo soy de los que opinan que aunque sean de primer año, si tienen nivel, deben jugar. Conmigo va a ser así.
En estos últimos años, aunque ha habido varios estrenos, los canteranos no se acaban de asentar en el primer equipo. ¿Por qué?
Bueno, que debuten en el primer equipo no depende del trabajo que se haga en categorías inferiores, sino del entrenador que haya, de la dirección deportiva… Es complicado, es complicado. Llevamos unos años en los que el primer equipo está entre Primera y Segunda, en los que el club no está bien económicamente y necesita estar en Primera. Entiendo que es una situación difícil, para el entrenador y para el club. Yo, de lo que puedo hablar más, es de las categorías inferiores, y también está resultando muy difícil, porque en este club y en cualquier otro se necesita un poco más de estabilidad con el coordinador de cantera, darle cinco o seis años para que su proyecto y sus ideas fragüen. Si cada año cambiamos de director, es muy difícil, porque cada uno vendrá con unas ideas y un equipo nuevo. Estar todo el rato dando tumbos complica esta cuestión; esa es mi opinión.

Foto: bdfutbol
Depende también de las generaciones de jugadores con las que se cuente, pues esto no es bollería industrial, pero esa continuidad, a priori, daría una estabilidad al plan que se antoja necesaria para el crecimiento de la base, ¿no?
Eso es. Yo llevo dieciséis años y he tenido seis o siete directores de cantera. No digo que hayan sido buenos o malos, digo que es muy difícil trabajar así. Cata lleva dos años y ojalá esté muchos más. Está trabajando y se está moviendo muy bien. Se está dando un nivel a la cantera que hace unos años que no teníamos. Si el año que viene la actual dirección deportiva no está y empezamos de cero con las ideas de otro, va a ser muy difícil que siga dándose ese crecimiento.
¿Crees que el fútbol modesto y el fútbol base de Valladolid deberían dar un plus y tener una mayor representación en categorías altas?
Por provincia y por nivel de jugadores y de equipos, creo que sí, que debería haber alguno más en Tercera División, en División de Honor, en Liga Nacional… Cuando los chavales saltan, desde juveniles, por ejemplo, y no tienen posibilidad de jugar aquí, no tienen donde hacerlo, y por el camino se van quedando muchos. Debemos crecer y tener más equipos en esas categorías. Yo creo que hay jugadores.
Al Real Valladolid le beneficiaría, entonces, que hubiera más equipos como el Tordesillas en Tercera o la Sur en División de Honor, donde quizá esos chicos se cobijarían y crecerían de tal modo que, si un año no valen, quizá sí sirvan al siguiente.
Eso es. Nosotros en juveniles intentamos ayudar cediendo estos años jugadores al Parquesol de Liga Nacional, alguno de primer o segundo año este año a la Sur… Si hubiera más equipos así, para nosotros sería mejor, y lo mismo pasaría con el filial; si hubiera varios equipos en Tercera, nuestra salida de chavales del División de Honor, sería mucho más fácil. Y en otras categorías, parecido. El año pasado, por ejemplo, ayudamos al Cadete Regional de la Sur con Puyi o con Óscar. Es lo que deberíamos hacer. Aunque no todo depende del Real Valladolid, claro.
El Real Valladolid debería pasar, por lo tanto, de la vieja figura de simple ‘pescador’ a ser algo así como un ‘protector’.
No es mi cometido, pero sé que hay un convenio firmado por Cata con quince o veinte clubes que va en esa dirección. La idea es ayudar a todos los clubes que podamos para que ellos nos ayuden a nosotros; ser la referencia, pero que ellos sigan dando pasos. En esa dirección va también el Centro de Tecnificación de Fútbol 7 que lleva Chema Abril, que entrena un día a la semana. Además de viniendo los chicos, les podríamos ayudar con metodología… Se están dando pasos bastante buenos con la actual dirección deportiva, pero necesitamos que haya esa continuidad y que eso se consolide, que el año que viene haya más clubes. Sería lo ideal, aunque sea complicado.
Volviendo a los banquillos, después de dieciséis años entrenando en el club, después de haber sido jugador, ¿qué es lo que le intentas inculcar a los chicos?
Basándome en mi experiencia, intento que conozcan el club y ayudarles en temas personales, hacer un poco de tutor, sobre todo de los chavales que están fuera de casa, en la Residencia. Tampoco podemos ser los padres de los chicos, pero sí podemos aconsejarles y ayudarles. Aparte del trabajo de entrenador, del tema deportivo, yo, con mi experiencia, intento guiarles para que tomen las decisiones correctas.