Alberto Ruiz, preparador físico del CD Palencia, habla para Blanquivioletas de sus experiencias por Tercera División
Más allá de los Messi, Ronaldo y demás estrellas de la Liga BBVA, en España existe un fútbol mucho más modesto, que intenta evolucionar hacia un modelo más profesional, pero donde el dinero es muy escaso. En los campos de Tercera División, donde la mayoría de jugadores y cuerpo técnico luchan por un sueño y una motivación más que por el dinero –cuando se recibe– existen personas que hacen lo posible para llegar a un fútbol más digno y una de ellas es Alberto Ruiz, preparador físico del CD Palencia.
Natural de Puertollano, pero vallisoletano de adopción, Alberto se ha buscado las habichuelas donde ha podido. Empezó como ayudante de Raúl Zarzuela (actual preparador físico del Juvenil División de Honor) en el Real Valladolid B. Tras un año en el filial del Pucela, fichó por el Íscar donde estuvo seis años. Por desgracia, el primer equipo iscariense tuvo que renunciar a su plaza en Tercera División en 2012 por falta de financiación. Pese a todo, Alberto no se rindió y buscó otro equipo en la comunidad, el Astorga, aunque en diciembre se quedó en el paro.
A grandes problemas, grandes soluciones. En febrero se marchó a África y formó parte del The Panthers FC, de la ciudad de Malabo, capital de Guinea Ecuatorial. Con ese equipo llegó a disputar la Copa CAF aunque fueron eliminados en dieciseisavos por un equipo del Congo.
A su vuelta, la temporada pasada firmó por la Gimnástica Segoviana, equipo que se quedó a un gol de ascender a Segunda División B. Esta campaña ha cambiado los colores blaugranas por el morado del Palencia, que el domingo perdió uno a cero en su estreno contra el Tordesillas.
La experiencia de más de diez años desde los banquillos
Mucho ha llovido desde que Alberto Ruiz iniciase su carrera como preparador y mucho ha cambiado en Tercera División desde entonces. «En Tercera se ve una cierta progresión; el fútbol modesto avanza a la par que el fútbol de Primera, pero siempre dentro de su nivel», comenta Alberto, que asegura que los cambios en los equipos de Primera División, que cada vez buscan un juego más atractivo, tienen su repercusión en los equipos más humildes.
«Ahora mismo se puede ver cÓmo los partidos en esta categoría son algo menos físicos, si bien han ganado en velocidad y en precisión de balón«, afirma. Razón no le falta. En equipos como el Palencia juegan algunos jugadores que llegaron a jugar en Primera como Xavi Moré, Asier Arranz o Diego Torres y que dan muestras de que la Tercera División cada vez tiene más nivel.
Foto: El Adelantado de Segovia
Por otro lado, el preparador del conjunto morado asegura que los clubes se están profesionalizando mucho en cuanto a estructura. «Cada vez hay más preocupación en la preparación física de los jugadores. Ahora mismo los equipos contratan preparadores físicos más preparados, e incluso está asomando la figura del recuperador físico en clubes de Tercera, y sobre todo en Segunda B. El recuperador es una figura entre el preparador físico y el cuerpo médico que se encarga de dirigir el entrenamiento de los lesionados». No es más que un ejemplo de como los modestos, pese a estar ‘pelados’ de dinero, tratan de profesionalizar la base del trabajo.
El fútbol base necesita una preparación desde los inicios
Hoy en día la mayoría de los chavales sueñan con ser estrellas en el mundo del fútbol y por ello el fútbol base está experimentando un crecimiento masivo. Los niños tienen oportunidad de divertirse, aprender y competir, pero, ¿es su formación correcta? Desde el punto de vista técnico puede que sí, pero quizá falte una correcta preparación física.
Alberto opina que un preparador físico es necesario desde edades muy tempranas. «Se debería tener un trabajo coordinado con una visión global desde la preparación física. Aunque no haya un preparador para cada equipo (categoría) sí que debería haber una figura que se encargue de combinar los aspectos físicos elementales dentro del futbol«, afirma.
Paso a paso. Quizá no dentro de mucho se extienda esa figura del preparador físico dentro de las categorías formativas, pero, a día de hoy, aunque ese rol parece muy lejano, poco a poco va germinando en clubes y equipos de cantera, o por lo menos en aquellos que compiten en categorías altas.
Con todo, la Tercera División, como se puede comprobar, no es una competición de estrellas, pero existen tipos que se empeñan en hacer grande una categoría vejada y arruinada, y que es una liga de cinco estrellas en cuanto a dedicación, compromiso y amor al fútbol.