El jugador pacense firma hasta 2017 después de rescindir el contrato que le unía a la Unión Deportiva Las Palmas
Las casas, por los cimientos. Y el Pucela de Garitano, por los costados. Así son los comienzos. Eso se deduce de los fichajes realizados hasta la fecha por el Real Valladolid, pues hasta ahora los tres son hombres de banda –a estos efectos no se tiene en cuenta a Samuel, ‘renovado’–.
Juan Villar fue el primero en llegar. Mario Hermoso el siguiente. Y el tercero, Guzmán Casaseca, confirmado en la tarde de este viernes hasta junio de 2017, tras rescindir el contrato que le unía a la Unión Deportiva Las Palmas por un año más, que se ha quedado sin efecto debido a que no contaba para Paco Herrera después de lograr el ascenso a Primera División.
El pasado curso, en las islas, disputó veintinueve partidos en Segunda División, en los que hizo tres goles. Además, participó en tres de la Copa del Rey y consiguió otros dos tantos.
De su rol secundario habla otra cuestión, y es que si bien en estos tres envites fue titular, y jugó dos de ellos completos, en liga salió en el once siete veces y nunca disputó un partido completo. No obstante, cabe recordar la dura competencia que tenía para disponer de minutos en los costados, en un equipo con Nauzet Alemán y Culio, principalmente.
A sus treinta años, lleva doce temporadas como profesional. Debutó en Segunda en su casa, en el Badajoz, en la 2002/03, pero aquello fue efímero –jugó once minutos–. Creció durante el siguiente año y medio, lo que llevó al Mallorca a firmarlo para su filial a mediados de la 2004/05, pero, seis meses después volvió a salir, en dirección a Xerez.
Allí no fue capaz de hacerse un sitio y duró solo un año. Luego encontraría la estabilidad en el Córdoba, donde jugó 77 partidos en tres campañas y consiguió un ascenso a Segunda. Sin embargo, la pelotita dejó de sonreírle al firmar por el Castellón, con el cual volvió a la categoría de bronce al caer de ‘La B’.
Pese a descender con los blanquinegros, durante los dos siguientes cursos militó en el Ceuta, paso previo al Alavés. En ‘El Glorioso’ volvió a ser parte importante de un nuevo salto de categoría, que precedió a su asentamiento en la Liga Adelante. Este se dio al encadenar una segunda temporada en Vitoria con su curso en Las Palmas y sigue ahora con su fichaje por el Real Valladolid, tras obtener el tercer ascenso de su carrera.
En Zorrilla, a priori pugnará con Juan Villar por ocupar el flanco derecho del ataque, si bien puede actuar también como el izquierdo, o incluso en posiciones centrales en caso de necesidad. Se trata, por tanto, de un jugador polivalente, que aportará, además, habilidad y verticalidad allí donde juegue.
Su primera sesión a las órdenes de su nuevo entrenador, Gaizka Garitano, será ya la próxima semana, el martes, a partir de las nueve y media. Luego, a partir de las doce, será presentado ante los medios de comunicación en el Nuevo José Zorrilla.